#SeAcabó Rubiales, que se extienda el reclamo
El rechazo feminista y social forzó la renuncia. La movilización es el único camino para derrotar al machismo que persiste en fútbol y en todos los ámbitos.
Sin tribuna, aplausos, gritos ni ovaciones, en una entrevista realizada por el periodista británico Piers Morgan, conocido por sus polémicas y sus actitudes machistas, finalmente Rubiales dimitió a sus cargos en la RFEF y en la UEFA.
El porqué de la renuncia
Fue el repudio del movimiento feminista y de otros sectores sociales lo dejó sin sostén a Rubiales. #SeAcabó tuvo expresiones en el Estado español e internacionalmente, a tal punto que hasta sus defensores lo dejaron sólo. Fue un triunfo del feminismo y de los sectores progresistas que se involucraron. Esto es lo fundamental, aunque no es lo único.
Por los negocios y la institucionalidad
Las críticas desde el gobierno de Sánchez y otros estamentos citaron los derechos de las mujeres, pero con un ojo puesto en los grandes negociados y el otro en las instituciones. España se postula para organizar el Mundial de Fútbol 2030 con Portugal y Marruecos y el escándalo machista iba de lleno en contra de lograr este objetivo. Además, en pleno proceso de resolución de la investidura presidencial, lo último que quiere Sánchez son movilizaciones masivas con reclamos. Dentro del régimen del ’78 no hay defensa del movimiento feminista sino poses para acorralarlo en las instituciones y sacar rédito político.
¿Renunció porque reflexionó?
No, Rubiales renunció porque “Aferrarme no va a contribuir a nada positivo”, según sus declaraciones publicadas en X. Y profundizó en una deriva misógina y sin sentido “Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que, en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo”.
Machista, mentiroso y caradura
Nos permitimos interpelarlo señor Rubiales ¿cuál es la verdad que se está imponiendo? Porque en los 21 días que ha llevado su desenlace, lo que cada día se demuestra es su abuso de poder, lo rancio de su pensamiento y el machismo de su accionar. Desde la presión a Jenni para que declarara que no hubo abuso, pasando por los aplausos cómplices en la nefasta conferencia de prensa del “No dimitiré”, hasta falsificar videos del beso no consentido que millones habíamos visto en directo ¿Todo para qué? para que Jenni terminará el día 6 de septiembre denunciándolo ante la Fiscalía y la Audiencia Nacional presentará una querella en su contra ¿Todo por qué? por un delito que hasta el estatuto de la propia RFEF sanciona. Pero claro, Rubiales insiste en que es inocente y hay una “campaña” en su contra.
La “campaña” de sentencia social
En todo caso la “campaña” es contra todo el sistema machista y patriarcal que domina el futbol. Es “campaña” #SeAcabó, porque como han manifestado las jugadoras que continúan en huelga, no sólo debe dimitir Rubiales, no solo deben despedir a Vilda, lo que se debe hacer es democratizar y feminizar una Federación que hasta ahora siempre ha adolecido de ello. En palabras de Vero Boquete, excapitana de la selección española y actual jugadora del Fiorentina, «Hemos ganado una batalla pero estamos perdiendo la guerra» (…) «Rubiales vio al fin que no tenía sentido seguir amarrándose a su puesto. Pero queremos un cambio más profundo».
Saltó un fusible, que salte el tablero completo
Recordemos que mientras rubiales hablaba de “falso feminismo”, las 23 campeonas del mundo y casi 60 jugadoras españolas –hasta un total de 81–anunciaron que no volverían a jugar con la selección mientras continuaran los «actuales dirigentes». Apoyamos a las jugadoras cuando plantean que la salida de Rubiales no arreglará mágicamente los problemas, ni el machismo imperante en una RFEF que hasta hace literalmente cinco días –el pasado 7 de septiembre– no contaba con ninguna mujer en su organigrama directivo. La semana pasada, Rocha nombró a Elvira Andrés como jefa de su gabinete de presidencia, el director técnico Jorge Vilda fue despedido y reemplazado por Montse Tomé, en lo que parecen más gestos forzados por las circunstancias que otra cosa.
A seguirla
#SeAcabó fue un grito que cumplió un rol progresivo. Desde Juntas y a la Izquierda y SOL estamos orgullosas de haber formado parte del reclamo que mandó a Rubiales a su casa.
Ahora decimos que #SeAcabó debe continuar ya que Rubiales es sólo la punta del iceberg de una estructura machista en el deporte, principalmente en el fútbol. Es una campaña que debe extenderse contra las expresiones del machismo patriarcal que anida en las instituciones, en sectores sociales reaccionarios y que alimentan la derecha y ultraderecha del PP, Vox y otros. Y porque los abusos, como el que sufrió Jenni, se repiten agravados sobre millones de mujeres trabajadoras en las fábricas, en el campo y en otros ámbitos. En la mayoría de los casos, no se ven por televisión, no se escriben en los periódicos ni se toman como denuncias. La movilización unitaria desde el feminismo anticapitalista y la unidad con las luchas de la clase trabajadora marcan el camino para terminar con la explotación y la opresión de las mujeres, para que el patriarcado y el capitalismo caigan juntos.