Tres Xemeneies: en las antípodas de la patronal catalana
En Barcelona se realizó un acto contrapuesto al que hizo el gran empresariado para pedir represión y ganancias capitalistas.
Luego de la detención de Pablo Hasél la juventud ganó las calles contra el recorte a las libertades democráticas y las carencias sociales. Hubo represión policial y enfrentamientos callejeros que se repitieron durante varios días. Espantada por los acontecimientos, el 4 de marzo la patronal catalana se reunió en la Estació del Nord para manifestar sus posiciones reaccionarias. Tras el liderazgo de Foment, Pimec y la Cambra de Comerç, con la participación de empresarios de la Vanguardia, Seat, Caixa Bank, Planeta, Banc Sabadell y Puig, Agbar, entre otros; le exigieron al Govern mano dura contra «la violencia, vandalismo y saqueo» en las calles de Barcelona, que se impulse la recuperación de los negocios capitalistas y expresaron su “agotamiento” por las medidas anti Covid-19. Los pedidos también fueron hacia el Gobierno español, para que les conceda las “ayudas económicas que sean necesarias” para su recuperación y la “inmediata negociación y suscripción de un pacto de país” entre fuerzas políticas, administraciones y entidades de la sociedad civil.
Estos explotadores, responsables de despidos, de cierres de fuentes de trabajo y de aplicar condiciones laborales de extrema precariedad; también presionan para que se reprima a los jóvenes y que la crisis la pague el pueblo trabajador. No les preocupa la pandemia, la pobreza ni la desigualdad social. Lo único que quieren es seguir llenando sus bolsillos con ganancias millonarias y así lo expresan sin vueltas. La reunión de Nord y el manifiesto ¡Ya Basta! volvieron a pintar de cuerpo entero a la nefasta burguesía catalana.
Los poderosos quieren esconder que hay un 9,4% más personas en situación de pobreza, que equivale a 93.000, una de cada siete, la mitad de los hogares que ya vivían en situación precaria antes de la pandemia ya no pueden pagar el alquiler, la hipoteca o los suministros; durante 2020 se han ejecutado 11.347 desahucios; un 86,6% de los nuevos contratos firmados son temporales, el empleo precario ha avanzado entre las mujeres y se han perdido hasta un 40% de los puestos de trabajo ocupado por jóvenes. Estas son sólo algunas de las causas de fondo por las cuales la juventud expresó su hartazgo en las calles. La detención de Pablo Hasél fue “la gota que rebalsó el vaso” .
Ante tanto cinismo, el sábado 13, en los jardines de Tres Xemeneis se realizó un acto para repudiar a la patronal en base a un manifiesto «Por la mayoría”, firmado por más de 200 organizaciones entre las cuales se encuentra SOL. Entre otros oradores intervinieron: el cooperativista Ivan Miró; el secretario general de la CGT, Armengol Gassiot; Xavi Tarragon, de CATAC-CT; Celeste Valenzuela del movimiento feminista, Claudia Ruscalleda, portavoz del Congreso de Vivienda de Cataluña, Nuri Soto, de RidersxDerechos; Yacine del Sindicato Manter y la filósofa Marina Garcés. Entre los presentes había varios diputados de la CUP, tanto del Congreso como del Parlament.
El acto tuvo un contenido abiertamente opuesto a los privilegiados, de impulso y apoyo a las luchas. Este es el camino por seguir: nada con los explotadores y opresores, socios del gran empresariado español y multinacional, acérrimos defensores del capitalismo, enemigos de la autodeterminación y las libertades democráticas. No se puede depositar la menor confianza en ningún sector de la burguesía catalana. Ellos tienen su expresión política en el Govern, en las organizaciones mayoritarias que actúan como correa de transmisión de sus intereses: ERC y JxCat. En tal sentido, reafirmamos la postura que venimos sosteniendo de que la CUP no debe negociar ni formar parte de un Govern con los responsables de dilapidar la fuerza de la movilización popular catalana por la República para abrazarse a la autonomía, a los pactos con los opresores, al capitalismo y apelar a la represión de su propio pueblo.