Venezuela: Jean Mendoza recupera la libertad, la lucha contra su criminalización continúa

En las últimas horas de ayer, lunes 17 de enero, nuestros compañeros de Marea Socialista (MS), sección venezolana de la LIS, informaban que nuestro compañero y vocero de los trabajadores de la transnacional MASISA en Guayana, Jean Mendoza, detenido este fin de semana pasado, había sido dejado en libertad tras su presentación en tribunales penales de Puerto Ordaz, pero con una medida cautelar y no con libertad plena.

Desde tempranas horas de la mañana de ayer un contingente de trabajadores de MASISA se concentró y esperó todo el día ante la sede del tibunal en Alta Vista, Puerto Ordaz, presionando para que fuese liberado el detenido, su vocero laboral y delegado de prevención electo por trabajadores de MASISA.

Cómo señalan nuestros compañeros, la transnacional chilena, que paga a los obreros madereros venezolanos una ínfima parte del salario que reciben en Chile, Perú, México o Argentina, gracias a las políticas de precarización del salario aplicadas por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, utilizó una ley reaccionaria aprobada por la recién clausurada Asamblea Nacional Constituyente, creada por el PSUV, que está permitiendo incriminar por «instigación al odio» las denuncias y reclamos del activismo laboral, popular y de la izquierda crítica, además de ser usada políticamente contra la oposición. Ahora, con la «Ley Contra el Odio», las críticas al gobierno o las denuncias hacia las empresas por violación de derechos laborales, en lugar de tramitarse como corresponde en los tribunales del trabajo, se convierten en acusaciones penales que permiten encarcelar a trabajadores hasta por 10 años como vulgares delincuentes.

La camapaña de solidaridad con Jean Mendoza publicada en la la prensa de Socialitsock Politik de Suecia

La libertad bajo medida cautelar de Jean Mendoza es vista como una victoria de la presión de la movilización de sus compañeros trabajadores de MASISA y de la solidaridad obrera en Guayana, así como de la solidaridad nacional de sectores sindicales, activistas populares y corrientes políticas, como los que se concentraron ayer en Caracas en Parque Carabobo para protestar frente a la Fiscalía (sede nacional del Ministerio Público). Pero, se destaca también la solidaridad internacional, impulsada fundamentalmente por organizaciones de la izquierda revolucionaria que hace parte de la Liga Internacional Socialista (LIS) en numerosos países del mundo.

Flier de la campaña de la LIS.

La medida cautelar con la que se condiciona la libertad del vocero obrero Jean Mendoza, según explicó uno de sus abogados defensores, le impone un régimen de presentación ante tribunales cada 30 días, la prohibición de salida del país y también incluye prohibiciones relacionadas con el uso de las redes sociales y medios electrónicos.

Acción del FITU en la embajada de Venezuela en Buenos Aires, Argentina.

Aunque Mendoza obtiene un importante triunfo parcial, recuperando su libertad de movimiento, al dejar de estar recluido en el centro de detención, las limitaciones a las que será sometido representan un recorte de sus derechos y dan una ventaja a la patronal, al tiempo que obstaculiza el ejercicio de la vocería de Jean en favor de los trabajadores. El resultado hacia el que arriman los tribunales sigue siendo desfavorable a los obreros y complaciente con la transnacional. Es decir; se trata de una medida que no restituye los derechos al vocero laboral sino que los constriñe y con ello ayuda a la empresa a neutralizar al trabajador, algo que retrata muy bien el sentido de la «justicia» de clase, la orientación del sistema judicial burgués.

Acción de la campaña de la LIS en Cachemira.

Por ahora, entonces, la lucha se reenfoca hacia el objetivo de lograr #LibertadPlenaParaJeanMendoza además de seguir acompañando a los trabajadores en sus reclamos salariales y por el ejercicio de sus derechos sindicales. Junto a ello crece la necesidad sentida por los trabajadores de exigir la derogación de la «Ley Contra el Odio» (usada contra el movimiento obrero) y que se ponga fin a la criminalización de la lucha laboral.

Los trabajadores y los movimientos solidarios harán reuniones de balance de esta lucha obrera y sus resultados, para continuar fortaleciendo la organización y la unidad de la clase trabajadora en la defensa de sus derechos.

Este compromiso es asumido plenamente por quienes formamos parte de la Liga Internacional Socialista.