50 años de la muerte de Franco: Entre la nostalgia derechista y el postureo de Sánchez

Aunque faltan varios meses para el día del aniversario, ya polariza la situación política. El PSOE, el PP, Vox y otros partidos debaten duramente, pero sin salir de los límites del régimen del ’78 moldeado por el franquismo. Hace falta una nueva alternativa política revolucionaria y socialista para dar vuelta todo.

En 2025 se cumplirán 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco (20 de noviembre de 1975). Ante el aniversario el presidente Pedro Sánchez (PSOE) ha anunciado la realización de una amplia gama de actividades anuales bajo el lema “España en libertad” porque “en una democracia como la nuestra no hay tirano cuya obra merezca ser ensalzada”. El lanzamiento oficial del programa ha atizado un debate que ya se había encendido al calor de los primeros anuncios de la conmemoración.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, declinó de participar en los actos y denunció a Sánchez por “la intencionalidad más personal y partidista que simbólica y con sentido de Estado”. Lo secundó su compañera del partido y ultra reaccionaria presidenta de Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para quien el Gobierno “ha enloquecido, quiere quemar las calles y provocar violencia”. Vox no asistirá a ninguno de los eventos previstos porque opina que imponen “una visión única y divisiva del pasado” y continúa ejerciendo presión en las Comunidades Autónomas para que se aprueben las llamadas “leyes de la concordia”, que pretenden desterrar palabras como “dictadura” o “golpe de Estado”. La plataforma Libres e Iguales, nacida en 2012 contra la autodeterminación de Catalunya, ha llamado a boicotear los actos por considerar que hacen “planteamientos guerra civilistas” y que “los españoles ya estamos reconciliados…” Felipe VI “por cuestiones de agenda” coincidió con la sugerencia de Vox para que “El Rey no participe”
La derecha, la ultraderecha y la realeza, más o menos explícitos, son nostálgicos y justificativos de Franco, quien ocupó el podio de los más despreciables fascista junto a sus socios Mussolini y Hitler. Pretenden desplegar un manto de olvido sobre la gente grande y de desinformación sobre los jóvenes con el fin de cubrir de impunidad una ideología retrógrada, el terrorismo de estado, los crímenes y las violaciones a los derechos humanos que provocaron el Golpe Militar, la Guerra Civil y la dictadura franquista.


Este rechazo categórico al fascismo de ayer y a la ultraderecha de hoy no implica apoyar a Pedro Sánchez, a su defensa de la tramposa transición, ni a su postulación como paladín español y europeo de la lucha contra la ultraderecha. El “antifranquismo” de Sánchez es un postureo que busca congraciarse con los sectores progresistas para fortalecer la política del “mal menor”.
El PSOE, con la ayuda de reformistas como Podemos, IU, ERC y otros hacen viable la continuidad del capitalismo y del régimen del ’78 que nació, se legalizó y se sostiene con la impronta franquista. Con sus mentiras, fracasos, políticas de austeridad para el pueblo trabajador y de privilegios para los ricos y empresarios, la “izquierda” institucional le abona el campo político y social a la ultraderecha.

Bandera contra el régimen dictatorial en una manifestación.


¿Hay que festejar o no la muerte de Franco? La desaparición de fascistas es un buen motivo para festejar, pero es insuficiente para saldar las injusticias del pasado que se han trasladado al presente con total impunidad. Por eso reafirmamos la necesidad de la movilización unitaria y la organización para combatir a la derecha y la ultraderecha, su ideología y su intención de esconder o minimizar los crímenes franquistas y “dar vuelta la página” de la historia. Frente a los partidos que embellecen la transición y el régimen del ’78 y el capitalismo, postulamos la construcción de una nueva alternativa política revolucionaria y socialista, para dar vuelta todo y que gobiernen los trabajadores y el pueblo.