Andalucía lo reafirma: hace falta un frente de la extrema izquierda

El 19J, ¿refleja un resultado más o una tendencia? El triunfo del PP, la caída del PSOE y el reformismo hacen urgente la necesidad de poner de pie una nueva alternativa política de la izquierda radical y consecuentemente antisistema.

Al obtener la mayoría absoluta con el 43% de los votos, el PP logró un triunfo histórico y no dependerá de Vox (13,46%) para gobernar. La lista encabezada por Juanma Moreno Bonilla recibió apoyo de votantes socialistas decepcionados, evitó la fuga de votos a la ultraderecha y se deglutió a Ciudadanos (3.29%) que perdió su representación parlamentaria.

Duro revés para el PSOE y su gobierno

Luego de las elecciones Pedro Sánchez dijo “El gobierno está fuerte, hay legislatura hasta el final”. En realidad, existe un gobierno débil cuyo futuro está en cuestión. Con el 24.09% de los votos, el PSOE sufrió el peor resultado de su historia, con el gobierno de “coalición progresista” involucrado en la campaña. El resultado no se debe a la “desmovilización del electorado”, sino a la destrucción de la salud, al deterioro del empleo, a los precios por las nubes que dejan salarios y pensiones por el piso y a otras carencias sociales no resueltas.

Perspectiva con indicios, sin certezas consolidadas

En 2023 habrá algunas elecciones regionales y las municipales en mayo. Las generales serían en noviembre, si Sánchez logra agotar la legislatura. Todavía queda tiempo por delante en un país en crisis, donde todo puede cambiar abruptamente. También habrá que ver cómo resuelve el PP la relación entre la nueva conducción de Alberto Núñez Feijóo y las ambiciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Dicho esto, es evidente que las citas electorales de Castilla y León (mayoría simple), Madrid y Andalucía (mayoría absoluta) están reubicando a los populares en la línea de disputa directa por retorno a la Moncloa.  

Movimientos en el espacio más reaccionario

Desde la foto de Colón entre el PP, Ciudadanos y Vox, la derecha y la ultraderecha se realinearon, acordando y disputando con resultados dispares. El PP, en crisis con Pablo Casado y siempre cruzado por la corrupción, muestra síntomas de recuperación electoral. Ciudadanos, continúa en caída libre. Vox pasó de 12 a 14 escaños, pero está por debajo de lo que esperaban con lo cual se abrió un interrogante: ¿La ultraderecha llegó a su techo? Ya se verá. Como sea, hay que combatir y derrotar a la derecha y a la ultraderecha en todos los terrenos.  

Pálido intento de reagrupamiento reformista

Por Andalucía (Izquierda Unida, Podemos, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz) obtuvo el 7,68% de los votos emitidos lo que implica cinco diputados y un retroceso con relación a presentaciones anteriores sin la ruptura. El intento de reagrupar al reformismo del que participa Podemos, conduce a nuevas frustraciones. El PSOE, Unidas Podemos y sus socios reformistas han causado una enorme decepción en amplios sectores sociales. Es una responsabilidad que no pueden eludir. Y, al no existir una alternativa fuerte, de izquierda anticapitalista y consecuente, la mayoría de los electores andaluces, lamentablemente, volvió a caer en el vaivén del péndulo que va de una a otra variante del bipartidismo.

Dos escaños para Adelante Andalucía

Adelante Andalucía se presentó por primera vez, luego de la ruptura de Anticapitalista con Podemos, encabezada por Teresa Rodríguez. Con un 4,58% de los votos logró obtener dos escaños lo cual implica un primer paso adelante de la nueva formación. Tendrán por delante resolver las contradicciones que cruzan al proyecto electoral institucional “andalucista de izquierda”, despojado de independencia de clase y de estrategia socialista.     

De extrema izquierda, con un programa radicalmente anticapitalista

El PSOE, Podemos, Izquierda Unida y otros agrupamientos del espacio reformista demuestran a cada instante sus insalvables limitaciones de adaptación al statu quo como “pata izquierda”. Los parches y las medias tintas sólo permiten el avance de los sectores de derecha. Lo mismo que alinearse en las autonomías detrás de los intereses de los burgueses locales. Hay que darles la espalda a los reformistas y construir algo nuevo. Una expresión organizada de extrema izquierda e independencia de clase. Dotada de un programa de reivindicaciones transitorias, con medidas para que la crisis la paguen los capitalistas. Que impulse las movilizaciones, la coordinación de las luchas y la huelga general como herramientas fundamentales, algo que se niegan a hacer las direcciones sindicales mayoritarias como UGT y CC. OO. Que se mantenga inclaudicable en el enfrentamiento a los gobiernos burgueses, al régimen monárquico-parlamentario del ’78 y al sistema de explotación capitalista. Que tenga como estrategia inclaudicable la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo y un sistema socialista.

Un llamado cada vez más urgente y necesario

Las próximas elecciones aparecen en el calendario. La lucha de clase impondrá su propia agenda. Para asumir los desafíos y oportunidades que se vienen, es necesario construir algo radicalmente distinto a lo que existe hoy. Sería un gran paso adelante si la CUP y Anticapitalista que son críticos del sistema, superaran positivamente las contradicciones y tensiones que los cruzan e hicieran un llamado a confluir en un frente de izquierda radical. Amplios sectores de activistas obreros, luchadores sociales, democráticos, de derechos humanos, feministas, ecologistas, de jóvenes trabajadores y estudiantes podrían tomarlo como una alternativa esperanzadora. Las organizaciones que nos reivindicamos socialistas revolucionarias, como SOL, LI, CRT, CR e IR no podemos ignorar la necesidad urgente de confluir y cumplir un rol de primer orden.