Solidaridad con la lucha del pueblo Nica
Con cárcel, represión y muerte el gobierno está violando los más elementales derechos humanos. El viernes 31 de agosto se realizó una concentración en las puertas del Consulado de Nicaragüa en Barcelona. Surgió a partir del llamado de Feministas Autoconvocadas de Barcelona (nicas_catalunya), personas LGTBIQ y otros activistas. Allí denunciaron la crítica situación de represión y abusos que existe en ese país.
No se pueden dejar pasar las aberraciones que comete el Frente Sandinista en nombre de ideales que ya le son ajenos.
Reclamaron el cese de la represión sobre el pueblo, los campesinos y los estudiantes que protestan, por el encuentro de las personas desaparecidas, por la libertad de los presos por luchar y repudiaron los crímenes de francotiradores, paramilitares y de la Policía Nacional de Ortega-Murillo. Denunciaron la pretensión del gobierno de instalarse como una nueva dinastía dictatorial, al igual que en su momento lo hizo Somoza. Enfáticamente rechazaron las falsas acusaciones de ser parte de “la derecha golpista” y en todo momento dejaron claro que el pueblo Nica no está derrotado y seguirá de pie.
Desde SOL-Estado español, participamos llevando nuestra solidaridad, cuyo texto se encuentra al final de esta nota. Lo hicimos como parte de la campaña internacional de Anticapitalistas en Red-IV Internacional, consistente en movilizaciones a representaciones diplomáticas, peticiones, pronunciamientos, charlas e impulso de las actividades informativas que realiza la Caravana que recorre el mundo en busca de apoyo. La relación que tenemos con el pueblo Nica es muy cercana, por pasado y presente. Nuestra corriente integró la Brigada Simón Bolívar que peleó armas en mano junto al pueblo contra el dictador Somoza.
Basta de ajuste, muerte y represión. Fuera Ortega-Murillo.
No se pueden dejar pasar las aberraciones que comete el Frente Sandinista en nombre de ideales que ya le son ajenos. Desde ya, esto incluye la exigencia a los gobiernos europeos de romper relaciones con el régimen represor y condenar su accionar.
Para las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles, sociales y culturales; para quienes se digan democráticos, progresistas y de izquierda, estén o no organizados; está por delante el desafío de superar el cerco de mentiras de Ortega y sus cómplices y pasar al terreno de la solidaridad activa. Basta de ajuste, muerte y represión. Fuera Ortega-Murillo.