Laia y Lluís: sentencia con sabor agridulce
La justicia no los absolvió. La lucha impidió que fueran presos. El 31 de julio la Audiencia de Barcelona dio a conocer la sentencia a Laia Roca y Lluís Mollón, dos vecinas de L´Hospitalet para quienes la Fiscalía demandaba penas de prisión de dos años y seis años respectivamente. El resultado del juicio definió una condena de un año para Laia y un año y seis meses para Lluís por “desórdenes públicos”. Se trata de una sentencia que ha generado un sentimiento contradictorio de bronca y alegría al mismo tiempo.
Lo que sabe mal es que se ha vuelto a castigar la participación, en este caso de dos vecinas que asistieron a una movilización el 25 de marzo de 2018, en protesta por la detención de Carles Puigdemont en Alemania. Fue una causa construida en base a lo que dijeron dos miembros de la Guardia Urbana que, vestidos de paisano, los siguieron e identificaron luego de la movilización, cuando iban tomar el Metro para volver a su casa. En el juicio, las declaraciones de los policías fueron confusas y contradictorias.
Y, lo más destacado es que no hubo pruebas que acreditaran la participación de Laia y Lluís en hechos violentos, ni en el momento ni en el lugar que les atribuían. Sin embargo, no hubo absolución. Los usaron como “cabeza de turco”, inculpándolos como a Adri y Tamara, entre otros. La Justicia y el aparato represivo actúan arbitraria y parcialmente, con brazo español o brazo catalán. El accionar “ejemplificador” busca causar miedo y detener los reclamos. Podrá haber penas distintas a las demandadas por la Fiscalía, pero difícilmente absoluciones.
El accionar “ejemplificador” busca causar miedo y detener los reclamos.
Se criminaliza la protesta social, se atacan derechos fundamentales de manifestación y expresión política. Se penaliza la voluntad de quienes quieren la libertad de los presos políticos y la República Catalana, algo que han decidido votando democráticamente el 1-O y movilizándose pacíficamente.
La otra cara de la sentencia es positiva: Laia y Lluís no irán a prisión, la represión no alterará sus vidas ni las de su familia durante los próximos años. Es una satisfacción por varios motivos, empezando por la entereza de Laia y Lluís que decidieron dar la pelea en los Tribunales y en las calles. A partir de este hecho se formó el Grup de Suport, que fue el motor de la campaña unitaria y democrática, de movilización y solidaridad vecinal, nacional e internacional impulsada por la LIS.
En la medida que las vecinas de L´Hospitalet se enteraron de lo que sucedía se sumaron al reclamo de Absolución. Las muestras de apoyo llegaron de dirigentes políticos y sociales, como el de Jordi Cuixart desde prisión, de activistas y represaliados en Catalunya. También de muchos países en donde hay defensores de la causa catalana y la libertad. Desde SOL, en la CUP L´Hospitalet per la Ruptura, nos sentimos orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena militante en esta lucha.
La otra cara de la sentencia es positiva: Laia y Lluís no irán a prisión, la represión no alterará sus vidas ni las de su familia durante los próximos años.
Como era de esperar, la campaña también tuvo enemigos declarados en el PP, Ciudadanos, VOX y el PSC. Sin embargo, una vez más se ha demostrado que a pesar de todo, no han logrado derrotar al pueblo catalán movilizado por la libertad.
El día de la lectura de la sentencia se volvió a expresar el ambiente represivo que se vive, creado por el gobierno español y en algunos casos, avalado por las autoridades catalanas. Al salir del TSJC muchos vecinos y medios de comunicación aguardaban frente al Palacio para conocer el veredicto, algo que sucedió con total normalidad. Aun así, ya terminada la breve conferencia de prensa en el Passeig de Lluís Companys, los Mossos d´Esquadra que custodiaban el Palacio, cruzaron la calle para identificar a una compañera, arbitraria y provocadoramente, sin ningún motivo. Esto motivó el reclamo del diputado Carles Riera (CUP) allí presente y de los vecinos que solidariamente, con sus documentos de identidad en la mano, fueron a exigirle a los policías que también los identificaran, por ser “culpables” de expresarse pacíficamente.
Al mismo tiempo, comenzaba otra manifestación ya que los Mossos, actuando como policía judicial, detuvieron a seis personas y llevaron a otras tres a declarar a una comisaría de Les Corts, bajo graves cargos por haber participado en distintas protestas posteriores al 21D. Estos hechos han provocado repudio al accionar de la policía bajo el mando operativo del conseller Miquel Buch y la responsabilidad política de la Generalitat. La movilización unitaria es el único camino para frenar la represión, la persecución, la injusticia y retomar el camino de la participación masiva por la República Catalana.