XV legislatura: mayoría independentista en la Mesa del Parlament
ERC y Junts perdieron las elecciones pero pactaron y sumando a la CUP conformaron una Mesa con mayoría independentista y Josep Rull como presidente. El PSC que las ganó, no pudo armar una “mayoría progresista” con ERC y Los Comunes. Mientras tanto, la investidura sigue en “veremos”. Las fuerzas anticapitalistas de izquierda hemos de dar un paso hacia la conformación de un Frente de Izquierda radical.
Perdieron pero ganaron
Junts y ERC perdieron las elecciones autonómicas detrás del PSC que les sacó una amplia ventaja. Sin embargo, pactaron con la CUP la conformación de la Mesa del Parlament y consiguieron que la presidencia recayera en Josep Rull (Junts) indultado del 1-O, que tendrá la potestad de decidir quién se presenta a la primera investidura a President de la Generalitat, que debe realizarse antes del 25 de junio. Elegirá quien ha de presentarse principalmente entre Salvador Illia (PSC) y Carles Puigdemont (Junts) que, con la Ley de Amnistía publicada en el BOE podría cumplir su voluntad de retornar a Catalunya y postularse, siempre y cuando el reaccionario poder de los jueces se lo permita. En el caso de mantenerse la Legislatura, la mayoría en la Mesa le permitirá a las fuerzas independentistas dirigir la cámara, ordenar los debates y decidir de qué se habla y se vota y de qué no. Pero esto no cambia ni un ápice el hecho de que mientras las decisiones fundamentales las sigan tomando los partidos burgueses catalanes mayoritarios, los destinos del pueblo trabajador no se encaminarán abierta y decididamente hacia la Republica Catalana sino a negociaciones con el régimen.
Se aman se pelean, se vuelven a amar
Junts y ERC compartieron el govern del Procés, luego se dividieron, disputaron “a cara de perro” y se alternaron en los sucesivos gobiernos de Quim Torra y Pere Aragonés que dejaron atrás el 1-O y pusieron proa al autonomismo. El nuevo acercamiento entre Junts, ERC y CUP fue facilitado por la profunda crisis de Esquerra y sellado tras varias semanas de negociaciones secretas. Al momento de escribir esta nota, parecen haberse reavivado los resquemores ante la eventualidad que ERC apoye la investidura de Illa. Como siempre, se manejan con maniobras superestructurales mutuas, de espaldas al movimiento de masas y sin proponer una nueva hoja de ruta para la ruptura y la autodeterminación catalana.
Devenir incierto con final abierto
La investidura de Puigdemont depende de la voluntad de los jueces del régimen y de la posterior abstención del PSC-PSOE, ganador del 12M. Y la investidura de Illa depende de la conformación de la “mayoría progresista” con ERC y Los Comunes que no logró en la Mesa del Parlament, aunque conociendo el accionar de los dirigentes de Esquerra no se puede descartar a priori que hayan facilitado la postulación de Rull en el Parlament y hagan lo propio con la investidura de Illa para el Govern. El devenir es incierto, contradictorio y puede desembocar tanto en la elección del nuevo jefe del Ejecutivo catalán como en la repetición de la convocatoria a las urnas en octubre. En tal sentido, ratificamos al 100% los expresado en el primer balance electoral publicado por SOL: “Ha comenzado un “vale todo” de amenazas y negociaciones cuyo resultado puede desembocar en la investidura de un nuevo presidente o en la convocatoria a repetir los comicios. Sea cual sea el desenlace, no se puede depositar confianza en los partidos burgueses nacionales ni autonómicos, que borran con el codo lo que escriben con la mano y permanecen enchalecados en los límites del régimen del ’78 y el capitalismo”.
Por un frente de la izquierda anticapitalista y radical
El panorama de crecimiento de la derecha y la ultraderecha y los desastres del reformismo en la UE, el Estado español y Catalunya plantean la necesidad de que la CUP, el conjunto de la izquierda independentista y del socialismo revolucionario pongamos manos a la obra para poner de pie un Frente de Izquierda radical que supere la fragmentación, la debilidad congénita y testimonial para aparecer como una verdadera alternativa de cambios profundos ante los trabajadores y el pueblo, desde una ubicación de independencia de clase, contra el régimen del ’78, por la amnistía completa, la autodeterminación y el socialismo.