Santiago y Madrid: un torrente popular en defensa de la sanidad pública

Miles y miles de personas han ganado las calles en defensa de un sistema de salud público de calidad. El gobierno nacional y los autonómicos se tiran la pelota unos a otros. Están más preocupados por la disputa electoral PSOE-PP que por resolver los problemas sociales. Es necesario coordinar las acciones de las Comunidades Autónomas y la convocatoria a una huelga general.

Santiago colapsado por una movilización masiva

Alrededor de 50 mil personas colapsaron Santiago, A Coruña, en una manifestación contra los “recortes en los presupuestos, aplicados por los sucesivos gobiernos del Partido Popular” y la “privatización” de los servicios. La acción fue convocada por la plataforma SOS Sanidad Pública, instituciones, partidos, sindicatos y diversas entidades gallegas. Dicha plataforma ha presentado una iniciativa legislativa popular con miles de firmas apoyando un cambio de modelo en la atención primaria. En la comunidad autónoma de Galicia, el reclamo se dirige a la Junta, presidida por Alfonso Rueda, (PPdeG).

Otra vez miles de personas en las calles de Madrid

En noviembre de 2022, alrededor de 300 mil personas abarrotaron la plaza de Cibeles contra el plan de urgencias de presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP). Y el domingo 12 de febrero, se ha realizado una manifestación más grande que la anterior. En la Cibeles confluyeron cuatro columnas colmadas de médicos, enfermeras, trabajadores de la sanidad y vecinos con carteles en los que se leía: «la sanidad no se vende, se defiende», «los recortes matan». La convocatoria ha sido realizada por 70 asociaciones de vecinos de los municipios y barrios de Madrid.

Una locura para los pacientes y los médicos

Semejante malestar se debe a los desastrosos cambios provocados por Ayuso. Muchos ambulatorios municipales no tienen médicos, ya que deben ir de pueblo en pueblo para cubrir las urgencias extrahospitalarias. Y, cuando los técnicos salen a cubrir urgencias vitales, se ven obligados a acudir sin un médico. Los turnos de las especialidades pueden tardar meses y la atención es deficitaria ya que, al haber pocos médicos las consultas duran unos pocos minutos estipulados de antemano. Un verdadero horror tanto para el paciente como para todo el equipo sanitario.

¿Quiénes son los verdaderos responsables?

Los recortes presupuestarios en la salud vienen del año 2012, con los “tijeretazos” de Mariano Rajoy (PP) cuando fue presidente. Desde ese momento, hasta ahora, la situación no ha sido revertida, de hecho, ha empeorado. El presidente Pedro Sánchez culpa de la situación a los gobiernos autonómicos del PP, cuyos presidentes hacen lo propio con el gobierno de “coalición progresista” PSOE-Unidas Podemos. Son unos cínicos, ambos son responsables por el deterioro de la sanidad pública y el crecimiento de las privatizaciones que colocan a la salud como un negocio. Lo único que les preocupa son las próximas elecciones.

Unir los reclamos y convocar a la huelga general

Los dirigentes sindicales de las centrales mayoritarias, UGT y CC. OO. se manifiestan en favor de los reclamos e impulsan acciones. Pero eso no es suficiente. Es necesario unir los reclamos de todas las comunidades autónomas en un gran reclamo nacional. Y la convocatoria a una huelga general en apoyo a los reclamos de los trabajadores de la sanidad y de todos los sectores. Con un pliego que incluya la recuperación plena del salario ante el avance de la inflación, mejores condiciones laborales y las reivindicaciones obreras más urgentes planteadas ante la crisis.  

Todo el apoyo al reclamo en sanidad

Médicos, enfermeras, técnicos y vecinos de Galicia y Madrid han dado un gran ejemplo a imitar en todos lados. Si ganan ell@s, ganamos tod@s. La sanidad pública de calidad es una necesidad imperiosa para las grandes mayorías populares. Hay que defenderla, en primer lugar, desplegando solidaridad activa con las luchas en curso. La defensa de lo público, del salario, las condiciones laborales, los derechos y las conquistas sociales, son las tareas que la clase trabajadora y el pueblo han tomado en sus manos también en Francia, Reino Unido y otros países, como Perú, en camino de que la crisis la paguen los capitalistas, como propone la Liga Internacional Socialista (LIS).