Antiaborto y femicidio: Inquisición Siglo XXI
Las feministas tenemos que defender nuestros derechos e intervenir en política. ¿Haz pensado en ello? En 1985 se despenalizó la interrupción voluntaria del embarazo y en 2010 se aprobó la ley de plazos, que permite el aborto libre durante las primeras 14 semanas de gestación. En 2013, 2014 y 2015 el Partido Popular volvió a atacar este derecho conquistado, pero no se pudo imponer por el rechazo social que generó.
En 2019 el PP rechazó la huelga, las marchas del 8M y acudió a la «Marcha por la vida». Pablo Casado es el vocero fundamental del regreso a la situación anterior a 1985. Y se sumó Adolfo Suárez Illana, número dos del PP por Madrid, quien dijo: «Que me digan que se puede matar antes o después pues mire oiga los neandertales también lo usaban, lo que pasa es que esperaban a que naciera y entonces le cortaban la cabeza». Y mintió afirmando: “En Nueva York se acaba de aprobar una ley por la cual se permite el aborto después del nacimiento».
El PP cree en el antifeminismo militante y lo profundiza por motivos electorales ya que divide votos con otros sectores de derecha y ultraderecha como Ciudadanos, que ha reflotado el feminismo liberal. También disputa con los fascistas de VOX, que encabezan la inquisición anti-mujer en Andalucía y en donde asoman la cabeza.
El PP cree en el antifeminismo militante y lo profundiza por motivos electorales ya que divide votos con otros sectores de derecha y ultraderecha…
En este terreno, el trifacho PP-CS-VOX cuenta con apoyo divino, aunque no sea nombrado. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, pidió a los ciudadanos y a los políticos que tengan en cuenta «la defensa de la vida humana desde el amanecer hasta el ocaso, desde la concepción hasta el fin natural».
Si se impusiera la ilegalización que reinó durante el franquismo, implicaría que una mujer tendría que viajar a otro país para abortar o arriesgar su vida para hacerlo en forma clandestina; luego de lo cual podría ser multada o encarcelada.
Otra realidad violenta la constituyen los asesinatos a mujeres por su condición de tales. Los datos del Ministerio de Igualdad indican que en lo que va de 2019, han sido asesinadas quince mujeres por sus parejas o exparejas, suman 990 femicidios desde que comenzaron a tomarse datos en 2003.
No vamos a permitir que nos dejen ancladas en el punto que nos permitan «los de arriba»
Las bases estructurales capitalistas y patriarcales sustentan las relaciones de poder en las cuales se origina la violencia de género. Debemos enfrentar a esas estructuras con una respuesta política, de lo contrario, la violencia de género seguirá sumando víctimas. Todos los aspectos de las instituciones que manejan nuestras vidas son deficientes a la hora de avanzar en el camino del empoderamiento de la mujer con plena capacidad para el ejercicio de sus derechos. Los avances parciales de las leyes de protección integral contra la violencia de género, o la ley de igualdad efectiva entre hombre y mujeres, se quedan a mitad de camino. . Se puede avanzar muchísimo más en relación con la protección de las víctimas, los actos preventivos y asistenciales que se deben centrar en la mujer como titular de derechos y no sólo como víctima.
Las mujeres que sufren violencia de género deben tener derecho a una tutela penal, con todas las garantías. Son necesarias, además, medidas concretas para aquellas que sufren violencia de una manera más silenciada o invisibilizada, como las inmigrantes y del ámbito rural. La violencia de género no es sólo física (esa es la parte del iceberg que podemos ver) por lo que es necesario que los procesos de prevención y sensibilización sean mucho más consecuentes de lo que lo son hoy día.
¿Cómo vamos a permitir que la misma estructura en donde se origina la violencia dicte las leyes que nos deberían amparar judicialmente y dotarnos de derechos plenos?
El capitalismo y patriarcado se retroalimentan, se necesitan mutuamente, bajo el reinado de ambos no lograremos la libertad plena. Juntas hemos conseguido los derechos que tenemos. Juntas, con una respuesta política de clase lucharemos por una igualdad real. Desde Juntas y a la Izquierda nos organizamos referenciadas en SOL y en Anticapitalistas en Red para que el capitalismo y el patriarcado caigan juntos.