Francia: inmigrantes y ataque a los kurdos

Por Roni Turus

El 23 de diciembre, fueron asesinados en París tres kurdos. Un nacionalista francés racista fue arrestado. El ataque tuvo lugar en una Asociación kurda, llamada Centro Cultural Ahmet Kaya1 y en algunos lugares de trabajo kurdos.

El asesinato de tres personas recordó a los kurdos de todo el mundo el asesinato de tres mujeres kurdas hace 10 años, el 9 de enero de 2013. Tres mujeres, Sakine Cansiz, Leyla Saylemez y Fidan Dogan, fueron asesinadas en la Oficina de Información de Kurdistán por Ömer Güney, que estaba vinculado a la inteligencia turca. Las instituciones kurdas en París expresaron su preocupación y la posibilidad de un vínculo entre la inteligencia turca y el atacante francés.

El atacante ingresó primero al Centro Cultural Ahmet Kaya y abrió fuego, luego se adelantó para abrir fuego contra un restaurante kurdo y una barbería. El mismo atacante fue juzgado por atacar a refugiados en campamentos de tiendas de campaña el año pasado y fue puesto en libertad pendiente de juicio hace poco tiempo. Se informa que el sospechoso, conocido como de extrema derecha, tiene antecedentes penales por un incidente de apuñalamiento en 2016.

París, sábado 7 de enero. Militantes de la LIS estuvimos en la masiva marcha solidaria con la lucha de Kurdistán y en repudio a los recientes asesinatos. Como bien dice la bandera de la combativa columna del ala izquierda del NPA: «Erdogan y extrema derecha asesinos. Estado francés cómplice. Verdad y justicia para el pueblo kurdo».

Este ataque ha generado preocupación y angustia en Europa, donde reside una gran población kurda. Muchas instituciones condenaron el ataque. Después del incidente, se informó que se reforzaron las medidas de seguridad contra los edificios de los grupos turcos y kurdos.

El racismo y la política francesa

El sospechoso tiene puntos de vista de extrema derecha. Era conocido por ser antinmigrantes y extranjeros. El padre del sospechoso que perpetró el ataque, de 90 años, afirmó que su hijo no dijo nada cuando salió de la casa el día de los hechos, y que su hijo, a quien calificó de «loco», era una persona tranquila e introvertida.

El gobierno francés siempre ha utilizado la inmigración para fomentar el populismo y los sentimientos racistas entre la población francesa. El presidente francés Macron y su ministro de Interior, Gérald Darmanin, han lanzado una campaña contra el “separatismo islámico”, a pesar de que no existe ningún movimiento legal que defienda la ley islámica o la separación de Francia.

Este tipo de discurso permite que sectores reaccionarios de la sociedad francesa crean que la inmigración y el islam son graves amenazas para la identidad francesa y la supervivencia nacional. Ya sea Macron, Sarkozy o Chirac, el político francés siempre usó las “cuatro I”: inmigración, inseguridad, islam e Identidad para dominar las elecciones presidenciales. No es casualidad que los ataques a los inmigrantes sean un tema habitual en las noticias francesas.