El 8M no nos silenciarán

Si en Madrid perteneces a un grupo de ultraderecha, puedes manifestarte, si perteneces a un colectivo feminista, no puedes hacerlo. A los más reaccionarios les dan mano libre, a quienes reclamamos por nuestros derechos nos imponen prohibiciones.


No es una crónica del siglo XIV, sino el relato de una realidad actual ya que la Delegación de Gobierno prohibió las concentraciones y manifestaciones comunicadas para el 7 y 8 de marzo, en la Comunidad de Madrid.

Cuando la “coalición progresista PSOE-Unidas Podemos” asumió el gobierno a fines de abril de 2019, la vicepresidente primera Carmen Calvo festejó la victoria con una camiseta feminista. Y, en dos años de gestión, los funcionarios se jactaron repetidamente de ser fervientes feministas. Sin embargo, es sólo un postureo, porque no han tomado ninguna medida para cambiar cualitativamente la situación de las mujeres.

La argumentación basada en que lo hacen “para evitar contagios de Covid-19” expresa un cinismo total. Al día de la fecha, la Comunidad de Madrid tiene sus límites abiertos, lo mismo sucede con los bares y otras actividades.

La gestión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sigue acumulando “méritos” para pasar a la historia como “el gobierno más progresista de la historia” que avala las medidas más reaccionarias: el encarcelamiento de un cantante por el simple hecho de expresarse y la prohibición de manifestarse a las mujeres, en la capital del Estado español, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Los ataques a los derechos democráticos que provienen del régimen del ´78 continúan en aumento.

Esto sucede a pesar de que hasta la ONU reconoció que la pandemia profundiza la desigualdad de género: “la crisis ha puesto de relieve tanto la importancia fundamental de las contribuciones de las mujeres como las cargas desproporcionadas que soportan”. A la par, ha crecido la violencia y la presión de la derecha para que se tomen medidas retrógradas en cuanto al derecho al aborto.

No hay que permitir que el gobierno español y el de Madrid silencien a las mujeres, porque, como han respondido en Madrid “el feminismo es esencial”. Años de huelgas y movilizaciones masivas no se pueden esconder debajo de la alfombra. La cuarta ola feminista también atraviesa al Estado español y no es reversible, por eso estamos empeñadas en seguir saliendo a defender nuestros derechos, cuando dificultan los abortos, cuando nos violan en manada, cuando la justicia absuelve a los abusadores o cuando asesinan a una de nuestras hermanas.

Por supuesto, tomaremos las medidas que sean necesarias para evitar contagios, pero no hay gobierno, pandemia, ni mascarilla que nos haga callar. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora estaremos en las calles, luchando por nuestros derechos conquistados, por los que nos falta conquistar, para seguir gritando #NiUnaMenos. La calle fue, es y será el mejor sitio para conseguir nuestros derechos.