España y la UE: reinos de la incertidumbre

Crisis económicas, políticas, polarización y luchas abrieron el año con más dudas que certezas hacia el futuro inmediato.
Incertidumbre, versión UE. Como consecuencia de una crisis económica sin fin, se han anunciado despidos masivos en Vodafone y las sucursales de Ford de distintos países. El Parlamento británico ha rechazado rotundamente el pacto de Brexit de la primera ministra Theresa May para salir del bloque en forma pactada, profundizando y estirando la crisis ya existente. El presidente francés Emmanuel Macrón ha lanzado un “gran debate” nacional para buscar un “nuevo contrato para la nación”. Es un manotazo de ahogado ante la pérdida de credibilidad que sufre ante los reclamos de los “chalecos amarillos”. Así transcurre el invierno, con más dudas que certezas en la perspectiva de las elecciones al Parlamento europeo de mayo. El bloque imperialista, explotador y opresor de la Unión Europea es un tembladeral para el cual no tienen propuestas progresivas ni los euros escépticos de derecha ni los europeístas, luzcan el signo que luzcan.

Se polariza. Las calles de París siguen ardiendo. Los profesores griegos se movilizaron y enfrentaron la represión policial. Los trabajadores de Alcoa en A Coruña han logrado extender sus empleos luchando. La polarización es un signo de estos tiempos. Los enfrentamientos cara a cara con los fascistas -éstos en minoría- se están acrecentando. Y las mujeres del Estado español se movilizaron para interpelar a la derecha y la ultra: Partido Popular (PP), cidadáns (Cs) y Vox. Otra vez en la primera línea, como contra Trump y Bolsonaro; metiendo presión a las conducciones sindicales para que el 8M también convoquen a una huelga general.

Hacia definiciones importantes. El presidente Pedro Sánchez (PSOE) ha presentado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) negociados con Podemos, los mayores desde el 2010. Hasta el momento son mayoría los rechazos. Aunque por distintos motivos, los partidos de derecha y los nacionalistas han anunciado que no los apoyarán. Si esto se mantiene ¿Qué hará el presidente? ¿Intentará gobernar por decreto con prórroga del presupuesto de M. Rajoy? ¿Agotará una legislatura que nació muerta en la que cuenta sólo con 84 diputados propios? ¿Convocará a elecciones generales? Nadie tiene la respuesta.

Entre mentira y maniobra. Sánchez presentó los PGE como “progresivos, sociales y muy favorables a Catalunya”. Habría que hacer un ejercicio imaginativo para ver presupuestos españoles progresivos controlados por Bruselas, armados por un gobierno que nadie votó, en cuya elaboración no participó la población y que pretenden canjearse por supuestos avances, dejando de lado la existencia de presos políticos. No son pocos los que creen que la elaboración de los PGE ha sido una maniobra electoral de Sánchez: sabiendo que no serían aprobados ni por la oposición, ni por la UE, los infló y maquilló, para que los que no lo apoyaran pagaran un costo político ante la población. Ya se verá.

Libertad. Las reivindicaciones democráticas frente al régimen monárquico-parlamentario del ´78 están a la orden del día: contra la censura, la represión y la Ley Mordaza. Es inminente el comienzo del juicio a los independentistas catalanes. Será arbitrario, basado en consideraciones políticas y con cargos inventados de sedición, rebelión y malversación de fondos. La libertad de los presos políticos, exiliados; la absolución el reconocimiento al derecho de los pueblos a la autodeterminación son derechos elementales. Deberían defenderlos quienes se dicen “democráticos, republicanos o de izquierda”.

La crisis y sus verdugos. La crisis de la economía capitalista ha provocado: reformas laborales, liquidación del Estado de bienestar, pobreza, desigualdad, continuidad del paro, salarios bajos, alquileres inalcanzables, recortes en salud y educación. Y prepara nuevos episodios. Estén en Madrid, Barcelona o donde sea, son los políticos de los partidos burgueses los que privilegian a un puñado de grandes empresarios en detrimento de las necesidades de las grandes mayorías populares.

Huelga y movilización. De aquí se desprende la enorme necesidad de apoyar a trabajadores/as que luchan por sus derechos, solidarizarse con los reclamos, impulsar la coordinación de los reclamos para ser más fuertes, realizar reuniones y asambleas en donde se decida qué hacer democráticamente y exigir a las conducciones sindicales mayoritarias que llamen a un plan de lucha y huelga general.

El Triángulo del horror. Ante la irrupción de la ultra Vox, todo el espectro de la derecha hace su negocio: el PP “sin complejos” toma parte de su discurso y firma acuerdos. Cs no firma con Vox para camuflarse en el centro, pero sí lo hace con el PP. Entre los tres han conformado un Triángulo de las Bermudas de la política más horrorosa, anti obrera, antifeminista y antidemocrática para gobernar Andalucía. Hay que enfrentarlos en las calles y en las urnas.

Falsas opciones. Por su parte PSOE y Podemos aprovechan para decir “Cuidado, se vienen la derecha y la ultra. Apóyanos para detenerlos” ¡PSOE no tiene cara! Hace décadas se alterna con el PP en el poder, los negocios, la corrupción, la defensa de la monarquía y el régimen. De ellos sólo se pueden esperar maniobras y trampas, eso sí con barniz “progre”. A partir del 15M, Podemos tuvo una oportunidad inmejorable para “patear el tablero”, pero no lo hizo, se fue adaptando cada vez más a los cargos, dejando de lado la movilización y se sostuvo en los márgenes del capitalismo. La centroizquierda no es salida y su responsabilidad va mucho más allá. Aplicando ajustes, mintiendo y siendo inconsecuentes con sus compromisos, han provocado decepción en amplios sectores de la población y, como consecuencia de ello, han facilitado el avance de la derecha. Los partidos nacionalistas como PNV, ERC y PDeCAT no rompen este molde gobernando para la burguesía.

Que lo nuevo se abra camino. Las viejas opciones y las nuevas recicladas, están hundiendo al país y todavía puede ser peor. Es necesario construir una nueva alternativa, de izquierda y anticapitalista. Con los trabajadores y los pueblos movilizados por sus derechos, con los pensionistas y los colectivos feministas, con republicanos y progresistas consecuentes, con las expresiones revolucionarias, con organizaciones como la CUP entre otras, con vecinos democráticos y combativos como los que integran los CDR, con las expresiones críticas y rebeldes de Podemos, con todos aquellos independientes que vean la necesidad de alumbrar otro camino. Pongamos manos a la obra para construir una nueva alternativa, sino la vieja política, a cara limpia o maquillada, nos seguirá mareando en el círculo vicioso del supuesto "mal menor" que siempre termina dejando las cosas tal cual están.