La Jauría de Manresa: fue violación no abuso
La Fiscalía dio un paso atrás con relación al dictamen del TS. La movilización debe imponer su veredicto. Una chica de 14 años asistió a una fiesta en una fábrica abandonada y fue violada. Del hecho participaron siete hombres. Un amigo suyo la llevó a una de las casetas abandonadas y fue el primero en violarla. Luego, avisó al resto “Tienes 15 minutos, no tardes que me toca a mí”. Dos hombres la violaron individualmente, cuatro en grupo y otro “se quedó mirando mientras se masturbaba”.
La chica no opuso resistencia por la situación en que se encontraba y las bestias “no ejercieron violencia ni intimidación para forzarla”. Frente a esto, la Fiscalía consideró que hubo abuso y no agresión, solicitando a los jueces penas entre 10 y 12 años.,
Finalizada la violación, uno de los miembros del grupo volvió a la fiesta, sacó una pistola de aire comprimido y amenazó a los menores allí presentes diciendo: “Si alguien de los que estáis aquí decís algo de lo que aquí pasa, tendréis problemas con vuestra familia”.
“Va, te toca a ti, no tardes”
Al momento de escribir esta nota, se está desarrollando la Audiencia de Barcelona en la que la víctima declarará con miedo a que no le crean y a que no haya justicia. Sus abogados piden penas de cárcel de entre 15 y 20 años.
Este caso, que fue protagonizado por La Jauría de Manresa en el año 2016, tiene dos puntos en común con el caso de La Manada: la violencia machista y un fallo vergonzoso. Inicialmente La Manada fue condenada por abuso sexual porque la víctima no opuso resistencia y posteriormente el Tribunal Supremo corrigió la condena por violación.
El TS elevó la gravedad de la sentencia de La Manada al considerar la «intimidación ambiental» un factor suficiente para hablar de «agresión» y no de «abuso». Además, mencionó la diferencia numérica entre los agresores y la víctima, las desigualdades de fuerza, el ambiente en que sucedieron los hechos y el trato degradante. No pasaron ni diez días de aquel fallo y la Fiscalía ha vuelto hacia atrás planteando que se trató de un abuso y no una violación.
…las graves falencias del sistema judicial no se subsanarán con modificaciones parciales, hay que hacer cambios de fondo.
Luego de oir todos los testimonios y antes que el juicio quede visto para sentencia, la Fiscalía tiene la posibilidad de cambiar su calificación. Pero esperar que esto suceda de brazos cruzados, es el equivalente a jugar a la “ruleta rusa”. El fallo del TS fue un triunfo de la movilización del movimiento feminista, tenemos que lograr que suceda lo mismo en el caso de La Jauría de Manresa. Ya hay convocatorias a las puertas de los Ayuntamientos, tenemos que lograr que sean muy fuertes y seguir, seguir y seguir, con grandes movilizaciones en todo el Estado español, hasta que los violadores obtengan el castigo que les corresponde.
Sí un hombre se pasa con el alcohol o alguna droga, sólo hay que soportarlo. Pero sí se trata de una mujer, los machistas violentos consideran que tienen derecho a violarla, maltratarla y decidir qué hacer con su vida. No es casualidad que, en las movilizaciones, se cante con fuerza “Sola, borracha, quiero volver a casa”.
El Código Penal tal cual está no sirve y las graves falencias del sistema judicial no se subsanarán con modificaciones parciales, hay que hacer cambios de fondo. En definitiva, todavía no está dicha la última palabra, hay que torcerle el brazo a la insuficiente decisión judicial y seguir luchando para dar vuelta todo. Que el patriarcado y el capitalismo caigan juntos.