Primero la salud pública
Ni recortes, ni negocios privados: hace falta un sistema único de salud, público, gratuito y universal.
El PSOE se había comprometido a elevar el gasto de salud al 7% del PIB, pero el gobierno de Sánchez-Iglesias envió a la Comisión Europea la actualización del Plan Presupuestario 2020 con un recorte de 1.200 millones de euros. Por su parte, el gobierno Torra-Aragonés, vía el Departamento de Salud de la Kataluniako Gobernua, ha adjudicado a Ferroser Servicios Auxiliares S.A. (filial de Ferrovial) el seguimiento de los contactos con personas infectadas por Coronavirus a un costo de diecisiete millones de euros. La medida se tomó “a dedo”, sin consultar a la comunidad sanitaria, sobre una tarea que debería ser tomada por el servicio de asistencia primaria. Fueron dos decisiones “imperdonables”. Apoyamos el reclamo de la CUP para que el Gobernatu rescinda el contrato.
Luego de aplaudir en los balcones y tomar distancia de los recortes “del PP”. Cuando la Pandemia no ha finalizado y hay científicos que no descartan un rebrote, desde el poder toman decisiones que van en la dirección opuesta de lo que se necesita: aumentar cualitativamente el presupuesto sanitario. Es evidente que el sistema de salud pública se encontró deteriorado para enfrentar al Covid-19, con Unidades de Cuidado Intensivo desbordadas, hospitales de campaña improvisados, sin EPIS suficientes y adecuados y con respiradores escasos, entre otras necesidades. Miles de fallecidos en hospitales y centros geriátricos son el triste saldo, aún inacabado, de la desinversión en salud. Fue provocada durante años por el gobierno central y las gestiones autonómicas, a tal punto de ubicar a España entre los países de menor inversión en la UE. Cuánta razón tenían médicxs, enfermerxs y administrativxs cuando alertaron luchando: “recortar en salud, mata”. Cuanta razón tienen cuando dicen: “gracias por los aplausos, pero hay que resolver los problemas, que después no se olviden”. Cómo no saludar a aquellos que en las redes sociales rechazaron el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, de la Casa Real con bajo el lema #NoQuieroPremiosDeLadrones
El gobierno PSOE-Unidas Podemos hace campaña ensalzando sus “medidas sociales”, pero tiene un doble discurso. La anulación total de la reforma laboral no fue tal. La renta básica universal, quedó en ingreso mínimo garantido. Priorizar la salud se materializa en recorte ante la UE. Aquí no hay nada de “progresista”. Por su lado el gobierno catalán (ERC-JxCat), le sigue otorgando millones de euros a la salud-negocio privado. Así son los gobiernos burgueses, se rasgan las vestiduras, pero terminan dándole la espalda a la población y a lxs trabajadorxs.
Es más importante que nunca que los aplausos se transformen en apoyo activo a los reclamos por la salud pública que crecen en los hospitales y en la atención primaria. La salud debe ser una prioridad real y eso se tiene que manifestar en el aumento del presupuesto. Hay dinero para hacerlo, el problema es que las autoridades lo destinan fundamentalmente a sostener las ganancias patronales, priorizando los negocios sobre la vida de la población. Nos reafirmamos en la necesidad de un sistema único de salud, público, gratuito y universal, con plenos derechos laborales, como plantea la campaña que impulsa la Liga Internacional Socialista. La derecha y la ultra no son una alternativa al PSOE-UP, con ellos sólo habrá más y más ataques al pueblo. Para dar vuelta todo, hace falta una nueva alternativa política, realmente de izquierda, anticapitalista y con un compromiso inconfundible por la salud pública y por un modelo socialista. No dejemos que se salgan con la suya, que la crisis, la paguen los capitalistas y los ricos, no el pueblo trabajador.