Los actos de derecha, “No pasarán” sin repudio
Las manifestaciones fijadas por el PP y Sociedad Civil Catalana (SCC) son reaccionarias. La lucha consecuente por la amnistía y la autodeterminación requiere de respuestas contundentes, tanto inmediatas como estratégicas.
Otra vez en el centro de la escena
Las exigencias del expresidente Carles Puigdemont (JxCat) para investir a Pedro Sánchez (PSOE) y la masiva Diada del 11 de septiembre, recolocaron en el centro de la escena política los reclamos más sentidos del pueblo catalán: defensa del idioma, amnistía y autodeterminación.
Ataque de nervios por la amnistía
Para la derecha y la ultraderecha son puntos inaceptables, pero lo que les ha causado crispación fue la mención de la posibilidad que se dicte una ley de amnistía. No les importa que se preanuncie como un perdón parcial e instale en la Moncloa a un presidente burgués, sostenedor del anacrónico y debilitado régimen del ’78.
Aznar, desde el museo del horror político
En tal sentido, el ultra reaccionario expresidente José María Aznar, propuso realizar una “movilización cívica e institucional contra la amnistía y la autodeterminación”. Los voceros de su partido, el PP, salieron a defenderlo y el actual candidato a la investidura elegido por Felipe VI, Alberto Núñez Feijóo, adoptó la idea.
Concentraciones retrógradas
Como resultado, el PP convocó a un acto en Madrid, el fin de semana del 23-24 de septiembre y SCC a otro en Barcelona, el 8 de octubre. Vox ha declarado que va «a acudir a todas las manifestaciones que haya en contra de este intento por subvertir el orden constitucional», y que decidirá su asistencia al acto madrileño en función de si se trata de un evento del PP o lo excede. También confirmó que apoyará a SCC en la capital de Catalunya.
Traslado del escenario
La derecha unionista ha subido la apuesta al trasladar la disputa política hacia la calle, buscando complicidades sociales entre los sectores más retrógrados. Lo hacen bajo el manto sagrado de la “Unidad de España”, por un gobierno en minoría del PP y “contra los que promovieron un golpe de Estado”, en referencia a los dirigentes independentistas del “Procés”.
La mansedumbre que no sirve para nada
Para Yolanda Díaz, vicepresidenta en funciones del gobierno y líder de Sumar, el PP actúa para “desestabilizar el país”, ante lo cual ha realizado un llamado institucional a mantener la “serenidad”, en sincronía con la línea del PSOE y Unidas Podemos. Los reformistas critican a los más rancios de la política, a la par que sus desastres gubernamentales, mentiras y claudicaciones les abren el paso.
Derrotarlos en las calles
Al PP, Vox y sus socios hay que derrotarlos en las calles. Es el accionar que esquivan el PSOE, Sumar, Podemos, en Comú Podem, Izquierda Unida y otros. Por su lado ERC y JxCat solo apelan a las movilizaciones para presionar, más concentrados en negociar que en la ruptura con los opresores.
Pronóstico incierto, camino alternativo
El proceso de investidura atraviesa un berenjenal cada vez más tupido y enmarañado, por lo cual es aventurado vaticinar sí desembocará en nuevo presidente o nuevas elecciones. Sí es seguro que existe otro camino para transitar, con un puente que une las necesidades y acciones inmediatas, con las de fondo.
Boicot
Es necesario obstruir por todos los medios los actos en Madrid, Barcelona y en cualquier sitio en donde surjan iniciativas con las mismas características reaccionarias. Los actos «No Pasarán» sin repudio.
Contra actos
La presencia de la derecha y la ultraderecha en la calle no puede pasar desapercibida: hace falta que el fin de semana del 23/24-S y el 8-O, los agrupamientos que se dicen progresistas, de izquierda, las direcciones sindicales y los movimientos sociales convoquen a movilizar y realizar grandes contra manifestaciones. Sería más que oportuno que la CUP, la izquierda independentista, Anticapitalistas, IR, CR, CRT, LI, SOL y otras coincidiéramos en una reunión para realizar un Manifiesto unitario e independiente.
Movilización y huelga
Con represión o con pactos, con palos o con concesiones parciales, tanto el PP como el PSOE intentan sepultar los reclamos por la República Catalana. Es una estrategia de Estado que excede el capítulo de la investidura y se extenderá en el tiempo. Urge un plan de lucha con manifestaciones masivas y con un rol protagónico del movimiento obrero a través de la huelga, como la que fue convocada en Catalunya el 3 de Octubre de 2017; sumando al movimiento estudiantil y al pueblo catalán con la organización de piquetes. A nivel estadual, tampoco se pueden obviar el deterioro del nivel de vida, de los salarios, la salud y la educación públicas, de allí la exigencia a UGT y CC. OO. para que abandonen su pasividad cómplice y llamen a asambleas para preparar una huelga general.
Amnistía y autodeterminación
La exigencia ha de ser por una amnistía completa, tanto para los dirigentes como para los miles de activistas encausados por defender el Referéndum del 1-O y por otras acciones. Las supuestas “aproximaciones sucesivas”, por más positivos que se pinten los acuerdos con el régimen, conducen a un callejón sin salida. El camino hacia la República Catalana se despejará con la movilización, la autoorganización y el surgimiento de nuevos dirigentes políticos y sindicales, democráticos y consecuentes, capaces de superar a las expresiones defensoras de los gobiernos, del régimen y del sistema capitalista.
Crear nuevas alternativas
La unidad de acción para enfrentar a la ultraderecha es un buen mecanismo. Siempre y cuando no implique disolverse en la orientación del acompañante ocasional con el que sólo se coincide en algún punto táctico pero no en la estrategia. Es necesario crear un polo político y programático independiente para intervenir en la lucha de clases, en los procesos políticos, por la autodeterminación y el socialismo. Ello requiere de herramientas adecuadas, como un frente de extrema izquierda y un partido revolucionario, socialista e internacionalista arraigado en la clase obrera. Pongamos manos a la obra para conseguirlos.