Solidaridad con el pueblo francés movilizado
Los medios de comunicación masivos, la UE y los gobiernos se encargan de ocultar o minimizar el reclamo popular francés. Es necesario apoyar sus reclamos, como hace Marea Pensionista en el Estado español. El movimiento obrero europeo lucha por aumentos salariales ante la inflación, por sus derechos sociales y democráticos. Hay que ganar las calles para que la crisis la paguen los capitalistas.
Desde que se inició el ataque del gobierno, millones de trabajadores protagonizan movilizaciones contra la reforma anti-jubilatoria de Macron. El decretazo autoritario no detuvo las protestas. Tampoco lo hicieron la represión y los gases lacrimógenos. El pueblo trabajador también está expresando su hartazgo con la inflación, los salarios insuficientes y otros padecimientos sociales. La bronca estalla con movilizaciones espontáneas, huelgas organizadas y enfrentamientos con la policía.
La clase trabajadora europea en ascenso
Las huelgas obreras ocupan el centro del escenario también en el Erresuma Batua, en Grecia, Italia y en Alemania donde se desarrolla una huelga del transporte para exigir aumentos salariales superiores al 10%. En el movimiento obrero europeo crecen las luchas ante el deterioro del nivel de vida. La unidad de las luchas y la huelga general marcan el camino para que la crisis la paguen los capitalistas.
Los que miran para otro lado
Mientras el pueblo francés se defiende dignamente, en las calles de París, las organizaciones políticas y sindicales europeas miran para otro lado. Apoyan a Macron y el régimen reaccionario o no convocan a acciones masivas en solidaridad con los reclamos en el país vecino. Tal es el caso de los que se dicen progresistas desde el gobierno PSOE-Podemos. Es el mismo rol que protagonizan UGT y CC.OO. con su inmovilismo.
“Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden”
Los que sí defienden sus derechos en las calles son los jubilados y pensionados. Tienen experiencia en enfrentar ataques a las pensiones con extraordinarias movilizaciones masivas. Lo hicieron cuando gobernaba Mariano Rajoy del PP. Lo hacen hoy cuando gobiernan Pedro Sánchez con la coalición PSOE- Ahal dugu. Los dirigentes de Marea Pensionista no se cansan de contar como fueron citados en el Parlamento por Podemos que les pidió que “atenúen un poco las movilizaciones” eta “rebajen su programa”, “no vaya a ser cosa que favorezcan a la derecha”. Es una vergüenza “progre”.
Un abrazo al pueblo vecino movilizado
El lunes 27, Marea Pensionista volvió a movilizarse por sus reclamos, entre los que está cobrar una pensión mínima de 1.080 € por el alza inflacionaria. Y lo hizo al Consulado de Francia en Barcelona, en solidaridad con el pueblo hermano movilizado y llamando a ganar las calles en el Estado español y en toda Europa. Los jubilados y pensionados están haciendo lo que deberían hacer los sindicatos. Zeren eta, desde SOL, estuvimos con ellos, acompañando la movilización. Es un ejemplo para seguir.
UE-gobiernos, eje anti obrero y popular
Las “ayudas” económicas de la Comisión Europea vía el programa Next Generation ya están demostrando su verdadero rostro. Implican el endeudamiento de los Estados, el flujo de millones de euros hacia las arcas de las grandes empresas y los bancos en quiebra. Y, como contracara, pretenden recuperarlos con ajustes al cinturón de las familias trabajadores y pensionistas. Las autoridades de la Unión Europea y de los gobiernos actúan en tándem contra los trabajadores y el pueblo.
Que la crisis la paguen los capitalistas
La primera tarea del momento es la solidaridad activa con los reclamos del pueblo francés. Con pronunciamientos, movilizaciones y acciones en repudio al decretazo de Macron y exigiendo el fin de la represión. Con la exigencia a las organizaciones políticas y sindicales mayoritarias, que se dicen progresistas, a solidarizarse activamente con el pueblo del país vecino y por la huelga general en el Estado español, para unir todos los reclamos en curso. Abajo las reformas jubilatorias reaccionarias, aumentos salariales que superen a la inflación y que la crisis la paguen los capitalistas.