El 8M huelga general para ganar las calles
Se están delineando las acciones para el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. También hay debates, en los que intervenimos con las posturas del feminismo anticapitalista.
Se acerca una fecha marcada en el calendario como un hito para luchar por todos nuestros derechos. Por los conseguidos y por los que aún nos falta conquistar.
Pandemia + capitalismo = desigualdad
Dos años de pandemia de Covid-19 y de crisis de la economía capitalista sirvieron para poner más de relieve que nunca, que las labores asociadas a los cuidados, la salud, la educación y la limpieza, entre otras, son tareas que el capitalismo y el patriarcado ubicaron en categorías inferiores, para imponer una mayor explotación. Son labores desarrolladas en su gran mayoría por mujeres, que profundizan las brechas y las desigualdades.
Otro hecho que quedó de manifiesto en este período es que las mujeres seguimos ocupándonos de una parte importante de los cuidados necesarios para la reproducción social. Trabajo no remunerado, no reconocido y que los capitalistas se ahorran de pagar.
Feminización de la pobreza
En el Estado español 6,5 millones de mujeres se encuentran en situación de pobreza o exclusión social, frente a los 5,27 millones que había en 2019. El 53,3% de las familias monoparentales, de las cuales el 83% están encabezadas por una mujer, se encuentra en riesgo de exclusión o pobreza. Desde el cuarto trimestre de 2019 y hasta el segundo de 2021, la tasa de paro de las mujeres creció 1,8 puntos, llegando a situarse en el 17,4 %. Mientras que la tasa de paro entre los hombres subió 1,2 puntos, hasta el 13,4 . La brecha entre una y otra tasa aumentó de 3,3 a 4 puntos.
Reclamar la huelga es una necesidad
Desde el año 2017 la Huelga Internacional de Mujeres y Disidencias del 8M, que asume el método de lucha distintivo de la clase trabajadora, con movilizaciones masivas y otras acciones en unos 80 países del mundo, es una conquista histórica que no debe perderse, sino que se debe fortalecer y expandir año a año.
El debate sobre qué hacer y cómo ya comenzó. Por eso, el fin de semana pasado, en la asamblea feminista realizada en Cotxeres de Sants, en Barcelona, un sector mayoritario de mujeres planteamos la necesidad de exigir a los sindicatos que convoquen a la huelga general laboral y feminista. Las mujeres del feminismo anticapitalista no creemos, ni confiamos, en las falsas soluciones institucionales que el gobierno de “coalición progresista” PSOE-Unidas Podemos quieren darles a nuestros reclamos.
Con las banderas del feminismo anticapitalista
La derecha y la ultraderecha, encarnadas en el PP, Vox y C’s son enemigos declarados del feminismo combativo y las acciones que realiza. Por otro lado, hay agrupamientos que se empeñan, hace tiempo, en borrar de los reclamos la huelga general como el feminismo liberal y el institucional, que encabezan, entre otras, la vicepresidenta Yolanda Díaz y la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. Otros plantean que “no hay condiciones” , mientras que las condiciones están más que maduras por los padecimientos y las necesidades. Y hay posiciones ambiguas, como las adoptaron quienes se abstuvieron en la votación del planteo de la huelga. En este contexto, ganar las calles el próximo 8M, masivamente y en todo el mundo, debe ser un gran objetivo. El feminismo anticapitalista debe jugar un rol primordial para lograrlo y pelear por la huelga general.
«Mujeres trabajadoras, por la igualdad y socialismo«
Con este lema las diferentes agrupaciones de mujeres que formamos parte de la Liga Internacional Socialista, entre ellas Juntas y a la Izquierda – Estado español, daremos pelea en cada una de las asambleas organizativas previas y saldremos a las calles el próximo 8 de marzo.
El gobierno no derogó las reformas laborales de Rajoy, como había prometido. En realidad, impuso la continuidad de la precarización, la desigualdad y el hambre. Las mujeres trabajadoras seguimos doblemente afectadas, por la explotación y la opresión. Por eso tenemos que seguir luchando, junto a la clase obrera, hasta derrotar el mal de fondo que nos afecta: el sistema capitalista y patriarcal. Las mujeres seremos realmente libres en una sociedad más justa, sin explotación ni opresión, es decir, en una sociedad socialista.