Detrás de la OTAN y Biden: el gobierno español más pro imperialista que nunca

La “coalición progresista” PSOE-UP prioriza la defensa sobre las necesidades sociales. Se subordina a la OTAN y EE. UU. para blindarse contra los pueblos y los inmigrantes. Podemos critica pero sigue en el gobierno. Hay que dar respuesta a la guerra y sus consecuencias: que la crisis la paguen los capitalistas. Hace falta un Frente de extrema izquierda, antiimperialista, anticapitalista y socialista.

El presidente Pedro Sánchez decidió la «aprobación de un crédito de 1.000 millones de euros en Defensa». Se basa en una supuesta «responsabilidad y solidaridad para fortalecer la seguridad y la capacidad de disuasión europeas frente a la amenaza real que representa Putin». Para minimizar los costos políticos, la medida no pasará por el Congreso, será tramitada como fondo de contingencia.

Más armas, menos sanidad y educación

El país no está en guerra, soporta el deterioro de las condiciones de vida, la inflación y se desliza por la séptima ola de Covid-19. ¿Y qué hace el gobierno? Cumple las órdenes de la OTAN para destinar el 2% del PBI a gastos militares -llegarán a 22.000 millones de euros- en lugar de volcar el dinero a los presupuestos de salud, educación y asistencia social. Así le dan la espalda a las crecientes necesidades y desigualdades sociales que atraviesan al Estado español y afectan principalmente al pueblo trabajador. Son medidas similares a las que podría haber tomado un gobierno del PP o de Vox.

Lazos con el belicismo, blindaje contra los pueblos y los inmigrantes africanos

En Madrid, Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la cumbre de la OTAN, para dar un giro histórico en su política bélica. Aumentarán las tropas movilizadas en Europa de 40.000 a más de 300.000 efectivos, con disposición de movilidad inmediata y más armamento. Los anuncios se complementan con una advertencia para el flanco sur de Europa que “… afronta desafíos demográficos, económicos, políticos y de seguridad”. Es decir, rebeliones populares por hambre, crisis de inmigración y por otras necesidades sociales o democráticas insatisfechas. La OTAN, la UE y EE. UU. son el imperialismo occidental asesino, invasor y saqueador con el cual es gobierno español fortalece lazos para blindarse contra los pueblos y los inmigrantes africanos.

Podemos critica, pero le lava la cara al gobierno

El gobierno PSOE-UP prometió satisfacer necesidades populares, pero no cumplió. Sólo ha hecho reformas parciales en el marco de salvar las ganancias capitalistas. Ante esto, habitualmente aparece la voz crítica de Podemos, IU y sus socios. Se escuchó con: la reforma laboral, la ley mordaza, el apoyo de Sánchez a Mohamed VI contra el Sáhara Occidental, con la masacre de Melilla y, ahora, en oposición al aumento del gasto en defensa. Pero siguen en el gobierno porque, según la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra «La coalición es una conquista de la izquierda, de una fuerza política impulsada por el 15-M». Podemos integra un gobierno burgués del cual se sigue sintiendo “orgulloso” y al cual sólo critica parcialmente desde la comodidad de sus despachos para diferenciarse en el terreno electoral. Están totalmente integrados al régimen del ’78 y a la “casta” que alguna vez dijeron enfrentar, por eso permanecen en el gobierno y no llaman a la movilización.

Responder a la guerra y a la crisis social

Nosotros planteamos una política totalmente distinta la del gobierno español, comenzando por ser principistas ante la invasión. Decimos: Fuera las tropas del imperialismo ruso de Ucrania, todo el apoyo a la resistencia ucraniana. Fuera la OTAN y el imperialismo occidental del Este europeo, disolución de la OTAN y la OTSC. Por una política independiente de las expresiones burguesas, en España, Ucrania, Rusia y en todo el mundo. Y por las necesidades sociales: dinero para la salud, educación, vivienda, salarios y pensiones, no para el rearme. Hay que movilizarse por: aumento de salarios y pensiones, trabajo digno sin precarización, contra la inflación, las suspensiones, los despidos y los alquileres abusivos. En definitiva, por todas las reivindicaciones obreras y populares orientadas a que la crisis la paguen los capitalistas. La histórica huelga nacional ferroviaria en el Reino Unido marca el camino a seguir.

Por un Frente de Extrema Izquierda

El gobierno reformista PSOE-UP, con la cobertura de sus socios políticos y sindicales ha decepcionado las expectativas de amplios sectores populares. Hay que evitar que el malestar reinante sea capitalizado por el PP y Vox al acecho. Para esto, hace falta poner de pie una nueva alternativa política, un Frente de extrema izquierda, con un programa de independencia de clase, radicalmente antiimperialista, anticapitalista y por el socialismo. Sí la CUP, Anticapitalistas y los socialistas revolucionarios diéramos el primer paso en un llamado de este tipo, seguramente contaría con la simpatía del activismo político y social. Hay que poner manos a la obra y concretarlo.