Ley de vivienda: insuficiente y electoralista

Las medidas que Pedro Sánchez acordó con sus socios no resolverán los graves problemas planteados por la crisis habitacional. Las Ciudades Buitre de la especulación inmobiliaria y los negociados capitalistas con la vivienda atentan contra la vida digna de l@s vecin@s. Las candidaturas de la CUP en Barcelona y L’Hospitalet que apoyamos desde SOL formulan propuestas de fondo al servicio de los trabajadores y el pueblo.

Los principales puntos de la normativa de Sánchez y sus socios

En el primer pacto de Presupuestos entre el PSOE y Unidas Podemos se había plasmado el compromiso de elaborar una ley de vivienda. Después de más de tres años de negociaciones, Pedro Sánchez ha pactado la normativa con ERC y EH Bildu. Según los anuncios, con relación a los grandes propietarios, las comunidades autónomas tendrán la potestad de rebajar la condición de «gran tenedor” de 10 a 5 inmuebles y aplicar limitaciones a las rentas en las zonas que sean declaradas “áreas tensionadas”. Los propietarios con menos de 5 inmuebles deberán congelar los precios o reducirlos a cambio de rebajas en el IRPF (Impuesto sobre la renta de las personas físicas). Durante 2024/25 el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) creará un índice inferior a la evolución del IPC (Índice de Precios al Consumidor) que limitará la subida de alquileres. En caso de nuevos contratos, las comunidades autónomas y los ayuntamientos podrán determinar topes, se regularán los desahucios y aumentará el porcentaje de reserva de suelo para viviendas protegidas.

Cambian algo, para que nada cambie

Las medidas no rebajan los precios de los alquileres que ya son inaccesibles ni prohíben los desahucios, garantizan la continuidad de los grandes negociados inmobiliarios, no sientan las bases mínimas para un plan de viviendas populares de acceso masivo al techo propio y están orientadas a disputar votos por encima de brindar soluciones. Además, las tendrían que adoptar los gobiernos burgueses de las comunidades autónomas, instituciones del régimen del ’78 y del capitalismo que se dedican principalmente a garantizar los grandes negociados empresariales.

El “área tensionada” abarca toda la península

La crisis de la economía capitalista, la inflación, los salarios depreciados y los altos alquileres deterioran el nivel de vida de los trabajadores y el pueblo. Las subidas de tipos de interés del BCE (Banco Central Europeo) han colocado en mala situación a las personas que tienen hipotecas variables. La juventud paga graves consecuencias ya que no puede emanciparse de sus padres hasta los 30 años, ni siquiera trabajando. Y quien logra independizarse se ve obligado a compartir piso. Una vez más, el gobierno de “coalición progresista” PSOE-Unidas Podemos se rige por sus intereses en lugar de escuchar a las organizaciones de inquilinos y priorizar las necesidades populares.

Hay que tomar medidas de fondo

Una crisis habitacional tan grave, sólo se puede revertir con la adopción de medidas decididas, en el marco de un plan económico de emergencia, debatido democráticamente y basado en la movilización. Con la prohibición de los desahucios, la fijación de un precio social de los alquileres e hipotecas con acuerdo a los ingresos, la bonificación a los sectores más necesitados, la eliminación de los privilegios fiscales a los especuladores, la expropiación sin indemnización de pisos vacíos de grandes tenedores y fondos buitre, el bloqueo del incremento del suelo por uso especulativo y la implementación de un plan nacional de viviendas accesibles a los trabajadores y el pueblo.

Movilización y organización política conta las Ciudades Buitre

Las soluciones no llegarán de la mano del PSC, ERC, JxCAT, PP o VOX porque, más allá de sus matices, son defensores de la matriz del mercado capitalista para la vivienda. Las listas de la CUP que en Barcelona y L’Hospitalet apoyamos desde SOL, plantean la adopción de medidas inmediatas para detener los procesos de masificación y gentrificación que expulsan a l@s vecin@s de sus barrios de toda la vida, con alquileres tan altos que sólo son accesibles para el turismo. Es hora de terminar con el modelo que crea ciudades buitre al servicio de los grandes tenedores y las inmobiliarias. Las candidaturas de la CUP están al servicio de las luchas y la organización barrial para provocar los cambios de fondo que se necesitan.