Temporeras: «Fresas sí, pero con derechos»
Las patronales de Huelva agreden física, verbal y sexualmente a las trabajadoras. El Estado, ausente.
El domingo 17 más de dos mil mujeres volvieron a ganar las calles, esta vez en Huelva, convocadas por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), CGT, CNT, Mujeres24H, Café Feminista y otros colectivos feministas de Andalucía. Denunciaron la situación de impunidad que sufren las temporeras ante abusos laborales y sexuales.
Las trabajadoras desarrollan su actividad en pésimas condiciones, sufren ataques de todo tipo y hasta salir de las fincas para denunciar se les hace dificultoso.
En el campo las patronales actúan como señores feudales y el Estado no realiza inspecciones de trabajo suficientes ni destina los recursos más indispensables para responder a los atropellos. Se trata de un grave problema que afecta aproximadamente a 17.000 mujeres marroquíes en Huelva y unas 120.000 en total.
Aunque hay organismos que hacen apelaciones a denunciar, las mujeres no tienen los medios para hacerlo. Muchas no hablan castellano, no tienen teléfonos, ni vehículos para asistir a la Guardia Civil ni otras instituciones con lo cual las apelaciones son formales. Incluso, cuando logran superar estos escollos, la Fiscalía tarda muchísimo tiempo para «investigar»…
Así las patronales explotadoras se llenan los bolsillos de dinero a costa del trabajo de las mujeres en condiciones de extrema precariedad y abuso. Los organismos miran para otro lado o actúan formalmente.
Más allá de las promesas sobre igualdad de género, están las realidades de quienes desde el poder sólo se dedican al tema cuando quiere obtener algún rédito electoral o se lo impone la realidad.
La denuncia, la organización y la movilización de las mujeres es el único reaseguro para terminar con la impunidad, lograr condiciones dignas de trabajo y terminar con abusos y acosos.
Por estos motivos, es necesario seguir apoyando a las temporeras de Huelva, como venimos haciendo en distintas ciudades donde replicamos su reclamo. A cada paso se demuestra que capitalismo y patriarcado van de la mano, por lo cual deben caer juntos. La lucha de las mujeres y la clase trabajadora debe ser una sola hasta terminar con la explotación y la opresión.