Argelia: cuando un pueblo se levanta

¡Argelia se ha levantado!  Es un país donde la protesta contra el régimen es permanente desde hace mucho tiempo. La revolución y la guerra de independencia contra el Estado colonizador francés se paralizaron y fueron confiscadas y luego violadas por el FLN, que se convirtió en un partido dirigido por una verdadera mafia, identificada y denunciada como tal por el pueblo argelino.

La población, y en especial la juventud, está condenada masivamente a la pobreza, el desempleo y la migración, en un país que rebosa de riquezas. En efecto, Argelia es un importante productor y exportador de gas natural (5º productor y 4º exportador) y de petróleo (13º productor y 9º exportador), y dispone también de importantes reservas de hierro en el suroeste, así como de oro, uranio y zinc en el extremo sur. Es el primer productor mundial de habas verdes, 5º de higos, 6º de dátiles, 8º de damascos, 9º de alcauciles o incluso 10º de almendras.

Hay que subrayar que desde 1988 el poder argelino se ha sometido a los planes del FMI de ajuste estructural contra el pueblo y las conquistas sociales de la revolución argelina. Como resultado, la mafia gobernante no tiene otra base popular que sí misma. Frente a ella, contra el “5º mandato” de Bouteflika que la mafia gobernante quiere presentar en las elecciones presidenciales, por la Dignidad, por las mismas causas que causaron en Francia el movimiento de los chalecos amarillos, el pueblo argelino ha entrado en la vía de la revolución obrera y juvenil, popular, democrática y social.

Como en Francia, el abstencionismo masivo se convierte en un activismo masivo.

Pero también hay que subrayar que los argelinos no copian a los franceses. Tienen su propio movimiento que une a los árabes y los cabiles (bereberes) argelinos en una misma lucha por los derechos de todas y todos, y encuentra apoyo en la inmigración argelina en Francia. Su lucha hunde sus raíces en la revolución de 1954-1962, después de 130 años de cruenta colonización francesa.

El régimen vigente pretende democratizarse. Pero el «pluripartidismo» sólo significa que existen varios partidos. Ahora bien, esos partidos se someten a las reglas del régimen terriblemente corrupto. Es el caso del Partido de los Trabajadores (PT), del que Luisa Hanoune es vocera y diputada. Como dicen antiguos militantes de ese partido “lambertista”, el PT tuvo su fase ascendente, donde efectivamente fue un partido de luchadores revolucionarios y Hanoune fue una militante muy valiente. Sin embargo, finalmente se adhirió al régimen y aceptó que Bouteflika pudiera obtener más de dos mandatos, en elecciones amañadas y desafiadas por un abstencionismo ampliamente mayoritario. Hanoune luchó contra ese abstencionismo radical.

Por eso Hanoune y la delegación del PT fueron echadas espontáneamente de la colosal movilización del pasado viernes 1º en Argel (ciudad donde están prohibidas todas las marchas).
Desde hace dos semanas, en Orán, Sétif, Tizi Ouzou, Constantine y ahora Alger y muchas otras ciudades, el país se cubre de manifestaciones de una magnitud sin precedentes, marcadas por cánticos magníficos que expresan el dolor, la ira y la esperanza de todo un pueblo. Entre dos cánticos, el pueblo grita: “Fuera Bouteflika”, “Dignidad”…
Empieza la primavera de los pueblos.

                                                                                                                                                           Daniel Petri, 4/3/2019
                                                                                                                               Reproducido de Anticapitalistas en Red

                                                                                                                                                                                       7.3.2019