Pedro Sánchez y sus socios conformaron la Legislatura
El PSOE consiguió apoyo para conformar la XV Legislatura. Independentistas y nacionalistas negociaron a cambio de algunas concesiones. La investidura presidencial todavía no está decidida. Perdieron la derecha y la ultraderecha. Sólo hay que depositar confianza en la movilización de los trabajadores y el pueblo.
El PSOE consiguió apoyo
El PSOE (121 diputados) logró el apoyo de Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5) y BNG (1), llegando a una mayoría absoluta de 178 votos. El PP (137 diputados), sumó el apoyo de Unión del Pueblo Navarro (1) y de Coalición Canaria. Vox no apoyó al PP y votó a su propio candidato a la presidencia y vicepresidencia ya que los populares no los apoyaron para conseguir un cargo en la Mesa.
Presidencia y conformación de la Mesa
La presidencia del Congreso recayó en Francina Armengol (PSOE) y la Mesa quedó integrada por los vicepresidentes: Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), José Antonio Bermúdez de Castro (PP), Esther Gil (Sumar) y Marta González (PP). Los cuatro secretarios serán: Gerardo Pisarello (Sumar), Isaura Leal (PSOE), Guillermo Mariscal (PP) y Carmen Navarro (PP). El “bloque progresista” (PSOE y Sumar) controlará el Congreso con cinco representantes frente a cuatro del PP y Vox se quedó fuera. La ultraderecha de Vox continúa en crisis y retroceso desde que en las elecciones del 23J perdiera votos, diputados y posteriormente renunciaran algunos de sus reconocidos dirigentes.
Los acuerdos y el secreto hasta el final
Las formaciones catalanas y vascas tenían la llave ganadora para el PSOE. Negociaron a sabiendas de esta realidad y Junts confirmó su voto sólo unos minutos antes del pleno. El PSOE concedió a Junts y ERC: el uso del catalán en el Congreso, la petición para que los idiomas catalán, gallego y vasco sean considerados oficiales en las instituciones de la UE, la investigación por los atentados del 17 y 18 de agosto del 2017 en Barcelona y Cambrils y el espionaje con Pegasus. Otro compromiso vagamente anunciado fue avanzar en «el proceso de desjudicialización del conflicto político por las vías legales necesarias”, sin descartar explícitamente la amnistía, pero sí la autodeterminación.
Los que avanzan y los que no
El paso siguiente en el casillero del tablero que lleva hacia la presidencia involucraba a Felipe VI, quien debía recibir a la presidenta del Congreso, a los líderes de los partidos y formular el encargo de formación del nuevo Gobierno. Transcurridas dos jornadas de audiencias el Rey propuso a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la investidura como presidente del Gobierno, con la argumentación de haber sido el candidato más votado en las elecciones. El PP está complicado para formar gobierno porque a priori no cuenta con los apoyos necesarios, pero, de todos modos insiste en intentarlo. Tiene un mes de plazo para apelar a las formaciones políticas con representación parlamentaria, en un arco de va desde Vox a Junts y del que sólo ha excluido a EH Bildu. De acuerdo a los apoyos recibidos para conformar la Legislatura, Pedro Sánchez es el candidato que está más cerca de la posibilidad de una investidura. Pero no la tiene garantizada, quienes lo avalaron en el Congreso dejaron en claro que el apoyo a la investidura dependerá de otras dificultosas negociaciones.
Otro paso de reintegración plena al régimen del ‘78
El expresidente catalán Carles Puigdemont (Junts) y el exvicepresidente Oriol Junqueras (ERC) comandaron las negociaciones y saludaron los resultados. Más allá de los discursos por la independencia dieron un nuevo paso en la reintegración plena a la institucionalidad del régimen del ’78. Sus decisiones pavimentan el camino hacia una autonomía limitada por encima de la voluntad de autodeterminación expresada en las masivas movilizaciones populares y el Referéndum del 1-O.
Incertidumbres y certezas
La proyección de la Legislatura abre interrogantes. La investidura todavía no está definida, con lo cual tampoco está totalmente descartada una repetición electoral que, si fracasan los intentos de gobierno podría darse en la fecha de Reyes. Sánchez y el régimen todavía transitan por un berenjenal de incertidumbres. También hay certezas: sea quien sea el nuevo presidente, habrá ajuste al pueblo trabajador para satisfacer las demandas de la Unión Europea y continuará el intento de sepultar definitivamente el reclamo por la República Catalana. La movilización de los trabajadores y los pueblos marcan el camino a seguir para que la crisis la paguen los capitalistas y para terminar con la opresión. Y hace falta conformar una nueva alternativa política consecuente, un frente de la extrema izquierda, para apoyar las luchas, por la independencia de clase y para que gobiernen los trabajadores y el socialismo.