Que irrumpa la movilización popular
La lucha y la construcción de una nueva alternativa política son fundamentales para imponer una agenda favorable a la mayoría y no a un puñado de privilegiados.
La actualidad política del Estado español se compone de un mosaico de temas que ocupan las primeras planas y afectan a la población.
Preocupación
Se sigue con atención la erupción del volcán en Cumbre Vieja. Por las consecuencias sobre la vida de la población y por el futuro de quienes perdieron casi todo. La cuestión es ¿qué medidas de ayuda tomará el gobierno cuando esto pase? Los que más sufren no pueden quedarse sin apoyo. La emergencia ambiental se cuela por todos lados. Sucede lo mismo con las crecientes necesidades sociales.
Déficit social
La tasa de desempleo ronda el 16%. El salario mínimo interprofesional aumento unos miserables 12 euros. El ingreso de los empleados del estado subirá sólo un 2%. Hay 6 millones de personas en pobreza extrema. El 58% de los hogares tiene dificultades para llegar a fin de mes. Mientras tanto y la inflación comenzó a preocupar llegando al 4% . Y falta la estrella luminosa del encarecimiento: la factura de la luz.
La luz, un robo
Todos los días se bate un récord de encarecimiento de la energía que supera los 200 euros el k/h. Ante esto, el gobierno de “coalición progresista” PSOE-UP no toma medidas de fondo. Los empresarios son unos ladrones con aval institucional. Esto radica en la existencia de las “puertas giratorias” entre los despachos estatales y las oficinas privadas. Por ellas circulan los favores de las autoridades, en funciones o luego de cumplirlas. Para terminar con el despropósito de las ganancias privadas, hay que nacionalizar las empresas sin indemnización y ponerlas bajo control de los trabajadores y usuarios. Para lograrlo, es necesario terminar con el régimen monárquico-parlamentario.
Erosionado pero activo
El régimen del ´78 está cada vez más golpeado, pero no está paralizado. La retirada del acta al diputado de Podemos Alberto Rodríguez es un hecho gravísimo. Se basa en un supuesto “delito contra la autoridad” ocurrido hace siete años. Contó con la colaboración de Maritxell Batet, presidenta de la Cámara que aceptó tal decisión del jefe de la sala segunda del Supremo, Manuel Marchena. Una vez más la opinión de los abogados de las Cortes pesó más que la voluntad popular expresada en los votos. En esta ocasión, Podemos puso el grito en el cielo. Lamentablemente, no hizo lo mismo cuando las víctimas fueron los dirigentes catalanes independentistas, también electos por voto popular o cuando pisotearon el Parlament, con Podemos practicando la “equidistancia”. No todos sufren las mismas injusticias.
El que la pasa bien
Como contracara de la moneda, la fiscalía tiene un alevoso trato de favor con Juan Carlos I, ya que evalúa la posibilidad de no encausarlo a pesar de la defraudación, el cobro de comisiones y otros ilícitos. Por eso, el rey emérito está pensando en volver para las fiestas. Los privilegios de la anacrónica monarquía siguen intactos. Los atropellos antidemocráticos y la falta independencia de poderes no se solucionarán con pequeños parches al régimen moldeado por el franquismo, hay que derrotarlo en toda la línea. Mientras tanto, se desarrolla un debate clave para el gobierno español: el de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Los de arriba, más favorecidos
El proyecto de presupuestos para el 2022 está en debate. Todavía no hay claridad sobre quiénes facilitarán su aprobación que, en definitiva, será un apoyo explícito a la política del ejecutivo y su estabilidad parlamentaria. Las cifras aprobadas por el Consejo de ministros se nutren de los fondos millonarios de ayuda de la Unión Europea. Aunque se anunciaron montos récord con destino social, estarán erosionados por la inflación y una deuda creciente que se lleva una buena porción de los ingresos. El aumento del gasto social sigue favoreciendo fundamentalmente a los poderosos. No implica ningún cambio en el modelo productivo capitalista. El único alivio parece asomar con el retroceso de la pandemia.
¿Cerca del fin?
Luego de casi 600 días y 5 olas, decayó la incidencia del Covid-19. Al mismo tiempo, se detectó la nueva variante AY.4.2. del virus que crece más rápidamente que la Delta. Como balance transitorio, el país fue uno de los más golpeados en Europa en personas contagiadas y fallecidas, por la adopción de medidas sanitariamente insuficientes, socialmente injustas y políticamente antidemocráticas. Nunca hay que olvidar que el sistema sanitario afronta la pandemia en malas condiciones, producto de los recortes a la salud pública efectuados por los distintos gobiernos y que no se han revertido. Los que no terminan nunca, son los matices entre los socios de gobierno.
Otro cimbronazo
Lo está causando el debate sobre la derogación de la reforma laboral, una promesa incumplida al igual que la derogación de la Ley Mordaza. En la disputa intervienen, con crisis, el PSOE y Unidas Podemos, el PP, las patronales y los sindicatos. Sánchez quiere que la reforma la capitanee Nadia Calviño. Podemos exige que sea Yolanda Díaz. Más allá de las promesas, las reformas de Rajoy que impusieron salarios bajos, convenios abusivos y una precariedad absoluta, siguen en pie. Se trata de medidas tan reaccionarias que hasta las autoridades del bloque imperialista de la UE quieren modificaciones, pero sin afectar a las ganancias empresariales. Una movilización nacional con huelga general resaltaría los intereses del movimiento obrero, pero, de esto ni se habla.
Mucho ruido y pocas nueces
Los sindicatos mayoritarios CC.OO. y UGT piden la derogación. Lo hacen desde la comodidad de sus oficinas sindicales, porque no mueven un dedo para imponerla con la lucha. Ellos son unos de los responsables de las pérdidas de conquistas y la acumulación de ganancias millonarias de las patronales a costa del empobrecimiento obrero. Ya se verá cómo termina este nuevo capítulo de diferencias por la reforma. Las tensiones van en aumento, aunque hasta ahora, siempre se saldaron con consensos y cambios parciales que no alumbraron ningún cambio de fondo. En medio de este panorama político y social, Catalunya merece un párrafo aparte.
Nada resuelto
En Catalunya Se intensificaron las movilizaciones y las luchas, como en la Diada del 11S y contra la ampliación del Aeropuerto El Prat. Es cada vez es más evidente que la Mesa de Diálogo, montada entre Pedro Sánchez (PSOE) y Pere Aragonés (ERC), es una trampa. En pleno “diálogo” continúa la persecución a activistas por la libertad, quisieron detener y extraditar a Carles Puigdemont. Aunque la reaccionaria justicia española volvió a fracasar, queda claro que el objetivo del gobierno y del régimen del 78 es desarticular el reclamo catalán por la autodeterminación, pero la movilización popular aún no ha dicho la última palabra. El cúmulo de tensiones, de necesidades democráticas, políticas y sociales insatisfechas, reafirma la urgencia de poner de pie una nueva construcción.
Por una nueva herramienta política
Las tensiones políticas se hacen cada vez más fuertes. Se siguen acumulando contradicciones políticas y sociales, en un gobierno debilitado con un régimen desprestigiado, pero activo en sus medidas reaccionarias. Lo que hace falta es la irrupción del movimiento de masas, fundamentalmente de la clase trabajadora, para imponer su propia agenda de debates e intereses. Es algo que las direcciones políticas y sindicales mayoritarias intentan evitar a toda costa. Por eso, es más necesario que nunca conformar una nueva alternativa política, anticapitalista y consecuente, organizada en todo el Estado español. Hay que dar vuelta todo para que el capitalismo y sus cómplices no siguen hundiendo a las grandes mayorías. En el camino de construir un sistema sin explotadores ni explotados, sin opresores ni oprimidos, es decir, el socialismo.