Crisis del régimen: Una salida al laberinto ibérico

Luego de siete meses de intervención y cinco de las elecciones del 21D, Catalunya volvió a tener President, se trata de Quim Torra.
En el medio Mariano Rajoy y el régimen español destituyeron a Carles Puigdemont, rechazaron las investiduras del propio ex President, de Jordi Sánchez y Jordi Turrul, argumentando causas judiciales inventadas desde Madrid.
No impidieron la asunción de Torra, pero aún no cumplimentaron la totalidad de los pasos legales para reconocer al Govern. La excusa es la “provocación” por el nombramiento de Consellers destituidos a quienes consideran “prófugos de la justicia española”.

Habemus President

Quim Torra definió que ocupa un cargo provisorio. Anunció que creará un Consejo de la República en el exterior bajo la autoridad de Puigdemont, que fue quien lo eligió. El ungido es un liberal de derecha, con expresiones discriminatorias, que nada tienen que ver con el sentir de la gran mayoría del pueblo catalán en lucha por una República democrática, social y sin discriminación.
Torra es la expresión exagerada de un problema que se repite en las conducciones mayoritarias independentistas: la ausencia de una apelación consecuente a los pueblos del Estado, a los catalanes que se sienten españoles y de apoyo a las luchas de la clase trabajadora.
Si dentro del independentismo se imponen las tendencias más autonomistas, discriminatorias, liberales, la lucha por la autodeterminación está destinada a estancarse, aislarse y retroceder cualitativamente. Está en el pueblo, la CUP, las organizaciones de izquierda y progresistas oponerse a cualquier curso regresivo que asome la cabeza.

La derecha critica a la derecha por ser de derecha

El Partido Popular (PP), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE y Ciudadanos (Cs) intentaron sacar provecho de la designación. Buscaron los Twitter, notas, reportajes y libros de Torra, en los que encontraron su producción antiespañoles, de elogio a dirigentes ultranacionalistas y lanzaron una campaña de denuncia en Europa. Resulta un espectáculo de cinismo político que registra pocos precedentes.
El corrupto PP somete al pueblo español a la pérdida de conquistas, la precariedad y un ajuste sin límite, mientras aplica el 155 y reprime. Cs y el PSOE, que perciben el desbarranque de Rajoy y su partido, intentan capitalizar el descontento con posiciones tan o más de derecha que las del propio PP. Dicen preocuparse por lo social, pero es un cosmético capitalista. Son fanáticos de sostener y profundizar el 155 al grito de “Soy español, español, español”.
El PSOE dice ser la izquierda, pero no tiene nada que ver ni con la izquierda ni con el socialismo, es un partido tradicional completamente adaptado al régimen y al sistema, que borró de su programa el apoyo a la autodeterminación de los pueblos.
Lo de Albert Rivera, Inés Arrimadas y Cs es descarado y produce crispación. Exigen sistemáticamente la violencia represiva del Estado, fomentan la agresión callejera contra los independentistas, apelan a los símbolos de la derecha más rancia y cuando los señalan como nacionalistas, se hacen los ofendidos, diciendo: “somos el patriotismo civil, somos como el presidente de Francia Macrón, que enfrenta al nacionalismo de Le Pen, con el nacionalismo, nada que ver”.
Hoy las encuestas dan a Cs como el agrupamiento que más adhesiones recibe y el eventual ganador de futuras elecciones. Ya se verá sí es así, lo concreto es que apoyarlos es un grave error que se pagará muy caro. Más allá de la nueva imagen que despliegan, desligada de la corrupción y supuestamente más moderna, apenas pueden disimular una política económica y social al servicio de los bancos, los patrones y los ricos, antidemocrática y represiva con los pueblos oprimidos. Al que vote a Rivera le saldrá un Aznar recargado.

Anormalidad

Así se define la situación que sigue atravesando Catalunya. El Estado español ordenó a la Guardia Civil cargar contra el pueblo catalán en el Referéndum del 1-O, desconoce presidentes legítimos, interviene la autonomía con el 155, controla las finanzas, mantiene presos políticos, persigue a dirigentes exiliados, activistas y artistas por opinar distinto, hasta prohíbe el uso del color amarillo. Esto es lo más parecido a una intervención golpista que se haya visto en Europa durante mucho tiempo. Hay un grave recorte de libertades democráticas que es necesario derrotar. La crisis con Catalunya es parte de una crisis más global que atraviesa el poder político central y se encuentra en uno de sus peores momentos.

De La Moncloa al Titanic

Esta es la mudanza de piso que está protagonizando Mariano Rajoy. El detonante de la crisis política fue la sentencia judicial por la caja B del PP en caso Gürtel que terminó con algún encarcelado y la continuidad de una incógnita: ¿quién es el M.Rajoy que también recibía dinero?
Los partidos patronales están moviendo sus fichas. Pedro Sánchez (PSOE) propuso una moción de censura, se postuló para gobernar y posteriormente llamar a elecciones.
El PP lo acusa de perjudicar a España y le exigió que retire la moción y advirtió qué, si negocia con los independentistas, será un nuevo Judas. Rajoy “pasar página” lo antes posible. Cs no apoyará la moción de censura y ya definió que la única salida a la “legislatura liquidada por la corrupción” pasa por la convocatoria a elecciones de las cuales negocia con Rajoy. El Partido Democrático Europeo Catalán (PDeCAT) dice que podría apoyar la moción o cobrando “un precio político alto” a los aplicadores del 155, posición similar a la manifestado por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El Partido Nacionalista Vasco (PNV), que viene de salvar a Rajoy votándole el presupuesto hace unos días a cambio de 540 millones de euros en inversiones y aumento de las pensiones, afirmó que va a conversar y sus votos estarán condicionados a la respuesta del PSOE sobre su propuesta de cambio en las relaciones territoriales “para que haya estados federados reconocidos, autogobierno del País Vasco y Catalunya, en relación de igualdad con el poder central”. Mientras están en contacto con Rajoy, también dijeron que condicionarán su voto a que no se convoquen elecciones inmediatas…
Por su parte, PODEMOS afirmó que apoyará la moción de censura, aunque el lunes Iglesias dejó entrever que la posición sea sometida a consulta de los integrantes de su organización.
Hay varias hipótesis posibles, se definirán jueves y viernes en el Congreso, sobre la base de una coincidencia: quieren aprovechar la crisis del gobierno y tirarle un salvavidas al reaccionario régimen del ´78. Más allá del resultado, el gobierno y el PP están cavando su fosa política, la tendrán lista con la moción censura, las elecciones anticipadas o las ya fijadas; pero parece muy difícil que puedan revertir un deterioro tan avanzado. Siendo la corrupción un factor clave, hay otros elementos políticos y sociales importantísimos que confluyen en la crisis actual.

Un régimen agotado

El presidente y el Congreso atraviesan una crisis fatal. La justicia favorece los intereses de las grandes empresas y multinacionales, el Juez Pablo Llarena es el brazo legal del aplastamiento a la autodeterminación catalana.
El régimen ya no puede responder a los desastres de un sistema político armado a medida del bipartidismo PP-PSOE.
La monarquía sólo sirve para defender la Constitución reaccionaria, salvaguardar los intereses de los ricos, protagonizar escándalos y vivir parasitando alejada de las necesidades populares.
Los resabios del franquismo siguen presentes en los crímenes impunes de la dictadura y los fachas que actúan en las calles contra los independentistas, el recorte a las libertades democráticas y el rechazo a la autodeterminación de los catalanes demuestra un accionar cada vez más bonapartista. Lo que objetivamente está en cuestión es la reaccionaria Constitución del ´78 con su régimen monárquico-parlamentario que no puede brindar respuestas progresivas, por lo cual habría que depositarla de una vez por todas en el basurero de la historia.

Ajuste y precariedad

Van 5 años de superávits comerciales, el 2017 terminó con casi 22 millones de contratos laborales firmados (récord histórico) y la desocupación bajó del 26,94% al 16,4%. Estos son algunos de los principales índices que propagandiza Rajoy para defender: el ajuste ordenado por el Banco Central Europeo y el FMI, las reformas laborales y la imagen de una sólida superación de la crisis del 2008. Sin embargo, la recuperación es parcial, desigual, acumula tensiones y no está exenta de crisis. Algunos datos sitúan a España entre los peores países de Europa.
Las condiciones de precariedad e inestabilidad laboral dejaron por el piso la calidad del empleo. Informes oficiales indican que el alto nivel de contratos temporales tiene «impacto negativo tanto en la productividad como en la cohesión social». El crecimiento del empleo se da con contratos temporales (los hay hasta por hora), casi el 60% de los trabajadores de tiempo parcial son subempleados y la tasa de eventuales supera la registrada antes de la crisis del 2008. Los jóvenes son los principales afectados en el despliegue de esta verdadera cruzada contra las viejas conquistas obreras.
Los salarios no despegan. Rajoy, las cámaras patronales CEOE, CEPYME y las centrales sindicales CCOO y UGT firmaron un acuerdo para elevar el Salario Mínimo Interprofesional de 750 a 850 euros desde el 2017 al 2020. Sólo a condición de llegar al objetivo de crecer más del 2,5% y crear 450 mil empleos al año. Los salarios son bajos en general, vergonzosos para inmigrantes y precarios y desiguales para las mujeres. Las pensiones son otra lamentable expresión de la situación social en el sector de los que trabajaron toda su vida y aun así tienen que atravesar penurias. El “aumento” de 0.25% euros que otorgó Rajoy, generó movilizaciones nacionales masivas y puso sobre el tapete la crisis de las cajas jubilatorias.
El flujo de dinero producido se utiliza para acrecentar las ganancias, salvar a banqueros y empresarios. El Gobierno viene de rescatar a nueve autopistas en quiebra, lo cual impactará directamente en el déficit público, se estima que el costo momentáneo de reversión del peaje al Estado es de 3.500 millones, más los 550 millones de créditos que recibieron las empresas concesionarias. Rajoy ya había aportado 4.465 millones de las arcas públicas para sanear Bankia y recuperar la falta de credibilidad del sistema financiero.
Un informe de la Comisión Europea destaca una enorme desigualdad: el 20% más rico gana 6,6 veces más que el 20% más pobre. Existen las altas tasas de abandono escolar, de pobreza infantil y de paro juvenil. El 27,9% de la población está en riesgo de pobreza, cuando al arrancar la crisis estaba en el 23,8%. Los beneficios sociales y el estado benefactor de la post guerra están en retroceso, lo privado pretende avanzar sobre lo público. España tiene problemas sociales que tienen similitudes a los que con más profundidad sacuden a países latinoamericanos y del Este.
La deuda del conjunto de Administraciones Públicas aumentó en 9.043 millones en noviembre de 2017, hasta situarse en 1,142 billones de euros. Un eventual endurecimiento de las condiciones financieras o el estallido de una crisis, podrían ser demoledores para el presupuesto, ya afectado por recortes que generan conflictos en salud, educación, vivienda y lo público en general.
Con relación a las finanzas autonómicas, la respuesta de Montoro se limita a recortar gastos, re centralizarlas y controlarlas férreamente.

Las luchas obreras y populares

Aunque son otros momentos y protagonistas, hay que considerar al 15M, el 1-O y las masivas movilizaciones de los catalanes como expresiones del reclamo contra un régimen que no puede dar ninguna respuesta progresiva y que, muy probablemente, presenciará nuevas irrupciones masivas de rechazo.
Por lo pronto, los grandes ejemplos nacionales de lucha los protagonizaron los movimientos de mujeres y pensionados. El 8M fue una jornada histórica por el programa, la huelga y las acciones que ratifican la ubicación de las mujeres en la vanguardia mundial. Los pensionados también ganan las calles, por ellos y por la caja de las pensiones futuras, simbolizando una muestra de dignidad que cuenta con la simpatía de amplios sectores de la población.
También hay luchas de los trabajadores contra la precariedad laboral y por otros reclamos, pero son parciales y aisladas. Esto no se debe a que falta voluntad de lucha ni a que esté todo bien. Se debe al rol cómplice y negociador de las centrales sindicales más grandes, que más allá de algún discurso opositor, en los hechos dejaron pasar las reformas laborales reaccionarias, no hacen nada contra la pérdida de conquistas históricas de la clase trabajadora y llaman a alguna medida sólo cuando hay malestar y presión por abajo.
La debilidad del gobierno brinda la posibilidad de fortalecer los reclamos con una gran huelga general y un plan de lucha, pero los dirigentes sindicales no convocan.

Cambiar…para que no cambie nada

El PP se pretende mantenerse en el gobierno a pesar de estar hundido. Cs quiere forzar elecciones porque los favorecen las encuestas. El PSOE plantea tomar las riendas intentando recuperar terreno, ya que viene de muy atrás en la consideración popular. PODEMOS viene del fiasco de Pablo Iglesias e Irene Montero por la compra de su nueva “casita” de 670.000 euros en Galapagar y la concreción de una consulta tramposa, en la que incluso recibieron más votos en contra de los que esperaban. Pablo Iglesias limó las aristas más rebeldes de PODEMOS y más allá de las honestas intenciones de cambio real de la mayoría de sus simpatizantes, lamentablemente, es una organización que se adaptó al régimen.
En lo único que piensan todos es en capitalizar electoralmente el derrumbe del PP en las elecciones pautadas para el 2019 o antes si la crisis obliga a anticiparlas. Asistimos a un concierto de maniobras, negociaciones y reposicionamientos en la carrera por los cargos que ya comenzó y que, al mismo tiempo pretende proteger al régimen.
En Cataluña las direcciones de ERC, PDeCAT-JxCAT pusieron la proa hacia la recuperación del autonomismo. Aunque siguen mencionando el objetivo de la República, hace tiempo que no dan ni un paso en tal sentido, ni en el proceso constituyente.

Nuestras propuestas

Tambalea el gobierno del Estado español, hay una crisis histórica y presente del régimen monárquico-parlamentario, la economía no despega, se recortan libertades democráticas y se reprime a los pueblos oprimidos, en particular al catalán. El capitalismo no puede brindar respuestas políticas ni sociales a las grandes mayorías de los trabajadores y el pueblo.
Es evidente que la situación exige propuestas globales y un programa transicional.
Nosotros levantamos ¡Fuera Rajoy! Y la movilización como camino para lograrlo. No lo hacemos para que asuma Albert Rivera, Cs no es parte de la solución sino del problema. No hay que olvidarse que fue una parte fundamental de la coalición del gobierno corrupto y se plantea como una variante anti obrera y antipopular. Tampoco para que asuma el PSOE, ellos son parte del bipartidismo que durante años hundió a España y enemigos de la autodeterminación catalana.

No es descartable que orienten la situación hacia elecciones anticipadas. Sin embargo hay que plantear una salida que permita la expresión popular y ataque los problemas políticos y sociales de fondo que atraviesan el país. Por eso, planteamos la movilización unitaria para imponer en la agenda política la convocatoria a una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, que tome a al estado español como un distrito único y reconozca una representación proporcional en elecciones libres. Hay que brindar un cauce a los debates que, en mayor o menor medida, ya se expresan: ¿Cómo deben ser un gobierno y un régimen realmente democráticos? ¿Cómo lograr una justicia honesta e independiente del poder político? ¿Cómo reemplazar a los Llarena por jueces electos por voto popular? ¿Qué medidas de control social se establecerán para controlar al poder político, garantizar la transparencia y enfrentar la corrupción? ¿Cómo reorganizar la sociedad y la economía sin explotación?¿Cómo redistribuir la riqueza?¿En manos de quiénes tienen que estar las fábricas y las tierras?¿Qué medidas establecer para terminar con la precariedad laboral, las pensiones de miseria, la falta de futuro para la juventud y liquidar el patriarcado?¿Hay que salvar a los bancos y los empresarios en quiebra o priorizar nuestras vidas?¿Qué relación libre y fraternal quieren establecer los pueblos entre sí, reconociendo el derecho a la autodeterminación? También hay que abordar sin tapujos el sometimiento a los designios de la Unión Europea y sus ajustes. Estos son algunos de los temas fundamentales que tiene que expresar la nueva Constitución que se necesita.
A la par, no dejaremos ni por un minuto de exigir el cese de la aplicación del 155, la libertad de los presos políticos, el cese de las persecuciones, la censura y la anulación de las causas judiciales contra dirigentes y activistas independentistas. Estamos por el respeto al derecho de autodeterminación del pueblo catalán y la voluntad por la República y el proceso constituyente expresados en el Referéndum del 1-O.
Seguiremos apoyando las luchas de los trabajadores, los pensionados, las mujeres, los estudiantes y los pueblos del Estado Español, cuyas necesidades sociales no pueden esperar más. Huelga general y plan de lucha son necesidades del momento.
Desde Socialismo y Libertad (SOL) insistiremos en que el problema de fondo es el capitalismo, con sus gobiernos y regímenes antidemocráticos. Llamamos a los trabajadores, los jóvenes, las mujeres y los pensionados, a los revolucionarios organizados o no, a los que se consideran socialistas, progresistas y a los luchadores democráticos a debatir sobre estos temas y pelear juntos. En Cataluña y en todo el Estado español hace falta construir una nueva alternativa política consecuente, amplia y de izquierda.
Los invitamos a construir una organización en común para pelear por objetivos estratégicos: unir a los heroicos pueblos oprimidos de la península ibérica en una Federación Libre y Democrática de Repúblicas Socialistas, sin reyes, sin castas, sin banqueros y sin capitalistas, donde  gobiernen los trabajadores y el pueblo

Manel Pere Lecha