Hay que derrotarlos en la calle
El PP realizó un acto contra la amnistía. SCC y Vox preparan otro. No hay que regalarle la calle a la derecha y la ultraderecha. Hacen falta respuestas contundentes y proyectos políticos alternativos.
Discursos de odio y prepotencia
Al acto realizado el 24 de septiembre en uno de los barrios más “Cayetanos” de Madrid, asistieron miles de personas. Allí, los presidentes autonómicos del PP y los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar desplegaron sus discursos de odio y prepotencia: apoyaron el intento de investidura que hará Alberto Núñez Feijóo los días 26 y 27 de septiembre, reivindicaron las agresiones al pueblo catalán y defendieron a rajatabla la Constitución del régimen del ’78. Para Rajoy, la aplicación del artículo 155 “garantizó la convivencia con Catalunya”. Es decir, la represión al Referéndum del 1-O, el encarcelamiento y la persecución a independentistas. Para el archi conservador Aznar, inspirador de la concentración, todavía hay cuentas pendientes: «La única deuda histórica es la de los secesionistas con la democracia española, que no han pagado y tienen que pagar». Fue una concentración retrógrada de la derecha española, a la que, para lucir el espectro completo, sólo le faltó la presencia de los barones del PSOE que opinan igual que el PP, el Rey y la ultraderecha de Vox.
¿Quién es más de derecha?
Aunque Vox comparte los posicionamientos del PP no estuvo en la concentración. Según su dirigente Santiago Abascal, no asistieron porque no fueron invitados. En realidad, ambos partidos están en plena disputa por el espacio derechista, por eso Vox se juega a expresar su virulento rechazo a la amnistía en el acto convocado por Sociedad Civil Catalana (SCC) al que asistirá el 8 de octubre en Barcelona. El PP y Vox se pelean por demostrar cuál de los dos partidos es más de derecha.
¿Quién negocia mejor con el régimen?
También se mantienen los roces entre ERC y JxCat. En medio del debate generado por la posibilidad de una amnistía a cambio de la investidura de Sánchez, el contrapunto se sitúa en “quién negocia mejor” con el régimen español, sí el presidente Pere Aragonés desde la Generalitat o el expresidente Carles Puigdemont desde el exilio. Semejante despropósito sigue demostrando que están más cerca de pactar una autonomía limitada que de desplegar una hoja de ruta hacia la República Catalana. Para cualquier persona que se sienta progresista es una alegría que en el parlamento se pueda hablar en catalán, gallego y euskera, como también lo sería una amnistía completa, sin hacer presidente a Sánchez que seguirá intentando encajonar los reclamos por la autodeterminación.
El mejor regalo para los peores
Los reformistas de todo pelaje usan a la derecha para su política del “mal menor”. Ahora tienen fuertes cruces con la derecha en torno a la investidura, pero se limitan a los medios de comunicación y a las instituciones. Es así como pasó de largo la concentración de Madrid, sin que el PSOE, Podemos, Sumar y otros “progres” convocaran a boicotearla activamente. Feijóo está imitando a Ayuso y Abascal, quienes en otras ocasiones también apelaron a las manifestaciones públicas. A la derecha y la ultraderecha hay que enfrentarlos y derrotarlos en las calles, la pasividad y el silencio sólo le hacen el juego.
“Els carrers seran sempre nostres”
El momento impone realizar acciones por dos motivos centrales. En primer lugar, porque que no está sobre la mesa de negociaciones el debate sobre la adopción de mecanismos democráticos para decidir la autodeterminación, sí está la exigencia al abandono de la ruptura con España como salida. En segundo lugar, porque de las conversaciones dadas a conocer por la investidura de Pedro Sánchez (PSOE) se desprenden indicios de una amnistía parcial, cuando hay más de 4.000 activistas independentistas procesados, con acusaciones ridículas de “terrorismo” y falsos montajes de la Guardia Civil o por la persecución de las fuerzas de seguridad dependientes de la Generalitat. Por lo pronto, es positivo el llamado de los Comités de Defensa de la República (CDR) y otras plataformas a realizar una Jornada Antirepresiva el próximo 1º de Octubre, con distintas acciones, un acto central en la Modelo y una manifestación por las calles de Barcelona.
Hace falta un accionar en común de la extrema izquierda
Reafirmamos las propuestas realizadas contra los actos de la derecha y la ultraderecha: boicot, contra actos, movilización y huelga por la amnistía total y la autodeterminación. Sería un gran paso adelante que la CUP, otras fuerzas independentistas, Anticapitalistas y todo el arco que nos reivindicamos socialistas revolucionarios, hiciéramos un manifiesto en común impulsando acciones contundentes y trazando un camino político alternativo a ERC y JxCat. Se hace más necesaria que nunca la conformación de un frente de extrema izquierda, que luche por la autodeterminación como parte indisoluble de la lucha estratégica por una salida socialista.