UE: No al rearme, la «austeridad» y el autoritarismo

Los gobiernos del imperialismo europeo “baten tambores de guerra”, hacen negocios con las armas y aumentan los presupuestos de Defensa. Están jugando con fuego. La tendencia a la destrucción de la humanidad y del planeta sólo puede con un mundo sin fronteras, explotadores y opresores, es decir, socialista.

Los gobiernos aprovechan la guerra en Ucrania para agitar la posibilidad de un ataque de Putin y el ejército ruso a otros países de Europa. Lo hacen a partir de distintas evaluaciones sobre sí se concretará a corto, mediano o largo plazo, pero han comenzado a tomar medidas al respecto.  Intentan legitimar ante las sociedades el impulso a la producción y el comercio de armas, el incremento de los presupuestos de Defensa y de la presencia de efectivos de la OTAN. Esta orientación se explicitó en la Cumbre de la Alianza-Madrid 2022 tras la máscara de la “prevención para la seguridad colectiva” y la “defensa de la paz y la democracia”. En realidad, expresa la esencia belicosa y expansionista del imperialismo occidental.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

La industria de la muerte para las ganancias

En España la industria militar y sus agencias, en las que tienen peso empresas como Airbus, Navantia, Indra y Lock­heed Martin, Santa Bárbara (filial de la estadounidense General Dynamics) y otras; han reconocido que “Nunca hemos estado mejor que ahora”. Esto se debe al crecimiento de la facturación, a la suba de las cotizaciones en bolsa y a que el 90% del mercado se encuentra dominado por una decena de empresas exportadoras de blindados, cazas, fragatas, submarinos, radares y sistemas de defensa. El discurso alarmista y militarista de Emmanuel Macron ante la sociedad no es casual, se basa en sus propios intereses políticos y en el hecho que Francia es el segundo exportador mundial de armas. En el caso de España, aunque se han reducido las ventas de armamento en un 3%, sigue siendo el octavo exportador mundial. Más allá de las cínicas declaraciones de los gobiernos europeos por la situación humanitaria en Medio Oriente, gran parte de las armas producidas tienen como destinatario al ejército genocida de Israel que masacra a la población palestina a pesar del repudio mundial.

Más presupuesto para defensa

El creciente militarismo se expresa en el aumento de los presupuestos de defensa. En el caso español las proyecciones del postergado presupuesto 2024, indicaban que: “El Gobierno plasmó en el plan presupuestario de octubre que gastará el 1,3% del PIB en defensa durante este año. Son 52 millones al día y unos 400 euros por habitante. La militar es la única partida que crecerá en los presupuestos generales del 2024, por encima de la sanidad, la educación y la protección social”. No es un caso aislado ya que, según datos de la OTAN, los socios de la alianza invertirán en el 2024 un total de 380.000 millones de dólares en defensa, superando por primera vez el 2% del PIB en su conjunto. Según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, entre 2019 y 2023, los países europeos han duplicado la importación de armas, principalmente provenientes de EE. UU.

“Baten tambores de guerra”

En Alemania, los países nórdicos y los bálticos van más allá y han comenzado a tomar medidas preparatorias. En Bruselas la Comisión Europea ha evaluado la aplicación de programas de inversión para la próxima década; con el fin de  “explorar todas las opciones posibles” para “movilizar” fondos con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la emisión de eurobonos.  Y fomenta la implementación de un cambio de actitud de la población para reforzar el grado de “preparación para la guerra y la defensa de Europa”, con el modelo finlandés: “Para garantizar la paz, hay que ser fuertes. Porque a los fuertes no se les desafía y no se les ataca; por eso Europa debe ser fuerte”. Esto también implica que todos los ciudadanos son visualizados como responsables en las tareas de defensa, por eso algunos evalúan implementar el servicio militar y/o la movilización de reservistas.

Soldados suecos de patrulla.

No al rearme, la “austeridad” y el autoritarismo

El rearme europeo en curso va de la mano con fomentar las ganancias de las empresas armamentísticas y proyectar ajustes del cinturón al pueblo trabajador, precisamente para eso se ejecutan los planes de «austeridad». Además,  con las excusas de la guerra y la “seguridad contra el terrorismo”, en la cual en la mayoría de las veces engloban a las luchas democráticas y sociales,los regímenes democráticos burgueses toman medidas cada vez autoritarias. El criminal atentado de Estado Islámico en una sala de conciertos en Moscú preanuncia una nueva vuelta de tuerca en esta tendencia. Repudiamos la producción y comercialización de armas convencionales y nucleares para hacer negocios y provocar muertes masivas. Apoyamos las luchas del pueblo trabajador por derechos sociales, contra los patrones y los gobiernos, que la crisis la paguen los capitalistas. Rechazamos los aumentos presupuestarios en defensa y llamamos a la más amplia unidad de acción contra las medidas de recorte a las libertades democráticas.  

Socialismo o barbarie

Apoyamos las justas luchas de los pueblos por su autodeterminación, al tiempo que no nos alineamos con ningún imperialismo, sea estadounidense, europeo, chino o ruso. Rechazamos la escalada bélica y estamos por la disolución de los bloques militares de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). La creciente disputa Inter imperialista mundial hace imposible descartar que en el futuro se desate otra Guerra Mundial. El capitalismo imperialista es una amenaza para la existencia de la humanidad y el planeta. Luchamos por un mundo sin fronteras, por una paz justa sin opresión a los pueblos y sin explotación a los trabajadores, ante lo cual, la cual la disyuntiva Socialismo o Barbarie adquiere un contenido cada vez más presente e inmediato.