mostra claramente que o flanco esquerdo proletario da política ucraína non só é extremadamente débil: mostra claramente que o flanco esquerdo proletario da política ucraína non só é extremadamente débil
Ganó el PSOE. O PP, CS y VOX no podrán formar gobierno. Hay que construir una nueva alternativa. El PSOE se impuso ampliamente las elecciones generales, después de 11 años sin lograrlo. Obtuvo 123 escaños (28,70%) cuando en la legislatura anterior contaba con 85. Así Pedro Sánchez es el único que ha quedado en condiciones de formar una mayoría para gobernar. La socialdemocracia, que había vuelto al poder vía la moción de censura a Mariano Rajoy está a lista para seguir alojada en La Moncloa. En el Senado el triunfo del PSOE también fue amplio.
Se trata de un resurgir de las cenizas, en el que el bipartidismo ha recuperado una de sus patas, por lo menos coyunturalmente; después de todo, el sistema electoral está diseñado para la alternancia PP-PSOE. Más que por mérito propio, un gran sector votó al PSOE como el “mal menor”. Les dio resultado agitar el fantasma de la derecha, el nacionalismo y postularse como la mejor herramienta “progre” y “dialoguista” posible.
Unidas Podemos tenía 71 diputados y cayó a 42. Implica un importante retroceso de 1.300.000 votos, que confirma la crisis que atraviesa en su deriva de adaptación al régimen, a los límites del capitalismo y a los mandatos del PSOE. Igualmente, este resultado constituye una remontada desde el escalón en que se encontraban antes del 28A. Los debates televisivos le permitieron a Pablo Iglesias recuperar un poco y seguir en carrera con su política de ser parte del gobierno del PSOE. En su primera intervención post electoral, comentó su diálogo con Sánchez: “este es un resultado suficiente para construir un Gobierno de coalición de izquierdas”.
Más allá de las contradicciones de la elección, el “Trío de Colón” Casado-Rivera-Abascal, mordió el polvo y no podrá formar gobierno, lo cual es motivo de satisfacción. El PP se hundió, pasó de 135 escaños a 66 (16,68%). Perdió más de 3.500.000 millones de votos, cayó en su bastión gallego, obtuvo un solo diputado en Catalunya y perdió la representación en el País Vasco.
La corta gestión de Pablo Casado al frente de su partido, ha recibido un mazazo. En su balance póstumo acusó a Ciudadanos y a VOX por la división y por la derrota. Se “olvidó” del hartazgo de la población ante tantos años de gobiernos corruptos, ajustadores y antidemocráticos. ¿Qué pasará con el partido de Aznar, Rajoy y compañía? Quién sabe. El basurero de la historia sería un buen destino.
No es exactamente lo mismo que gane el PSOE a que lo hagan la derecha y la ultra, sería un error desconocer esta realidad. También lo sería creer que el nuevo gobierno va a provocar los cambios de fondo que necesitan las grandes mayorías.
Ciudadanos es la formación de derecha que se sigue postulando para ocupar el espacio del PP a quién le han sacado muchos votantes. Los liderados por Albert Rivera salieron festejando la obtención de 57 escaños (15,84%) 25 más de los que tenían, quedando a sólo 9 diputados del PP y ante la posibilidad de liderar la oposición ya que, según dicen sus referentes “no habrá gobierno con Sánchez”.
Con la irrupción de VOX en el Parlamento, España ha dejado de ser uno de los países relativamente importantes que no contaba con la ultraderecha en sus instituciones. Los fachos liderados por Santiago Abascal pasaron de 0 a 24 diputados, aunque lejos de las cifras que le asignaban los medios y con poca capacidad de influenciar en forma determinante, definen el resultado como el “Inicio de la reconquista”. Esta agrupación también ha capitalizado la pérdida de votos del PP.
ERC obtuvo 15 escaños con una importante subida, JxCat cayó a 7 (ver nota Cataluña, primero el independentismo), el PNV subió a 6 y Bildu duplicó con 4 diputados. En Resultados 28A puedes encontrar el detalle la votación por región, partido y Cámara, además de la comparación con elecciones anteriores. Las próximas elecciones municipales y al parlamento europeo que se realizarán el 26 de mayo reconfigurarán el mapa político de los próximos años.
Estos datos son los que la prensa refleja como el “triunfo del bloque de izquierda” con 18 diputados más que la “derecha fragmentada”. La mayoría de población siente un sabor agridulce: Se a economía é global, debe haber unha política mundial e unha organización mundial dos traballadores para que toda revolución, la satisfacción de haber evitado que ganara el “Trío de Colón” y por otro la acides por los resultados de VOX.
Así las cosas, el PSOE es el único que tiene al alcance de su mano formar gobierno. En las primeras declaraciones de la actual vicepresidenta Carmen Calvo ya avisaron “el PSOE va a intentar un gobierno en solitario”, aunque pactar con Podemos no supondría “ningún problema”. Con esta última variante sumarían 165 diputados, cuando necesitan 176 para obtener mayoría absoluta, objetivo que podrían alcanzar con el apoyo del PNV u otra formación.
El debate político abierto, la creciente participación y la perspectiva de luchas para satisfacer las necesidades de los trabajadores y el pueblo; reafirman la oportunidad y la necesidad estratégica de construir algo nuevo…
Otra opción es negociar con Ciudadanos, llegando a 180 escaños. Nese sentido, la misma noche del festejo en la sede del PSOE, los militantes cantaron repetidamente ¡Con Rivera no, con Rivera no! Ante lo cual Sánchez respondió con evasivas: “Los españoles quieren claramente que el PSOE gobierne y lidere el país”. Todo esto referido a la primera ronda de investidura en el Parlamento ya que, si fracasa, habrá una segunda en la que se definirá con mayoría simple. Los involucrados ya anunciaron que las negociaciones llevarán tiempo y el PSOE no piensa decidir antes de las elecciones municipales y europeas del 26M.
No es exactamente lo mismo que gane el PSOE a que lo hagan la derecha y la ultra, sería un error desconocer esta realidad. También lo sería creer que el nuevo gobierno va a provocar los cambios de fondo que necesitan las grandes mayorías. Ninguno de los eventuales involucrados tiene en carpeta terminar con el régimen del ´78 y abrir un debate democrático y convocar a una Asamblea Constituyente en la que los trabajadores y el pueblo puedan participar movilizados y decidir si quieren o no mantener a la monarquía, a las instituciones moldeadas por el franquismo y la transición, si quieren seguir en la UE de la troika, los bancos y el ajuste o anular las reformas laborales yrecuperar las conquistas perdidas, si quieren la libertad de los pueblos oprimidos o seguir siendo su carcelero. Ni hablar de un gobierno realmente de los trabajadores y el pueblo.
Nada de cheques en blanco para Sánchez con su engañoso “doble discurso”: progre, de izquierda y dialoguista por un lado y de promesas incumplidas, servilismo a IBEX 35, al régimen del ´78 y al sistema capitalista por el otro. Tampoco confiamos en los partidos que se postulan como eventuales socios de gobierno, en ninguna de sus variantes.
La realidad ha abierto un gran debate político, cuyo correlato es el crecimiento de la participación en un 9% en el conjunto del Estado español y el doble en Catalunya. Un sector dejó de lado la indiferencia, debatió, se involucró y votó con las herramientas que tenía a la mano ante la ausencia de una dirección revolucionaria con influencia de masas.
Y las mujeres tuvieron un rol protagónico, principalmente ante los fachos que asoman la cabeza. Fueron las primeras en movilizarse en Andalucía, rechazando el machismo patriarcal y boicoteando a VOX en cada lugar que se presentó, como hicieron en su acto de cierre de campaña en Madrid.
El debate político abierto, la creciente participación y la perspectiva de luchas para satisfacer las necesidades de los trabajadores y el pueblo; reafirman la oportunidad y la necesidad estratégica de construir algo nuevo: una alternativa anticapitalista, de izquierda, internacionalista, con organizaciones sociales, culturales y políticas progresistas, de colectivos feministas, de jóvenes y trabajadores consecuentes en la pelea por dar vuelta todo, como impulsamos desde la organización internacional que integramos, mostra claramente que o flanco esquerdo proletario da política ucraína non só é extremadamente débil.