Ninguna agresión al feminismo sin respuesta

En el que debía ser un día de reivindicación y lucha por nuestros derechos, debimos también lamentar y sufrir diferentes ataques de la derecha. Sólo para tomar algunos ejemplos, Madrid fue un foco de agresiones a partir que la Delegación del Gobierno prohibió las manifestaciones. El mural de las Mujeres, pintado en el polideportivo de Ciudad Lineal, amaneció vandalizado, al igual que otro mural pintado en Alcalá de Henares. Recordemos que el mural de Ciudad Lineal había sido motivo de disputa cuando el Pleno del distrito votó eliminarlo ante la petición de Vox, pero una movilización vecinal exigió “el mural no se toca” y consiguió que revirtieran la decisión.  Además, en la concentración unitaria en Barcelona, que se realizó sobra la Avenida Paseo de Gracia, actuaron provocadores y un hombre roció con gas pimienta a las compañeras cuando le explicaron que la convocatoria era no mixta y que debía retirarse. Este tipo de agresiones se repitieron a lo largo de la jornada en otras ciudades. 

Algunos hechos fueron reflejados en los medios de comunicación masiva y otros en las redes sociales, aunque a ninguno se le dedicaron tantos minutos de pantalla como se les dedican a otros temas. A continuación, publicamos lo que nos ha contado una de las compañeras de Madrid que se vivió en una de las concentraciones autoconvocadas, a pesar de las injustas prohibiciones. 

“Nosotras nos juntamos con unas colegas porque fuimos desalojadas hace dos meses del Solar Maravillas, que están en la calle Antonio Grillo 8 de Malasaña. En teoría justificaron el desalojo porque allí se realizará un centro sanitario, pero, atrás de la Gran Vía en Madrid, eso va a terminar siendo un departamento de lujo . Nos juntamos para hacer una intervención respetando las medida de la COVID y poner una bandera para denunciar el tiempo que lleva abandonado. Pasó la policía, nos miraron con interés, estacionaron el coche unos metros más adelante y esperaron a que nos fuéramos para descolgar los carteles. Luego nos dirigimos a pasear al Retiro, y nos encontramos que no podíamos entrar, porque había un operativo policial impresionante. Al final pudimos llegar a la Fuente de Cibeles y desde allí nos unimos a un grupo de mujeres autoconvocdas para reivindicar el 8M, siempre, respetando la distancia de seguridad y el uso de mascarillas. La Policía que estaba allí nos dirigió hacia la fuente Neptuno y nos cercaron, éramos alrededor de cien mujeres. Los efectivos estaban furiosos. Allí leímos una proclama y a continuación hombres policías, ejerciendo brutalidad, apartaron a la compañeras para identificarlas. Hubo mucha tensión porque no dejamos que se la llevaran y la policía no dejaba entrar, ni salir a nadie del cerco. Luego fuimos para Sol, donde antes habían ido grupos fascistas, que luego volvieron a desplegar su violencia: los fachas nos insultaban, nos increpaban y nos filmaban bajo la protección de la policía. También estuvimos con unas compañeras sanitarias que vienen sufriendo agresiones durante cada reclamo que realizan. Me volví con una sensación muy fea y con la claridad de que habrá más agresiones.”

Operativo represivo en Madrid | Imagen propia

Este es apenas un ejemplo de la actuación institucional y de la derecha focalizado en las mujeres. Un día antes, en el Wanda Metropolitano, los hinchas del Atlético Madrid recibieron a su equipo con una gran manifestación. En anteriores oportunidades los neonazis marcharon sin inconvenientes por las calles de la capital y los negacionistas del Covid-19 hicieron lo mismo varias veces, sin que fueran prohibidos. Los anti derechos se envalentonan a partir de la campaña permanente contra el movimiento feminista que realizan Vox, el PP y Ciudadanos. Mientras que Ayuso dice barbaridades, el “gobierno más progresista de la historia” PSOE-UP avala la prohibición de concentraciones y se enmaraña en promesas de tibias reformas que tampoco cumple. 


Mujeres atacadas con gas pimienta en Barcelona| MONTSE GIRALT

Aun nos quedan muchos derechos por conquistar, sin lugar a duda habrá más acciones por repudiar y más ataques por enfrentar. Para todo ello, la movilización del movimiento feminista, junto a lxs trabajadorxs y el pueblo marcarán el camino a seguir y serán fundamentales, porque como ya hemos dicho miles de veces “si tocan a una, respondemos todas”.