La UE, Sánchez y el ajuste.
Mientras grandes hechos de la realidad mundial en Palestina y Ucrania suscitan la atención, la crisis de la economía capitalista sigue su curso y se deteriora el nivel de vida del pueblo trabajador. En el Estado español las luces de peligro siguen encendidas sin que los dirigentes sindicales se inmuten. Hacen falta acciones y nuevos dirigentes sindicales y políticos para dar vuelta todo.
Aprobado con advertencias
El comisario europeo de Economía Paolo Gentiloni planteó que las tensiones geopolíticas «arrojan una sombra de incertidumbre sobre las perspectivas económicas» en un año en que se desactivará la cláusula adoptada durante la pandemia que mantenía congeladas las reglas fiscales habituales. Este es el marco que comenzó a colocar para el año que viene. Uno de los anoticiados fue Pedro Sánchez, todavía con los festejos de su investidura a cuestas. El martes pasado la Comisión Europea le dio su aprobación al proyecto de presupuesto español 2024 basado en una prórroga del presupuesto anterior. Sin embargo, ha formulado una advertencia: habrá una situación fiscal «muy difícil» con un déficit por encima del límite del 3% del PIB y una deuda «bastante elevada» que seguirá superando el 100% del PIB, cuando los tratados fijan un límite del 60%. Además, ha solicitado una actualización del presupuesto, entre otras razones, por la prórroga de la reducción del IVA para los alimentos básicos que Sánchez anunció durante el discurso de investidura. Por otro lado, el Banco Central Europeo (BCE) ha ubicado a España como el cuarto país más vulnerable sí hay una agudización de la crisis. Las advertencias son indicativas del habitual control comunitario y también de los ajustes cuyas dimensiones son motivo de distintas siderales cifras.
Indicadores en la mira, en una economía Euro que no despega
Aunque en Bruselas consideran que la economía española está en recuperación han señalado que la tasa de empleo todavía se ubica «muy por debajo del promedio de la UE del 74,6%, lo que constituye una ‘situación crítica’” con un alto paro juvenil particularmente en Melilla, Ceuta y Canarias. La brecha laboral de género está en la media europea y el crecimiento en la renta bruta per cápita disponible en los hogares está en una situación crítica, por debajo del nivel de 2008. Esto se combina con otros datos más generales: en el tercer trimestre la economía comunitaria se contrajo 0,1% y el PIB no crece, cuestiones que confirman es estancamiento de la economía europea. La economía alemana se contrajo un 0,1% y la francesa solo creció un 0,1%, mientras que la italiana se estanca. Entre los Veintisiete, las mayores tasas de crecimiento trimestral las registran Polonia (1,4%), Chipre (1,1%) y Hungría (0,9%) y las peores son de Irlanda (-1,8%) y Finlandia (-0,9%). Los datos de Eurostat siguen confirmando la ralentización económica en el Bloque euro.
Crisis, recesión, inflación y deterioro del nivel de vida
Los economistas europeos estiman que una nueva contracción en el último trimestre del año no es lo más probable, pero que de producirse significaría la entrada en “recesión técnica”. Mientras tanto el Banco Central Europeo (BCE) tiene el objetivo de bajar la inflación al 2%, sin reducir en el corto plazo el tipo de tipos de interés actualmente fijado en 4,5%, igualmente la presidenta, Christine Lagarde, ya advirtió que en los próximos meses la inflación podría aumentar y sentenció: “Es demasiado pronto para cantar victoria contra la inflación”. Más allá de las intenciones y de los pronósticos, auguran una crisis “profunda y prolongada”. Las “ayudas” otorgadas por el bloque imperialista de la UE no fueron gratis, en otras ocasiones alertaron sobre las pensiones y los salarios, nuevamente las advertencias son un recordatorio de los ajustes del cinturón que harán. Lo concreto, es que la inflación continúa, los salarios y las pensiones están cada vez más deteriorados, los alquileres en las principales ciudades son prácticamente impagables, las condiciones laborales son precarias, no se vislumbra la salida del paro y ya comenzaron a anunciarse el fin de los paliativos post pandemia. Es sabido que la pandemia y la guerra en Ucrania han causado problemas, pero la cuestión de fondo es la continuidad de la crisis de la economía generada por los capitalistas que no se ha detenido ni demuestra síntomas de recuperación.
Por nuevos dirigentes sindicales y políticos
Sí se suma un gobierno y un régimen en problemas a la inestabilidad política y los ajustes en carpeta, es evidente que se abre un gran interrogante sobre el destino del Estado español. La situación de deterioro del nivel de vida de los trabajadores y el pueblo es responsabilidad del gobierno de “coalición progresista” de Pedro Sánchez y las gestiones autonómicas, siempre propensas a favorecer a los empresarios y a los bancos en lugar de privilegiar a los más necesitados. Desde ya, con el PP y Vox tampoco habrá soluciones ya que entre todos comparten la defensa de un sistema capitalista en crisis y de un régimen anacrónico. Es necesario que los dirigentes sindicales de UGT y CC. OO. abandonen el letargo, la complicidad con los patrones y el poder ¿o van a esperar que el agua llegue al cuello de los trabajadores para aunque sea amagar a hacer algo? Tienen que convocar a asambleas para que la clase trabajadora pueda debatir y votar democráticamente un pliego de reivindicaciones propio, con acciones escalonadas, con un plan de lucha con movilizaciones y huelga general para recuperar los ingresos deteriorados por la inflación y por un mejor nivel de vida. Y sí no lo hacen, hay que pasar por encima de ellos, como se pueda, con nuevos dirigentes, democráticos y combativos. Tanto a nivel sindical como a nivel político hay que luchar para que la crisis, la paguen los que la generaron, es decir, los capitalistas.