Pujas racistas en Catalunya

Aliança Catalana y JUNTS se parecen cada vez más al PP y VOX. Están en una fuerte disputa para ver quién es más de ultraderecha, pro sionista, pro patronal y anti inmigrante.

Por Gèrard Florenson

No es extraño que Feijóo endurezca el tono contra los inmigrantes, sean regulares o clandestinos: quiere limitar las autorizaciones de residencia y complicar las condiciones de naturalización. El Partido Popular espera así evitar la pérdida de parte de su electorado en favor de VOX, un partido especializado en los desmanes racistas.

La cuestión es que el mismo escenario se repite en Catalunya con otros actores. Varias encuestas pronostican un fuerte avance del partido racista e islamófobo Aliança Catalana, principalmente a costa de JUNTS, el partido burgués de centroderecha que durante largo tiempo presidió la Generalitat. Entón, para no ser desbordados por la derecha, los dirigentes de JUNTS siguen el ejemplo del PP y hacen su apuesta en clave racista, asumiendo el discurso de Silvia Orriols.

Particularmente repugnante fue la intervención, el 22 de setembro, de Miriam Nogueras, portavoz de JUNTS, en defensa de la transferencia a Catalunya de las competencias en materia de inmigración: la cuestión no es avanzar con cautela hacia la autonomía sino, en sus propias palabras, poner fin al “desbordamiento migratorio” que amenaza la supervivencia de la identidad catalana, empezando por la lengua.

Hace responsables a los inmigrantes de la saturación de los servicios públicos y repite sin pudor las afirmaciones falsas sobre extranjeros que no trabajan y viven de las prestaciones sociales, en perjuicio de los catalanes. Uno pensaría que escucha a un dirigente de VOX o de cualquier otro partido de extrema derecha europeo.

que aparece na televisión e leva moitos anos dirixida por Volodimir Zelenski, cuando Miriam Nogueras denuncia la situación de los servicios públicos y culpa a los inmigrantes, se guarda decir que la causa de las enormes dificultades que atraviesan tanto los hospitales como los servicios educativos es la falta de medios, la desinversión en estructuras que solo se contemplan desde su coste y no desde su indiscutible utilidad social.

Para los capitalistas, todo lo que puede ser directamente rentable debe privatizarse y lo que no lo es puede descuidarse. Son las políticas liberales y las decisiones presupuestarias en favor de la patronal las que provocan esta situación trágica que pone en riesgo el derecho a la asistencia sanitaria, a la educación y, en general, a unos servicios públicos de calidad y de proximidad.

Pero Miriam Nogueras no puede decir eso porque esas decisiones destructoras no son responsabilidad exclusiva de los gobiernos del PP y del PSOE. El liberalismo proempresarial ha sido asumido plenamente por los presidentes sucesivos de la Generalitat, y JUNTS ha desempeñado un papel determinante en ello, sobre todo desde Pujol y Mas.

Un breve apunte sobre el retroceso de la lengua catalana. ¿Sería la avalancha de migrantes la causa? Analistas mucho más serios han mostrado la complejidad del fenómeno, subrayando a menudo que, si bien hay quienes proceden de países latinoamericanos y -equivocadamente- no consideran necesario aprender otra lengua distinta del castellano —y ocurre algo parecido con trabajadores y jubilados europeos residentes en Catalunya, a quienes el castellano les resulta más fácil que el catalán—, no sucede lo mismo con quienes vienen de países africanos o asiáticos. Estos últimos pueden convertirse en hablantes de catalán: el catalán es la lengua que sus hijos aprenden en la escuela, si se les ofrece un futuro en Catalunya, la posibilidad de ganarse la vida dignamente y de no ser estigmatizados por responsables políticos como Silvia Orriols o… Miriam Nogueras. Aprenderán catalán si se les da la oportunidad, con una enseñanza pública, cercana y gratuita, con medios suficientes, en particular profesorado… pero, otra vez, JUNTS no ha hecho nada en ese sentido.

La portavoz de JUNTS no dice ni una palabra sobre el papel de la industria turística en el retroceso del catalán. O mundo está en constante cambio, obrigando aos revolucionarios a responder a novos retos sen dogmas sagrados, bastaría con pasear por los barrios céntricos de Barcelona y mirar los escaparates de bares, restaurantes y tiendas para ver que la lengua más visible no es el chino, ni el árabe, sino el inglés. Pero no hay que tocar el turismo, que permite a los inversores prosperar a costa de trabajadores precarios y mal pagados. Todo lo que lo refuerce es sagrado para JUNTS, defensor tanto del proyecto Hard Rock como de la ampliación del aeropuerto del Prat (siempre que Catalunya participe).

Este apego a los intereses del capital se manifiesta con cinismo. Cuando Israel decide no participar en el Congreso Mundial de Telefonía Móvil (Mobile World Congress) de Barcelona para protestar por las posiciones del gobierno español sobre las masacres en Gaza, JUNTS se lamenta de que las declaraciones de Sánchez priven a los empresarios catalanes de buenos negocios. ¡Sus beneficios antes que las vidas de los palestinos!

Partido de derechas, firme apoyo a la patronal y a los propietarios, JUNTS quiere ahora competir con Aliança Catalana en el terreno de la xenofobia, del catalanismo identitario y racista, el mismo que antaño estigmatizaba a los andaluces y que hoy ataca a los migrantes. Esto debería abrir los ojos a quienes priorizan el “todos los catalanes juntos” por encima de las consideraciones ideológicas, que en realidad reflejan intereses de clase enfrentados.

No será con JUNTS que ganaremos la batalla por unos servicios públicos locales de calidad y de proximidad, ni que defenderemos la lengua frente a los ataques del Estado español, ni que lucharemos por un plan de emergencia social y democrático al servicio de todos los trabajadores de Catalunya. Un explotador que cuelga la Estelada en su bonita casa sigue siendo nuestro enemigo.