Otoño caliente

El termómetro no se condice con la temperatura que indican los reclamos sociales, al calor de las luchas.   En primer lugar, fue muy importante la movilización del movimiento feminista el 25-N, de cara a la huelga del 8-M.

En Catalunya fueron las huelgas y las movilizaciones de los trabajadores las que ganaron las calles. Los médicos de la atención primaria, los universitarios, profesores y bomberos estuvieron en la primera fila. Resultó un espectáculo lamentable ver como los Mossos cargaron contra los manifestantes, en particular los heroicos bomberos del 1-O, en las puertas del Parlament.

Básicamente los reclamos se centraron en insumos, equipamiento, mejores condiciones laborales, rechazo a la precariedad, aumento salarial y en revertir los brutales recortes presupuestarios sufridos desde el 2011. Sólo para tomar un ejemplo, la Generalitat destinaba un presupuesto de 3.192 millones de Euros en 2010, en 2018 es de 2.519 millones de Euros, es decir, 673 millones de Euros menos. El movimiento estudiantil también salió a la lucha exigiendo una rebaja del 30% en las tasas aprobadas por el Parlament.

Trabajadoras y trabajadores tienen derecho a reclamar luego de tanta paciencia ante ajustes y recortes.

Nosotros los apoyamos en sus reclamos y participamos de las acciones que llevaron a cabo. En tal sentido, señalamos la responsabilidad directa que les cabe a los gobiernos del PSOE y PP, como a las instituciones del régimen, en el ahogamiento de la salud y la educación públicas. También por la continuidad de las reformas laborales y la pérdida de conquistas.

Sin dejar de señalar a Convergencia y a los sucesivos gobiernos que no atendieron tal situación, con lo cual los efectos de la crisis recayeron fundamentalmente en los empleados.

Trabajadoras y trabajadores tienen derecho a reclamar luego de tanta paciencia ante ajustes y recortes. Quien intente enfrentar el reclamo por los derechos sociales, al reclamo por la autodeterminación, no sólo va por un camino equivocado sino también ajeno a la realidad que se vio en las calles.

El problema es que los partidos mayoritarios, ERC, PDeCat-JxCat no atienden los problemas sociales ni con medidas parciales ni con medidas de fondo, como hacer efectiva la República catalana, llevando hasta el final el mandato popular del 1-O.

El presidente Quim Torra hizo silencio ante los reclamos, como si le fueran ajenos. Las respuestas brindadas por la Generalitat todavía son parciales, pero lo cierto es que los justos reclamos sociales volvieron a la calle, sin contradicción con los reclamos democráticos frente al régimen.

…que las centrales sindicales mayoritarias convoquen a unir todas las luchas en una huelga general.

También hubo huelgas en Madrid, Galicia, Euskadi y Andalucía. Están citadas otras importantes luchas en la Administración Pública catalana el 12 de diciembre para exigir la recuperación de los pagos no abonados de 2013 y 2014. El 15 volverá a las calles Marea Pensionista y retomarán la acción Correos y Amazon.

Las patronales, amparadas en los gobiernos, se recuperaron del pico de crisis y se enriquecen a costa de ajustar a los trabajadores con precariedad laboral y salarios insuficientes. Así, no va más, por abajo se siente y por ese crece el número de huelgas con relación a su nivel más bajo que fue en el 2015.

El 14 de diciembre se cumplirán 30 años de la huelga general del 14 D de 1988, la de mayor participación y repercusión durante el franquismo. Sería un gran homenaje, y la ejecución de una necesidad, que las centrales sindicales mayoritarias convoquen a unir todas las luchas en una huelga general; abandonando el “zona de confort” en la que se encuentran negociando conquistas con los gobiernos y las patronales. Mientras tanto, tenemos que brindarle todo el apoyo a las/os trabajadoras/es en lucha.