Fronteras de la UE: fosa común de migrantes
El continente más rico de la tierra también es el escenario de grandes miserias.
Frente al Covid-19 la UE no tomó medidas en común para todos los países, y las que tomaron los gobiernos que la integran fueron sanitariamente insuficientes, socialmente injustas y políticamente autoritarias. Es una crisis muy grave que no puede ocultar la continuidad de otra crisis: la migratoria. Ambas tienen las marcas de la muerte.
Distintas ONG han denunciado que, en la ruta migratoria que une África con Canarias, hubo 480 muertes tan sólo en la última semana de octubre. Se trata de personas que intentaban alcanzar Canarias, cruzando el Atlántico en pateras y cayucos, desde Mali, Marruecos, Costa de Marfil, Senegal y Guinea. En la tragedia del 29 de octubre murieron 140 personas. Seis días después, en un naufragio en aguas mauritanas, perdieron la vida otras 36 personas.
Al mismo tiempo, la tragedia sigue enturbiando las aguas del Mediterráneo Central. Hace unos días, una patera con 111 personas había salido de Libia con la intención de llegar a Europa, pero naufragó. Cuando el Open Arms los rescató, encontró entre ellos a dos menores, una mujer embarazada y a Joseph, un bebé de seis meses de Guinea Conakry, que necesitaban una evacuación urgente para ser atendidos, pero Joseph sufrió un paro cardíaco y murió. Los cuerpos de otras cinco personas fueron sacados del mar sin vida. Era el segundo naufragio en veinte horas. En el anterior, habían muerto trece personas, entre ellas, tres mujeres y un menor, que huían de la guerra en Libia, de los campos de detención, esclavitud y tortura. Y hubo un tercero, en el que la misma ONG rescató a otras 63 personas. En síntesis, el barco de rescate llegó a contar con cientos de personas rescatadas a bordo, a la espera de la autorización de algún puerto seguro para el desembarque.
En Europa se profundiza la crisis sanitaria y social, bajo los efectos de la segunda oleada de la pandemia y la debacle de la economía capitalista. Y en las fronteras se sigue desarrollando una crisis de inmigración, una tragedia cotidiana en la que muchas personas pierden la vida, intentando huir del hambre, de la miseria o de la guerra. En lo que va del año, han llegado a Italia 31.000 personas. Las estimaciones de la Cruz Roja española indican que entre los 12.743 inmigrantes que han llegado a las islas Canarias en el último período, entre 640 y 1.020 personas han muerto o desaparecido.
¿Cómo actúa la Unión Europea? Frente a la crisis migratoria, niegan su existencia mientras que, al mismo tiempo, toman medidas cada vez más antihumanas, con represión en las fronteras y deportaciones “express”. Hace poco tiempo, hubo otra muestra de desprecio a la vida en los campos de refugiados sirios de Evros y Lesbos, en la frontera entre Turquía y Grecia. Y el nuevo pacto migratorio, anunciado con bombos y platillos, no es más que la consolidación y profundización de la nefasta política antihumana desarrollada por el bloque imperialista. En la UE las ganancias de un puñado de grandes capitalistas valen más que las vidas de millones de personas en el continente y de miles de personas inmigrantes.
En el Estado español, el autodefinido “gobierno de coalición progresista” PSOE-UP actúa en consonancia con el bloque imperialista, “invierte” en fortalecer el escudo externo utilizando a Marruecos y con más represión en Ceuta y Melilla. Y, cuando las personas superan las fronteras, las expulsan sin más. En plena pandemia, España ha realizado el primer vuelo de deportación a Mauritania.
Es necesario que no se normalice morir en el mar, tenemos que luchar para hacer respetar los derechos humanos, democráticos y sociales básicos. El 18 de diciembre es el Día Internacional del Migrante, será necesaria la movilización unitaria para exigir: cierre de los CIEs, abajo la Ley de Extranjería, ni represión ni deportaciones, derechos y papeles para todxs, basta de xenofobia y racismo, abajo las fronteras de la barbarie establecidas por el bloque imperialista de la UE.
Desde Socialismo y Libertad y la Liga Internacional Socialista, denunciamos sistemáticamente este camino antihumano, apoyando e impulsando los reclamos por los derechos de lxs inmigrantes y refugiados. Más que nunca, estamos convencidos que el socialismo con democracia es la única salida para que no se imponga sobre la humanidad la barbarie del capitalismo imperialista.