Ante el alza inflacionaria hay que tomar medidas contundentes
La escalada de precios genera ganancias a los ricos y pobreza a los trabajadores. Hace falta un plan de emergencia, movilización y huelga general.
Los precios suben sin parar en todo el mundo. La guerra en Ucrania es un elemento clave para la inflación. Pero, no es el único. Se está manifestando con más fuerza la crisis de la economía capitalista que sigue azotando a los trabajadores y a los pueblos. Los desastres económicos que provocan los empresarios y sus gobiernos siempre causan los mismos efectos. Los precios suben, los salarios se achican. Los empresarios ganan más dinero y los pobres pierden ingresos.
Los que priorizan las ganancias sobre la vida
La energía y los carburantes arrastran los precios de los alimentos básicos y la vivienda en una espiral desconocida por décadas en la Unión Europea. Y amenaza a países de África, Latinoamérica y Asia con el agravamiento del hambre. Esto no les importa mucho a los poderosos de la CEOE y del Banco de España, que sólo se preocupan por las ganancias. Por eso, siguen presionando contra los aumentos de pensiones y salarios, cuando la inflación se está fagocitando a ambos.
El falso progresismo cada vez peor
El presidente Pedro Sánchez no se puede lavar las manos, también es un gran responsable por la situación que se vive. Como hicieron los gobiernos anteriores del PP, se dedica a garantizar las ganancias patronales, eso sí, con un discurso teñido de falso progresismo. Tampoco son ajenos a la situación los burócratas sindicales de las conducciones mayoritarias de UGT y CC.OO. que protestan un poco, pero no llaman a la lucha y mucho menos, a la huelga general por las reivindicaciones obreras más inmediatas.
El tridente del empobrecimiento
Los gobiernos, los grandes empresarios y los dirigentes sindicales forman un tridente que, más allá del “preocupado” discurso antiinflacionario, son los factores fundamentales del empobrecimiento de la clase trabajadora. El gobierno PSOE-Unidas Podemos no toma decisiones realmente progresistas para proteger los bolsillos de las familias obrera y detener la espiral ascendente del costo de vida. Tampoco lo harán la derecha y la ultraderecha de PP, Cs y Vox, enemigos declarados de los más necesitados.
Se requiere un plan de emergencia
Las medidas deben ser contundentes. Hace falta un aumento generalizado de salarios, pensiones y ayudas sociales, con clausula de aumento automático con acuerdo a cada punto que suba la inflación. Se debe eliminar la aberración de cobrar impuesto a los salarios ya que no son ganancias. Hay que prohibir los aumentos de los productos básicos, efectuar un férreo control de precios y sancionar a los grandes empresarios y cadenas comerciales que superen los máximos estipulados. El IVA debe ser eliminado de todos los productos que afecten el consumo familiar. Se deben cobrar impuestos progresivos a las grandes fortunas.
Movilización y huelga general, para que la crisis la paguen los capitalistas
Es injusto que cada vez que hay crisis la paguen los trabajadores y los pueblos, que la crisis la paguen los capitalistas. Por supuesto, se van a negar. Ya lo están haciendo incluso cuando se proponen aumentos que son migajas. Por eso, hace falta la convocatoria de un plan de lucha, que incluya la realización de asambleas democráticas en los lugares de trabajo, para definir los reclamos y decidir las acciones de lucha a seguir. En el camino de una gran movilización nacional con huelga general por las reivindicaciones de la clase trabajadora y el pueblo pobre. Como un paso más en la necesaria tarea de poner de pie una nueva alternativa política en el Estado español, para dar vuelta todo con un rumbo socialista, totalmente opuesto al desastre al que conducen los gobiernos burgueses, cómplices del régimen del ‘ 78 y cultores del sistema capitalista.