Chile: A 46 años del golpe cívico-militar

No a la impunidad ¡Juicio y Castigo a los responsables.  A 46 años del golpe cívico-militar, que barrió a sangre y fuego la “vía pacifica al socialismo» y terminó con más de 40.000 personas víctimas de la dictadura de Pinochet, entre ellas, más de 3.000 fueron ejecutadas o desparecidas entre 1973 y 1990, según entregan los informes de la comisión Valech. Casi medio siglo después, no ha existido ningún juicio y castigo a los responsable del genocidio político de nuestro pueblo.

Una política de conciliación

A pocos meses de la salida pactada a la dictadura, fue generada “la comisión nacional de verdad y reconciliación”, con el objetivo de esclarecer las violaciones a los DDHH, durante el periodo de dictadura. El Informe Rettig, que realizó dicha comisión solo contabilizó ejecuciones y desapariciones. En total, reconoció 2.279 muertes en manos de las fuerzas de seguridad durante la dictadura de Pinochet. Posteriormente, la Comisión Valech -bautizada así en honor del exobispo de Santiago, Sergio Valech- fue constituida originalmente en 2003 para ampliar la información sobre la represión. En noviembre de 2004 presentó un informe en el que daba cuenta de más de 30.000 víctimas, 28.459 por detenciones ilegales, tortura, ejecuciones y desapariciones.

El segundo informe de la Comisión Valech, reconoce un total de más de 40.018 víctimas de la dictadura. Tras 18 meses de trabajo y 32.000 denuncias, la comisión solo dio por válidas casi 10.000 de estas. Los sobrevivientes recibirán una pensión de “reparación” mensual.

Las políticas llevadas a cabo posterior a la dictadura, por lo gobiernos de la ex Concertación (ex – Nueva Mayoría con el Partido Comunista) y la Derecha, solo han buscado conciliar y banalizar la memoria, a través de informes que buscan alcanzar la “paz y reconciliación” de un país, que sufrió los vejámenes a los derechos humanos más atroces que nuestra historia pueda contar. A través de becas y subsidios de dinero intentan poner freno a una memoria colectiva que año a año, sale a las calles a decir que la memoria sigue intacta.

A 46 años, no ha existido ningún juicio efectivo a los responsables por las torturas, muchos de ellos han muerto sin ser procesados y otros no han pasado ningún día de cárcel efectiva, más bien han sido protagonistas de beneficios escandalosos. Así también es el caso de los ex centros de torturas, donde ninguno se ha convertido en un centro de memoria recuperado por los sobrevivientes. El caso de la casa Venda Sexy dónde se aplicó la violencia político sexual, que ha sido vendida a una inmobiliaria bajo el amparo silencioso y cómplice del Estado chileno a pesar de haber sido declarada monumento histórico nacional y de acuerdo a la ley estaba prohibida su modificación.

Ni perdón, Ni olvido, ¡No a la impunidad!

El Estado Chileno, amparado por los conglomerados y partidos políticos patronales ha mantenido intacta la herencia de la dictadura amparando con privilegios a los torturadores y genocidas, así como también todo el plan privatizador de las políticas neoliberales en educación, salud, AFP, entre otras que han sido profundizadas desde los 90´ en adelante, todo esto bajo la Constitución de Pinochet. Así como también, se continúan engrosando las cifras de asesinados en “democracia”, como es el caso de Camilo Catrillanca, Macarena Valdés, Rodrigo Cisternas, entre muchos asesinados por el Estado y sus fuerzas represivas.

En este marco, cada 11 de Septiembre se vuelca a la memoria, pero principalmente a la urgencia de justicia, justicia que no será encontrada bajo los marco de este régimen que relativiza y niega los crímenes y torturas que ocurrieron y continúan persistiendo. La memoria y la justicia no debe ser solo un hecho de conmemoración sino la antesala de un cambio para dar vuelta todo en marcha por la transformación social.

No a la impunidad: ¡Juicio y castigo con cárcel común a l-s responsables!
¡Apertura de todos los archivos de la dictadura!
¡No a la venta de Venda Sexy!
¡Recuperación de los ex centros de tortura a los sobrevivientes!

Camila Millaray, Movimiento Anticapitalista

LIS (Liga Internacional Socialista)