Faraónica remodelación del Camp Nou: ¿Y los derechos obreros?

El FC Barcelona está derribando parte del Spotify Camp Nou para renovarlo y construir un nuevo estadio ultra moderno. El presupuesto para el proyecto “Espai Barça” es de 1.500 millones de euros que provienen de 20 inversores y acuerdos de financiación con Goldman Sachs y JP Morgan. La construcción está a cargo de la empresa turca Limak Construction Europe S.L, elegida por las autoridades blaugranas para bajar costos en 300 millones de euros.  

Los trabajadores denuncian como pueden

Entre la danza millonaria de la inversión y las impresionantes maquetas digitalizadas que proyectan el futuro estadio, acaba de aparecer la explotación y las malas condiciones laborales para entre 400 y 1.500 empleados, según la etapa de la obra.  Sólo algunos testimonios bajo pseudónimo, por miedo al despido y las represalias, dan cuenta de lo que sucede. Mohamed ha dicho: «Es muy duro, trabajas tanto si hace calor como si llueve. Cuando llegas a casa te tiemblan los pies… acabas destrozado», Mamadou, ha contado: «Yo tengo mucho miedo de caerme, de hacerme daño y no poder trabajar… es muy difícil, muy duro». “Me dijeron que me pagarían ocho euros la hora, que tenía que trabajar 10 horas al día y que firmara el contrato”. «Claro, todos somos inmigrantes que no llevamos mucho tiempo aquí: no sabemos leer ni escribir, ni cómo funciona la ley. Por eso nos engañan y se aprovechan de nosotros». “Me siento como un esclavo, que no tengo ningún derecho. Se aprovechan de ti y tú no puedes hacer nada porque necesitas el trabajo».

Se sabe por una investigación periodística

La investigación de cinco meses de El PERIÓDICO y el video documental son impactantes, han concluido con datos alarmantes. “Trabajar más de diez horas cada día, de lunes a sábado, doblando la espalda para retirar escombros pesados, desmontando estructuras metálicas desde varios metros de altura y todo ello bajo calor del verano y este otoño inusualmente tórrido. A cambio de un salario en muchos casos de poco más de 1.000 euros al mes, por debajo del convenio de la construcción y con un precio hora que les sale por debajo del sueldo mínimo”.

Para los inmigrantes, trabajo duro y mal pagado

Las tareas de coordinación de la obra y el personal calificado están a cargo de Limak. Los peones, instaladores y otros oficios los manejan empresas subcontratadas, el trabajo manual más duro lo hacen obreros marroquíes, pakistaníes, bolivianos, senegaleses y otros extranjeros. Es el esquema que se repite en otras grandes construcciones en curso como la futura estación del AVE de La Sagrera y la plaza de Les Glòries. La bancada de la CUP en el Parlament, ha denunciado la «telaraña de subcontratos» para la explotación laboral y el hecho que se trata de «migrantes, pobres y de orígenes humildes también tienen derecho a desarrollar sus proyectos vitales con independencia y dignidad».

La pausa del almuerzo…

No es una excepción

En el conjunto de España, entre enero y septiembre de 2023, en la construcción han perdido la vida 99 personas y hubo 747 accidentes graves. Y esto no es sólo en España, a partir del 23º Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo realizado en Sidney, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha publicado un informe indicando que son 750.000 personas las que mueren en todo el mundo por jornadas como las que denuncian obreros del Camp Nou. Si se suman todas las tipologías de accidentes y enfermedades vinculadas con lo laboral, la cantidad de obreros por año llega casi 3.000.000.

Los responsables

Los voceros del Club que preside Joan Laporta han dicho: «El FC Barcelona no tiene ninguna relación contractual directa con las empresas subcontratadas, sino que la relación contractual es únicamente con Limak». Y niegan todo «ningún trabajador está sufriendo abusos laborales», es posible que haya «error en las nóminas» y «No tenemos 2.000 trabajadores durmiendo en la calle; las cosas funcionan”.

La patronal ha planteado: «Limak no tolera ningún caso de irregularidad con los trabajadores. Por el momento, no se ha identificado ninguna queja por parte de ningún empleado de las empresas subcontratadas”. La Generalitat, presidida por Pere Aragonès, ha reconocido que la situación de los trabajadores como un «tema preocupante» y ha enviado al grupo de Inspecció de Treball, pero la falta de inspectores dificulta las tareas de control y es evidente que no ajusta las clavijas ya que es sabido que, por ejemplo, la empresa Solrigol S.L. que es una de las contratistas tiene un historial de expedientes por infracciones.

En definitiva, se lavan las manos, niegan todo o no hacen lo suficiente ante tan graves denuncias, dando a entender que los trabajadores mienten. La insensibilidad y el cinismo de los patrones y los gobernantes no tiene límites. No sólo son responsables de la situación actual, también lo serán por lo que pueda ocurrir con la salud y la vida de los trabajadores en el futuro.

El problema no es el fútbol sino el capitalismo

Todo el apoyo a los reclamos de los trabajadores del Camp Nou para que sus vidas, sus salarios y sus derechos laborales sean plenamente respetados. Con las declaraciones no alcanza, las centrales sindicales de CC. OO. y UGT, tienen que tomar medidas concretas de lucha para proteger los derechos laborales y la seguridad, en el Catalunya y en todo el Estado español. Basta de complicidad con los gobiernos y las patronales, hace falta un plan de lucha con movilizaciones y huelga general por aumento salarial, contra la precarización y los derechos laborales.

Los contrastes del capitalismo.

En esto nada tienen que ver los simpatizantes del Barca, ni los millones de personas que en el mundo aman al fútbol. Lo que ha vuelto a aparecer es la explotación a la que son sometidos los trabajadores que construyen estadios, como ha sucedido en los mundiales de Brasil, Qatar y en otros. Las inversiones millonarias en infraestructura se concretan bajo las peores condiciones laborales, las ofertas competitivas de las constructoras se basan en el pago de salarios miserables y en las peores condiciones laborales. Desde ya, no es una sorpresa que el deporte sea tomado como un gran negocio, como tampoco lo es el sometimiento de los obreros a las relaciones de producción dominantes en donde los patrones actúan como verdaderos amos para obtener ganancias. Esto es la esencia del capitalismo al que hay que derrotar.