El trabajo del campo es una actividad de riesgo

La muerte de un temporero en Fraga pone en evidencia la urgencia de dignificar el trabajo agrícola.

El pasado viernes 20 de xuño, un trabajador paquistaní falleció mientras recogía fruta en una finca de Fraga, Huesca, en una jornada con temperaturas que alcanzaron los 39 °C. El hombre fue trasladado por sus compañeros al centro de salud, donde lamentablemente no se pudo salvar su vida. Otra muerte que se suma a las de todos los años debido a las condiciones extremas a las que se tienen que someter los trabajadores del campo cada campaña de recogida de la fruta.

 Es la quinta víctima laboral por accidente en la provincia en lo que va de año, y refleja una alarmante realidad: la precariedad y la exposición extrema al calor de los temporeros, muchos sin contrato ni papeles. Esto no es un caso aislado, sino el síntoma de un sistema que vulnera la dignidad y los derechos laborales, amparado en condiciones extremas y la impunidad empresarial. Porque esta persona que falleció no contaba con la documentación para estar dada de alta y como pude ser, que campaña tras campaña los campo se llenen de trabajadores que no tienen las condiciones para realizar el trabajo legalmente. Pues la razón es la falta de voluntad política para hacerse cargo de la realidad del sector más vulnerable de la clase obrera. Ya que trabajadores se necesitan y muchos, pero papeles hay muy pocos y de esta forma precarizan un sector que no puede reclamar por salarios, ni por condiciones laborales. No puede haber trabajadores desamparados y el campo no puede ser una actividad de riesgo.    

Exigimos medidas contundentes por la dignidad y la vida

Exigimos la regularización inmediata de los temporeros, independientemente de su situación administrativa, acompañada de inspecciones laborales rigurosas y sanciones a los empresarios que incumplan.

Además necesitamos protocolos de protección frente al calor que incluyan pausas, acceso a hidratación, zonas de sombra y vigilancia médica, bajo supervisión real por parte de las autoridades competentes.

Se reclama también la existencia de albergues dignos y accesibles, que garanticen condiciones adecuadas de higiene, espacio y apoyo social, y cuya provisión esté asegurada por las administraciones públicas.

Ademáis, se requieren medidas específicas contra las redes de explotación, mafias y figuras intermediarias que se benefician de la irregularidad y de la vulneración de derechos laborales y humanos. Cárcel para los mafiosos y expropiación para los patrones que se beneficien se ese sistema.

En memoria del trabajador fallecido, y en solidaridad con todos los temporeros que sostienen la producción de alimentos en condiciones inhumanas, exigimos un cambio estructural y urgente. El trabajo digno es un derecho. La vida, vale más que sus ganancias capitalistas.

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