Jura de Leonor: “Aunque la Mona se vista de seda…” Monarquía queda
La sucesora al trono español juró la Constitución. Es la nueva imagen de una decrépita dinastía. Ya presta servicios al régimen que la mantiene. Hay que dar vuelta todo.
La joven ungida
Leonor de Borbón y Ortiz estudió en el Colegio de Santa María de los Rosales de Madrid, hizo el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College de Gales (Reino Unido) y se está formando en la Academia General Militar. Desde 2014 es duquesa de Montblanch, condesa de Cervera, señora de Balaguer y Princesa de Asturias, Gerona y Viana. Y, por ser la hija primogénita del rey Felipe VI y su “consorte” la reina Letizia, es la orgullosa sucesora al trono del Reino de España. Símbolo del viejo colonialismo saqueador y genocida, escudo actual de la opresión de los pueblos contra la autodeterminación.
Aroma a perfume para el olor a rancio
El martes 31 de octubre, Leonor cumplió 18 años y los festejó jurando la Constitución con la fórmula “fidelidad al Rey” y con frases como “Me debo a los españoles y les pido que confíen en mí”. En el Hemiciclo recibió muestras de respeto y lealtad. El Congreso y el Senado le entregaron medallas y el Gobierno la condecoró con el collar de la orden de Carlos III. Estuvieron los dirigentes de los partidos pilares del régimen: Pedro Sánchez, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), José María Aznar, Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijòo (PP), no faltaron los altos cargos judiciales, militares, curas y otros servidores del imperialismo europeo y del capitalismo. Los actos oficiales finalizaron con un almuerzo en el Comedor de Gala del Palacio Real. Al “abuelito” emérito sólo le permitieron aparecer en la celebración familiar realizada en el El Pardo.
Lo primero es la familia…real
Leonor cae bien en distintos sectores sociales que la vieron crecer y ven en ella a una adolescente madura. Pero no es una mujer común. Desde pequeña le hacen cursar una carrera rentable y prestigiosa que en el futuro le otorgará el título de reina. En ese camino, ya colabora con Felipe VI en la reaccionaria tarea de lavarle la cara a la monarquía borbónica. Desde el establishment tratan que la joven imagen de Leonor reemplace en el imaginario popular a la imagen de Juan Carlos I, que abdicó y se fue de España jaqueado por los escándalos y las investigaciones por corrupción. En definitiva, abuelo, hijo y nieta transitan por el mismo camino de sus ancestros de la Casa de Borbón, que gobernó Francia (987-1328) y ostenta sus títulos en España desde el siglo XVII. Leonor no sólo encarna la continuidad en el poder de una monarquía retrógrada y anacrónica, también le presta servicios al régimen del ’78. En este ámbito los designios divinos que provienen de las prácticas feudales se mezclan con los decretos terrenales del dictador Francisco Franco.
Las jóvenes no viven así
A la cotidianeidad de Leonor regida por la “creme de la creme” de la aristocracia, se contraponen las condiciones de vida de millones de jóvenes “plebeyos” de su edad. Para ellos no hay Rolls Royce, Palacio Real, educación privada exclusiva, ni asignación anual por miles de euros. Hay Metro y bus atestados cada día, vivienda en pisos compartidos con alquileres caros, trabajos precarios por ETT, bajos salarios que no alcanzan para pagar el alquiler y costear los estudios, educación y salud públicas deterioradas por recortes presupuestarios. No hay nada que le impida a Leonor rebelarse y romper con la realeza. No lo hace porque ya ha escogido el camino de los privilegios de los que su familia goza desde hace siglos.
Hay que dar vuelta todo
A los que le cantaron el feliz cumpleaños y se entusiasman imaginando una eventual “renovación” de la monarquía a partir de ahora, les recordamos que las prebendas de la parasitaria familia real provienen del bolsillo de millones de familias obreras y populares y que no hay “bocanada de aire fresco” que pueda oxigenar a la putrefacta dinastía borbónica ¡Abajo la monarquía! No hay institucionalidad que se pueda reformar progresivamente para erradicar la impronta impuesta por el franquismo, legalizada por la Constitución y barnizada por la transición ¡Abajo el régimen del ’78! Tampoco se puede humanizar al capitalismo, hay que derrotarlo con la movilización, la rebeldía y construir un sistema con igualdad social y sin privilegios que sólo puede ser socialista.