Argentina: El FIT-U y sus dilemas. Por una gran asamblea que decida todo
Por Sergio García
La crisis política y económica del país, las luchas sociales en curso y la proximidad de las elecciones nacionales aceleran todos los debates políticos. Se viven momentos de incertidumbre en los partidos capitalistas, en el “círculo rojo” y nadie sabe cómo será el resultado de las PASO ni el de las generales.
Los debates políticos también existen en el FIT-U, el frente político de unidad de la izquierda que es una gran conquista que tenemos que cuidar y defender entre todos. Por eso proponemos una gran asamblea militante que debata y decida todo frente a las elecciones que vienen, para fortalecernos en un evento masivo, protagónico y abierto a referentes sociales, intelectuales y a organizaciones amigas que apoyan al FIT-U y participan en nuestras listas.
Lamentablemente, en vez de estar debatiendo propuestas, nuestro frente vive una crisis que impide actuar en común cuando más falta hace. Como toda crisis, podría ser una oportunidad de cambiar y mejorar si se sacaran conclusiones correctas. Infelizmente hasta hoy no las hay, sino la continuidad de un rumbo equivocado más pretendidos hegemonismos que dividen.
Problemas viejos y nuevos
Como dijimos muchas veces, el FIT-U tiene muchas cosas positivas y también importantes problemas de origen, que hoy se combinan con un salto en un curso de adaptación electoralista y pretendido hegemonismo, de los compañeros del PTS.
Los problemas de origen provienen desde la anterior conformación del FIT y es responsabilidad compartida de los partidos que le imprimieron el carácter electoral al frente sin jamás proponerse nada mejor ni más profundo, lo hemos marcado una y otra vez y lo seguiremos haciendo. El límite de ser solo un frente electoral condiciona la intervención del frente, fragmenta fuerzas, no permite responder en común a hechos de envergadura, no potencia toda la fuerza militante actuando en la lucha de clases, ni abre sus puertas a otros referentes de la izquierda social o independiente. Desperdicia la oportunidad de actuar sólidamente en una crisis descomunal del régimen capitalista, al no intervenir de conjunto en todos los planos de la lucha política y social, ni tener un funcionamiento permanente donde todo se debata y decida democráticamente. La resultante final de no dejar de ser solo un frente electoral es llegar a las elecciones sin tampoco tener unidad política para la lucha electoral.
Sumando un nuevo e importante problema, asistimos a un salto en el curso más electoralista y en la pretensión hegemonista del PTS, justo cuando en términos militantes y de inserción social no demuestra precisamente un avance, sino una fuerte debilidad estructural en el movimiento obrero donde no juega roles de dirección en ningún lado. Algo similar le sucede en el movimiento estudiantil y mientras arrastra años de una incomprensión completa del movimiento piquetero, proceso que mira desde lejos con abstencionismo y ausencia de esta lucha.
Ubicado así y necesitado de sobresalir en el plano electoral, se extralimita en un curso electoralista y en buscar simpatía en la base del kirchnerismo, al costo de no responsabilizar en nada a su líder frente a enormes hechos de corrupción bajo su gobierno, sumándose al discurso de la proscripción que agitan voceros del peronismo. Pretende escudar esa política realzando la importancia de denunciar a las castas judiciales, a las que por supuesto hay que denunciar y enfrentar, pero sin caer en capitulaciones a quienes fueron gobierno y desarrollaron enormes hechos de corrupción. Lo mismo frente a las suspensiones de elecciones en San Juan y Tucumán donde hay que denunciar con fuerza a la Corte Suprema y su fallo, pero poniendo al mismo nivel la denuncia de que los candidatos eternos del PJ no deberían presentarse más, ya que una posición independiente es desenmascarar con la misma fuerza tanto a la Corte afín a la oposición de derecha como al PJ y sus candidatos y regímenes que se perpetúan para ajustar más. El PTS en general prioriza y le da más fuerza a la denuncia a la Corte, por las mismas equivocadas razones.
Junto a estos errores políticos y otros similares que dejan al FIT-U con una posición más tibia frente a una realidad que necesita lo contrario, en los debates electorales los compañeros del PTS además pretenden colocar a nuestro frente en una posición más cerrada: que los demás partidos del frente apoyemos una fórmula presidencial compuesta solo por su partido con Bregman y Del Caño. Y a partir de ahí, también pretenden que en otros lugares de importancia se aplique un criterio también hegemonista. Nadie que honestamente quiera un Frente de Izquierda fuerte, unitario y abierto en la difusión de todas las ideas y referencias, puede apoyar una fórmula cerrada y monolítica ni un armado general que represente una sola voz y una sola idea, en detrimento de la demás.
Este hegemonismo y falta de vocación unitaria se expresó en el cierre de listas de las PASO en Santa Fe, donde vinieron a solo una reunión del FIT-U a decir que no vendrían a ninguna otra si PO no se autocriticaba de sus posiciones políticas, algo fuera de lugar, porque pedir autocríticas no es un método sano, los debates existen y cada cual desarrolla sus posiciones. Y en concreto no vinieron más ni convocaron a ninguna reunión ni hicieron ninguna propuesta, y así hay dos listas del FIT-U en las PASO de esta provincia; una unitaria del MST y el PO, y otra del PTS que sumó algunos compañeros de IS que le son funcionales a ese hegemonismo.
Lo equivocado de esa política se expresa además en las luchas, en algunas como el movimiento piquetero por ausencia directa. Y en otras, por dar un ejemplo reciente en la importante lucha de enfermería de CABA, el PTS envío a la última movilización solo un par de militantes y con la única tarea de volantear las acciones de lucha llamando a votar por Bregman-Del Caño. A ese grado de electoralismo reduce su intervención en este importante sector. No consideramos casual esa forma de actuar en sectores de trabajadores, ya que en general tienen en el movimiento obrero una política equivocada de dividir y atacar a nuevas conducciones antiburocráticas, como lo hacen en el Garraham, en ALE y en otros sectores de salud. La misma lógica también los ha llevado a dividir listas innecesariamente como en el Sutna y antes en docentes de Neuquén, por recordar dos ejemplos de otros que existen en su haber. En última instancia el divisionismo sectario en el movimiento obrero, el electoralismo en la política y los intentos hegemonistas son todos parte de una orientación política y sindical que es opuesta a un sano método obrero y socialista.
El FIT-U que defendemos en las PASO
Estamos frente a un problema: aunque lo mejor es una lista unitaria se está muy lejos de esa posibilidad. Y este problema no se resuelve aceptando un curso electoralista ni propuestas unipartidistas, que ni siquiera son puestas a debate democráticamente con la base militante y simpatizantes del frente. No apoyamos ese curso porque debilitaría al FIT-U y cuestionaría su existencia a futuro, ya que el frente existe porque es independiente en todos los planos de todas las fuerzas capitalistas, sean progresistas o de ultra derecha, y existe sobre la base de que nadie quiera arrogarse una representación política desproporcionada e irreal que invisibiliza las representaciones e ideas de los demás.
El Frente de Izquierda necesita propuestas políticas sólidas y alternativas contra todos los demás frentes y candidaturas desplegando nuestro programa anticapitalista y socialista. Necesita tener una estrategia común sobre el proceso de luchas más allá de las elecciones, necesita a la vez propuestas unitarias, convocantes, abiertas, no más cerradas y visiones políticas de un solo partido. Y esto no tiene que ver con los datos de una encuesta ni con cuál sería el mejor resultado en una elección, sino con entender políticamente lo negativo que sería el resultado de un frente que no se abre a más voces, cada vez quiere reflejar menos y monopolizar más.
Si hay una crisis y un horizonte de ir a las PASO en diferentes listas, se debe a debates políticos donde hay claras diferencias, combinado con pretensiones hegemonistas y la falta de un debate abierto y democrático con toda la militancia y los miles de simpatizantes que nos apoyan.
Nuestra propuesta
Por todo esto el 1° de Mayo en el discurso de cierre de Cele Fierro, desarrollamos dos ideas centrales; una fortalecer al FIT-U superando su carácter de frente electoral por algo mucho más profundo, un debate que es clave a mediano y largo plazo. Nuestra otra propuesta fue resolver el debate político y electoral convocando a una gran asamblea militante para que miles de trabajadores y jóvenes debatamos y decidamos todo; la política, el tipo de campaña y las candidaturas. Una gran asamblea de toda la militancia del FIT-U abierta a referentes sociales, intelectuales, simpatizantes del frente, organizaciones amigas. Una gran asamblea con real participación, decisión y debate colectivo. El miércoles pasado, en la conferencia de lanzamiento de su precandidatura a gobernador por Buenos Aires, nuestro compañero Alejandro Bodart reafirmó la necesidad de convocar a este evento democrático que ponga todo a debate y decida con el protagonismo de miles.
Quedan pocas semanas hasta la fecha de presentación de alianzas, donde el FIT-U tiene que presentar la suya y saber con cual o cuales listas intervendrá en las PASO. Y en el marco de las divergencias planteadas, no hay posibilidad de lista común sino se abre un debate franco y democrático donde intervenga el conjunto de la militancia. Ojalá se reflexione sobre todo esto y nadie se niegue a permitir un debate real.
Lamentablemente no parece ser así, ya que en un reciente artículo Guillo Pistonesi de la dirección del PTS (*) acaba de rechazar cualquier tipo de evento y asamblea democrática diciendo: “no coincidimos en convocar a un “congreso” o “asamblea” donde deberíamos poner bajo el sufragio de compañeros de lucha que no necesariamente acuerdan con la orientación política del FIT-U a nuestro programa y candidaturas. En el PTS hay una deliberación permanente de toda la militancia y quienes participan voluntariamente en nuestras asambleas abiertas, que son quienes democráticamente votan el programa y a las candidaturas que mejor les representan”. Un argumento defensivo y erróneo que no explica por qué esa misma militancia no puede venir a debatir junto a la militancia de los otros partidos del FIT-U y junto a nuestros simpatizantes. ¿Cuál es el temor? ¿Por qué no poner de conjunto todas las ideas políticas y precandidaturas a debate? ¿Por qué no escuchar lo que tienen para aportar referentes sociales, intelectuales, organizaciones amigas? ¿Por qué todo el FIT-U no puede deliberar en común? ¿Será por temor a que otras ideas o candidaturas ganen más peso en la realidad o en un evento masivo? La realidad es que los compañeros del PTS han decidido hace mucho tiempo hacer su propia campaña por sus propios candidatos. Para esa política que divide deciden rechazar cualquier instancia democrática y un debate profundo y real.
Seguiremos los días que vienen insistiendo en nuestra propuesta unitaria y convocando a los partidos del FIT-U que quieran un frente con una perspectiva de fortalecer la unidad en las luchas, independiente de todas las variantes capitalistas, sin equivocados hegemonismos, sin un carácter electoralista y con un método democrático y de verdad unitario para conformar las listas, a que actuemos en común en esta lucha política decisiva no solo para estas elecciones, sino de cara al futuro. Y convocamos a miles de simpatizantes del FIT-U, a organizaciones amigas, a referentes que nos apoyan en cada elección, a intelectuales y dirigentes obreros, sociales, ambientales, de género y DDHH con quienes compartimos luchas cotidianamente a que colaboren en este desafío contribuyendo a fortalecer un rumbo unitario y fuerte en el Frente de Izquierda Unidad.
(*) Polémica. Las PASO del Partido Obrero, publicado en La Izquierda Diario