Cumbre de la Unión Europea: ¿se viene otro Fondo Monetario?

El bloque imperialista negocia qué propuestas presentará en la próxima reunión de Bruselas. Ministros alemanes y franceses se reunirán el próximo 19 de junio en el palacio de Meseberg, ubicado en Berlín, para consensuar una postura conjunta a presentar a sus socios en la cumbre que se realizará los días 28 y 29 de junio.
Sobre la base que acuerdan en fortalecer el bloque, vienen manifestando algunos matices con relación al plan de reformas que consideran necesario para la eurozona.
La canciller alemana, Angela Merkel, plantea que los únicos mecanismos que aceptaría serían de ayuda mutua entre países del euro, con un presupuesto general de la UE para inversiones y un nuevo sistema de préstamos a países en crisis. La negociación del mencionado presupuesto tendría que estar cerrada antes de las elecciones al Parlamento Europeo de 2019.
El actual Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que financia la deuda de países en crisis, se ampliaría con un Fondo Monetario Europeo (FME), que brindaría socorro económico a cambio de la adopción de medidas de estricto ajuste y supervisión. O sea un nuevo FMI.
Merkel argumenta que los alemanes no quieren terminar pagando más impuestos ante los desequilibrios que provocan los gobiernos del sur europeo, cuando se niegan a realizar recortes. También plantea que “La solidaridad entre socios de la eurozona no debe conducir a una unión de los endeudamientos”.
Están negociando con el presidente francés Emmanuel Macron y su propuesta de una supuesta “Refundación de Europa”.
Las referencias de la primer ministro alemana, que se basan en agitar el “fantasma” de la crisis griega, deberían considerar a otros actores y situaciones.
El nuevo gobierno italiano de derecha es “euroescéptico”, de palabra rechaza las medidas de austeridad alemanas. En España cayó M.Rajoy y la eurozona todavía tiene que gestionar la salida de Gran Bretaña a partir del Brexit. A los focos de conflicto se suma la intención del presidente yanqui Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones europeas de acero y aluminio.

Insensibilidad hacia los inmigrantes

Otro tema importante es el que se refiere a la política migratoria, sobre la cual Merkel ya adelantó que será dificilísimo ponerse de acuerdo en la Cumbre.
A partir del asilo a un millón de solicitantes en el año 2015, Merkel “la sensible” considera que los inmigrantes sólo le hacen perder votos, que en las elecciones de septiembre del 2017 se volcaron a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Por estos motivos propone estándares comunes de asilo, policía europea de fronteras y una Agencia de Migración paneuropea que evalúe las solicitudes de asilo. Para los países que rechazan acoger refugiados, como Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, plantea que deberían compensar ese rechazo con algún tipo de contribuciones.

“Éramos pocos y parió la abuela»

El FMI fue causante directo de catástrofes económicas y sociales en todos los países de América Latina, en Grecia, en el Este Europeo, casi no hay pueblos en el mundo que no hayan sufrido sus calamidades. La traducción universal de sus siglas es ajuste y represión. ¿Y qué quieren hacer las “democracias avanzadas? Crear un nuevo usurero, pero netamente europeo, para seguir liquidando conquistas históricas de la clase obrera. Habría que “recibirlos» con grandes movilizaciones de repudio.
El marco en que se realizará la Cumbre del bloque imperialista presenta algunos nubarrones en los que se combinan los desequilibrios políticos con los económicos. Pero, van acercando posiciones.
Lo cierto es que Ni Merkel ni Macrón plantearán medidas positivas para el pueblo trabajador europeo. De esa reunión no surgirán soluciones favorables a las grandes mayorías, ni un rechazo firme al recorte de libertades democráticas por parte del Estado español, ni la exigencia de libertad de los presos políticos independentistas, mucho menos el reconocimiento del derecho a la autodeterminación del pueblo catalán. Tampoco se puede esperar que pongan en primer lugar el respeto a los derechos de inmigrantes y refugiados, permanentemente pisoteados por la brutalidad capitalista, ignorante de los derechos humanos más elementales.
Lo único que se puede esperar del encuentro entre gobiernos burgueses y proimperialistas, es que continúen favoreciendo a las grandes empresas, los bancos y los usureros, mientras siguen ajustando.