25-N: Día Internacional contra la violencia de género

Distintas expresiones del feminismo somos un todo: millones de mujeres peleando por nuestros derechos.   Así ponemos el rumbo hacia la huelga feminista del próximo 8-M. Nuevamente nos movilizaremos masivamente y en forma unitaria. La cuarta ola feminista mundial llegó para quedarse y nosotras somos parte de ella, reivindicamos la heterogeneidad que le da color, creatividad, frescura y fuerza para luchar por los derechos del feminismo.

El machismo patriarcal no escarmienta, ni en la vida social ni en las instituciones. En 18 años se han asesinado alrededor de 2.000 mujeres por violencia machista, tomando tal número sólo como una referencia mínima ya que únicamente incluye las parejas con una relación afectiva. Es una vergüenza que los datos sean tan poco confiables y que estos crímenes no se reconozcan como lo que realmente son: femicidios.

…reivindicamos la heterogeneidad que le da color, creatividad, frescura y fuerza para luchar por los derechos del feminismo.

El Pacto de Estado, que también fue arrancado por la movilización, apenas es un paliativo de medidas parciales. También lo es el presupuesto de tan sólo 200 millones de euros destinados a género ante semejante problema de violencia machista que atraviesa la sociedad.

La violencia institucional continúa expresándose, la sentencia de la Manada y la posterior liberación de los violadores es sólo la expresión más brutal de un accionar que se repite cotidianamente. Mientras los jueces no sean elegidos democráticamente por voto popular, con mandato revocable y no haya una representación paritaria real de mujeres, las instituciones seguirán castigando más a las víctimas que a los victimarios.

…que la cuarta ola feminista mundial se transforme en un tsunami por el derecho de las mujeres.

La Iglesia Católica se mete en nuestras camas y en nuestros ovarios, amparada en el poder político y económico del Estado. Ellos decretan qué se puede hacer y qué no se puede hacer de nuestras vidas, deciden sobre nuestro propio cuerpo cuando impiden el aborto legal y gratuito, incluso cuando ponen trabas para acceder a él, como sucede en el Estado español. Y nos castigan de acuerdo con sus valores retrógrados y violentos.

El trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, las enormes diferencias salariales con los hombres, el “techo de cristal” y la precariedad laboral, fundamentalmente sobre mujeres jóvenes e inmigrantes; completan el doble cuadro de opresión y explotación a la que el machismo nos somete como si fuera algo normal. Quieren naturalizar el rol que nos imponen en la sociedad y en la familia, pero nosotras no queremos eso.

Aún así, somos cada vez más, estamos cada vez más unidas y reclamamos en más países como movimiento feminista. Este 25-N tenemos que ganar las calles con toda nuestra vitalidad, hagámonos sentir con fuerza. Será un empujón más para que el próximo 8-M hagamos huelga feminista y acciones masivas, para que la cuarta ola feminista mundial se transforme en un tsunami por el derecho de las mujeres.

Hay muchos motivos para alzar la voz, levantar nuestras manos haciendo el símbolo que nos identifica y ganar las calles. Allí estaremos desde Juntas y a la Izquierda y la vamos a seguir hasta que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.