Foro de Davos: La élite coquetea con la ultraderecha

Del 20 al 24 de enero se realizó la Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. El mensaje de Trump al Foro provocó tanto incertidumbres como simpatías. Globalización y proteccionismo son dos aristas del mismo sistema capitalista imperialista que genera crisis, miseria y desigualdad. Sin socialismo, no hay solución.

Con un ojo en las guerras

El Global Risk Report es el estudio anual que el Foro realiza cada año en consulta con las élites. En 2025 llegó a la conclusión que el mayor riesgo a corto plazo se encuentra en la ocurrencia de conflictos armados. Su segunda preocupación fue la desinformación, con el auge de las fake news y la manipulación de la opinión pública originada en el poder acumulado por los magnates tecnológicos. En las evaluaciones de los riesgos a largo plazo aparecieron los problemas medioambientales causados por los fenómenos meteorológicos extremos, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas. Por primera vez en muchos años, se hizo notoria la ausencia de severas advertencias por el devenir de la economía capitalista y apareció como preocupación y factor de inestabilidad el proteccionismo.  

Comenzaron a ejecutarse las amenazas

Desde el comienzo de su nuevo mandato presidencial el 20 de enero, Trump ha relanzado propuestas proteccionistas y en su discurso telemático al Foro afirmó que “Europa ha tratado muy mal a Estados Unidos”. A las autoridades les exigió: duplicar el gasto militar hasta el 5% del PIB, criticó que los europeos no compran suficientes productos alimentarios ni automóviles a los estadounidenses y lamentó que los estados estén enfrascados en largos procesos regulatorios. Y amenazó: “mi mensaje a todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos en Estados Unidos y disfrutarán de algunos de los impuestos más bajos del mundo. Pero si no los producen en Estados Unidos, lo cual es su derecho, entonces, muy simplemente, tendrán que pagar derechos de aduana”.

Estas decisiones han comenzado a implementarse con aranceles del 25% sobre los bienes que EE. UU. importa desde Canadá y México y con la recarga aduanera del 10% a China. Las reacciones no se hicieron esperar ya que estos países también anunciaron medidas arancelarias y no arancelarias. La disputa comercial se ha tensado y con ello se han abierto interrogantes: ¿qué consecuencias provocarán en las economías de los países involucrados? ¿cuál será el resultado final? ¿las medidas se mantendrán inalterables o derivarán en negociaciones?  

Poderosos amigos tecno autoritarios

Trump recibe apoyo de los CEOs tecno autoritarios que combinan teorías conspiranoicas con mesianismo como Elon Musk quien en 2008 fue nombrado joven líder global y luego tomó distancia del Foro al compartir su calificación como “conspiración de izquierda”. Su nombramiento como Administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca y las reiteradas muestras de simpatía con Alternativa para Alemania (AfD) indican que su saludo al estilo nazi fue más que una expresión propia. También hay que decir que otros millonarios como Jeff Bezos (Amazon) y Mark Zuckerberg (Facebook) que fueron portavoces del capitalismo defendido por el Foro también han dejado entrever su disposición a adaptarse a la economía MAGA (“make America great again”).

Elon Musk emulando el saludo nazi en un evento de Trump.

Los guiños de la UE

Ante el choque comercial en ciernes Europa delinea distintos perfiles. De palabra, el presidente francés, Emmanuel Macron y el canciller alemán, Olaf Scholz, se han enrolado en la línea de una UE que acentúe las decisiones económicas propias. Giorgia Meloni y Viktor Orbán van en sintonía con Trump. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen manifestó disposición a negociar con la administración estadounidense. Y a los empresarios no les cae nada mal que el plan trumpista incluya reducir la tributación de las rentas altas, bajar el impuesto a las sociedades y una desregulación generalizada. El maquillaje que la UE utiliza para coquetear con Trump difumina las tibias referencias que antes hacia sobre la “inclusión social” y la “sostenibilidad”.

Un libersaurio masivamente resistido

En su intento por ocupar un lugar entre los ultraderechistas destacados en Davos Milei desarrolló su delirante tesis sobre las ideas colectivistas infiltradas en el club de los megas ricos y sobre el complot marxista de la economía neoclásica, paradigma neoliberal. Sus críticas incluyeron el rechazo a la agenda “woke”, a la diversidad, los derechos de género y el feminismo como ideologías que según sus maquinaciones constituyen «lisa y llanamente abuso infantil«, asociando a las personas homosexuales con la pedofilia. Fueron afirmaciones tan repugnantes que provocaron masivas movilizaciones de rechazo en Argentina con muestras de solidaridad en muchos otros países y como una demostración más que la ultraderecha genera polarización, con rechazo en las calles.

Masivas movilizaciones en Argentina contra los dichos de Milei en Davos.

Fotogalería. Orgullo Antifascista y Antirracista en todo el país.

Sólo les importan las ganancias y sostener al sistema

En las distintas instancias del Foro, cuando se preocupan por los riesgos bélicos no están pensando en el genocidio que ejecuta el Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino, o en las muertes que causa la invasión rusa a Ucrania; sino en la inestabilidad que dificulta el incremento de las ganancias empresariales. Cuando alertan sobre el cambio climático y las noticias falsas lo hacen formalmente, evitando señalar la verdadera causa que genera estos males, el capitalismo. Cuando minimizan los alcances de la crisis económica demuestran desdén por la pobreza y la desigualdad ya que, según un informe de Oxfam, desde la pandemia, el patrimonio de los doce hombres más ricos del mundo –todos cabezas de grandes emporios multinacionales– se ha disparado un 193%, el patrimonio de unos 1.700 mil millonarios a escala global ha aumentado al récord de 15 billones de dólares, el 15% del PIB mundial.

Repudio al Foro y combate a la ultraderecha

La pasada edición del Foro mantuvo intacta su razón de ser, que no es otra que la actualización de los debates entre líderes políticos y empresariales para orientar las decisiones que sostienen al sisstema capitalista, en este caso con un esmerado coqueteo a la ultraderecha, ya que los matices no necesariamente implican incompatibilidades. Repudiamos la realización del Foro y la existencia de la ultraderecha que, aunque se presenta como portadora de nuevas ideas, encarna las oscuras ideas surgidos de las criminales doctrinas del fascismo y del nazismo. Hay que combatirlos en todos los terrenos, principalmente en las calles, con acciones en unidad de acción y organización para defender los derechos sociales y democráticos.

Junto a las luchas sociales, democráticas y por una salida de fondo

Es indispensable luchar por los derechos sociales, impulsando las movilizaciones y las huelgas contra los gobiernos que aplican recortes presupuestarios a partidas sociales, medidas de austeridad, de precarización laboral, despiden y limitan los salarios. La crisis económica capitalista la tienen que pagar los que la generaron: los empresarios, banqueros y especuladores capitalistas. También hay que luchar por mantener los derechos democráticos conquistados y por ampliarlos, ya que los regímenes institucionales son cada vez más autoritarios y sus partidos, principalmente de ultraderecha, intentar instalar su discurso de odio en la sociedad y aplicar políticas contra los más pobres, contra las mujeres, anti-LGBT y antiinmigrantes. La disyuntiva histórica de socialismo o barbarie se hace cada vez más actual, lo cual agudiza la necesidad de construir fuertes organizaciones socialista revolucionarias a nivel nacional e internacional. Es la tarea que cotidianamente asume la Liga Internacional Socialista (LIS) asentada en el pilar de impulsar el reagrupamiento internacional de los revolucionarios con la estrategia de gobiernos de los trabajadores y un sistema sin explotadores ni opresores, igualitario y democrático, es decir, socialista.