Que no te engañen ¡Y en las gradas tampoco!

A la ultra derecha no se la normaliza, se la señala y se la combate.   Ante la convulsa última semana que ha relacionado más si cabe aún a la política con el mundo del fútbol, unos hechos extraordinarios han aparecido en el transcurso de apenas 4 días. Si en el estadio de Vallecas, barrio obrero de Madrid, el domingo 15 de Diciembre se suspendía por primera vez en España un partido profesional por insultos y cánticos desde la grada hacia un jugador, el miércoles 18 se jugaba el clásico Barcelona-Real Madrid, (aplazado en su día por inseguridad durante las protestas y revueltas por las condenas al proceso independentista catalán) rodeado de un ambiente de protesta.

…un peligroso precedente: un partido antes no se había suspendido por cánticos racistas, homófobos, ni machistas…

El hecho de que el partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete se suspendiera crea un peligroso precedente: un partido antes no se había suspendido por cánticos racistas, homófobos, ni machistas, y sí en este caso por proferir insultos a un reconocido jugador ucraniano, Roman Zozulya, cuya filiación con agrupaciones y parafernalia nazi se han mostrado evidentes. Fuera de entrar en el debate de si la suspensión fue correcta o no, el hecho de posponer un partido de fútbol por estas conductas crea un significativo precedente por parte de los organismos del fútbol y la jurisprudencia clamoroso, amparado obviamente por unos medios de comunicación de masas con un rasero bien marcado hacia la derecha.

La consigna es clara, cualquier tipo de condena al fascismo, repudio y protesta, es mirada con lupa y la legitimación de la represión se hace cada vez más firme, a la vez que se da pie a respetar y cohabitar con naturalidad con las organizaciones de extrema derecha y partidos políticos neofascistas en auge, tales como Vox. El fin de semana pasado se vio otra muestra de la “normalización” de Vox ya que su líder Santiago Abascal estuvo en el Santiago Bernabéu, especialmente invitado en una zona de palcos destinada a familias y amigos de futbolistas, alentando al Real Madrid en su partido frente al Athletic de Bilbao.

Mientras tanto, el suceso de Vallecas dió paso y legitimó a cualquier precio, la violenta represión que se ejerció en las protestas promovidas por Tsunami Democrátic durante el día del clásico, la aparición en escena nuevamente de la sección neonazi y más extremista de Boixos Nois, se hizo notar en las confrontaciones con lxs manifestantes independentistas.

…la (re)aparición de grupos fascistas violentos en las gradas no puede volver a campar a sus anchas…

Todos estos sucesos tienen que hacer reflexionar a la sociedad en general, y a los grupos de masas en particular que acuden a los campos de fútbol cada fin de semana, que la represión se está legitimando a cualquier precio y que la (re)aparición de grupos fascistas violentos en las gradas no puede volver a campar a sus anchas tal y como ha ocurrido en décadas pasadas. Continuará.

Diego Fernández